Día sin Compras para impulsar un boicot comercial frente al genocidio de Gaza

Ecologistas en Acción se suma al Día sin Compras , que se celebra mañana 29 de noviembre. Una jornada de huelga simbólica de consumidoras y consumidores que se organiza desde 1992 en todo el mundo y que este año coincide con la celebración del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino.
En un contexto marcado por la masacre que está perpetrando el Estado de Israel contra el pueblo palestino en Gaza, la organización ecologista apuesta por promover el boicot comercial como herramienta de presión social para frenar la barbarie y sumarse a la campaña no violenta de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel.
BDS es un movimiento de liderazgo palestino por la libertad, la justicia y la igualdad del pueblo palestino. Insta a actuar para presionar a Israel a que respete el derecho internacional, impulsando como medida de presión el boicot económico, con campañas contra compañías que participan o colaboran con la opresión del pueblo palestino. Entre ellas, cabe destacar la victoria lograda en diciembre de 2023 al conseguir que Puma se viese obligado a dejar de patrocinar a la selección israelí.
Dentro de las iniciativas impulsadas por BDS, se llama al boicot desde las consumidoras y consumidores de marcas cuidadosamente seleccionadas , debido al historial probado de complicidad con el apartheid israelí. De estas empresas, Ecologistas en Acción quiere poner la lupa sobre dos de ellas, que destacan por su presencia en el consumo diario de la sociedad española y por los impactos ambientales y sociales de su actividad.

Carrefour, multinacional francesa de la gran distribución.En 2022, el Grupo Carrefour firmó un acuerdo con Electra Consumer Products y su filial Yenot Bitan, ambas activas en la industria de los asentamientos ilegales en Cisjordania, con lo que se convirtió en cómplice de la ocupación ilegal de tierras palestinas y de sus crímenes asociados. Además, Carrefour-Israel ha apoyado a los soldados hebreos que participan en el genocidio de palestinos en Gaza con el envío de paquetes personales con regalos.
Fruto de la campaña de boicot a Carrefour , impulsada por el movimiento BDS, la cadena de supermercados gala se ha visto obligada a cerrar todas sus sucursales en Jordania.

Amazon, corporación estadounidense de comercio electrónico y servicios de computación en la nubeEn mayo de 2021, los ejecutivos de Amazon Web Services y Google Cloud firmaron un contrato de 1.220 millones de dólares para proporcionar en la nube tecnología al gobierno y al ejército israelíes. Posteriormente, una reciente investigación de 972 Mag y Local Call confirmaron la implicación de Amazon, junto a Google y Microsoft, en la aplicación de inteligencia artificial y el procesamiento de datos con que las fuerzas armadas de Israel diseñan sus ataques a población civil ya distintos objetivos desde que comenzó la masacre de Gaza.
Además, el mismo 29 de noviembre se celebra el quinto día de acción global para que Amazon pague sus deudas ( #MakeAmazonPay ), impulsado por más de 80 colectivos, con acciones de protesta en más de 30 países. Frente a una de las corporaciones más poderosas de la historia, los distintos colectivos impulsores de la campaña, trabajadores de la propia compañía, defensores de la justicia laboral, fiscal, climática, de datos y contra la discriminación racista, reclaman el pago de salarios dignos, de los impuestos correspondientes a sus beneficios, así como una reducción del impacto de esta empresa sobre el clima y el planeta.
Como parte de la propuesta de boicot, Ecologistas en Acción proponen sustituir la compra de los productos en Carrefour o Amazon por opciones más justas y sostenibles ambientalmente, que respetan los derechos humanos y que pongan a las personas por encima de los beneficios económicos.
Enrique Quintanilla, portavoz de Ecologistas en Acción, ha declarado: “Apostamos por el pequeño comercio, que garantiza una mejor distribución de la riqueza y la creación de empleo; por alternativas que promuevan relaciones comerciales justas; y por la venta de productos locales y de producción ecológica”.