Ante la continuidad del terrorismo machista en Castilla la Mancha
Comunicado de la UJCE Castilla la Mancha con motivo del asesinato de una mujer a manos de un hombre, otro asesinato patriarcal, esta vez en Azuqueca de Henares.
Guadalajara, 28 de diciembre de 2017. Desde la UJCE en Castilla- La Mancha condenamos el caso de terrorismo machista ocurrido esta mañana en Azuqueca de Henares, en el que el agresor, la pareja de la mujer asesinada, la ha matado con arma blanca delante de sus tres hijos, y después ha intentado suicidarse. Este asesinato se suma a los otros dos que se han producido en lo que va de semana a lo largo del Estado, y a los nueve feminicidios que se han producido en la región en lo que va de año. Con estos datos, cuando prácticamente todos los días vemos como hay mujeres asesinadas, o mujeres víctimas de violencia de género en nuestro país, se hace cada día más complicado entender por qué siguen sin tomarse medidas efectivas para prevenir la violencia de género, por qué tenemos unas instituciones que siguen legislando de manera tan permisiva ante la violencia patriarcal ejercida a diario hacia la mitad de la población.
Cabría preguntarse aquí, si las victimas del terrorismo machista, no fueran mujeres y fueran sectores de la población aleatorios que viviesen bajo una amenaza y una violencia constantes, si las instituciones también se quedarían de brazos cruzados o se alarmarían e impondrían medidas efectivas para frenar esa oleada de violencia. Probablemente ocurriría lo segundo como todas sabemos, además los medios de comunicación no serían tampoco tan permisivos, y no hablarían de presuntos agresores, sino de asesinos, y sin embargo la realidad a la que tenemos que enfrentarnos a diario es que cuando se suceden feminicidios, se sigue sin señalar al culpable, se le sigue tachando de presunto, quitándole así culpabilidad a los asesinos, que es lo que son, y perpetuando de esta manera el terrorismo machista en la sociedad, pues nunca se condena firmemente a los agresores.
Al final para los medios y para la sociedad, las mujeres asesinadas no son más que meras cifras, los feminicidios tienen un hueco prácticamente cada día en los telediarios, pero la forma de tratarlos no muestra más que cifras, cifras que se suman a cifras que ya había, y parece que no pasa nada, la gente al rato se olvida. Hay que dejar claro que no somos meras cifras, que somos mujeres con nombre y apellidos, con vidas, con familiares y amigos, las que estamos siendo víctimas de la violencia machista a diario en todas sus formas, algunas más o menos violentas, pero todas igual de graves, porque al final el asesinato machista es la punta del iceberg, pero hay todo un entramado de violencia detrás que permite que se llegue a esos extremos con la complicidad de la mayoría de la sociedad y de unas instituciones que de nuevo vemos como siguen sin poner medidas efectivas para erradicar esta lacra social, y que lo único que hacen es convocar minutos de silencio una vez se ha llegado al máximo extremo de violencia, tras lo que vuelven a la normalidad de sus vidas de nuevo sin plantearse que están siendo cómplices de esta violencia al no llevar acabo medidas efectivas y al ser permisivos con el resto de violencias cotidianas que se ejercen contra nosotras, porque no hacen nada para evitarlas.
Por último, queremos recordar que la actitud de las instituciones no deja de ser el reflejo de la actitud de una parte de la sociedad, que lejos de condenar la violencia ejercida contra las mujeres, muchas veces la aplaude y justifica, para luego después cuando llega el feminicidio echarse las manos a la cabeza. Sabemos que es un problema estructural y que hasta que no pongamos todas de nuestra parte no vamos a lograr acabar con esta lacra. Estamos hartas del papel secundario que nos han dado en esta sociedad patriarcal y de que nos asesinen a diario sin que se tomen medidas para evitarlo, por eso seguiremos luchando cada día para cambiar esta situación de opresión que sufrimos y gritaremos cada día que Ni Una Menos, porque Vivas Nos Queremos.
¡Basta Ya de violencia patriarcal!