Compromís denuncia que el desmantelamiento de la Unidad de Cirugía Cardíaca de La Ribera ya está poniendo en riesgo vidas de pacientes
- Carles Esteve: «Si el Hospital de Alzira hubiera cumplido la resolución del conseller Marciano Gómez, no habrían podido operar de urgencia hace unos días a un paciente que ingresó por una disección aórtica. Esta operación sólo fue posible porque, de momento, el equipo humano y técnico todavía se encuentra en el hospital».
El diputado y portavoz de Sanidad de Compromís en las Cortes, Carlos Esteve, ha alertado de que la decisión del conseller de Sanidad, Marciano Gómez, de desmantelar la Unidad de Cirugía Cardíaca del Hospital de La Ribera ya está teniendo consecuencias graves sobre la salud de los pacientes. «Lo que advertimos, lamentablemente, ya está pasando. Esta decisión ya está poniendo en riesgo vidas», denunció Esteve.
Según han trasladado los sindicatos del hospital, hace unos días tuvo que intervenirse de urgencia a un paciente que ingresó por una disección aórtica. La gravedad de la situación obligó a incumplir la resolución del 14 de enero del conseller Marciano Gómez, que prohíbe operar de cirugía cardíaca en ese hospital a cualquier paciente que no estuviera ya en lista de espera. «Esta operación sólo fue posible porque, de momento, el equipo humano y técnico todavía se encuentra en el hospital. En pocas semanas, sin embargo, una situación similar supondría el traslado forzado del paciente a Valencia, con el consiguiente aumento del tiempo de espera y del riesgo vital», advirtió el diputado.
Además, desde Compromís se alerta de que ya se han registrado más casos de pacientes de las comarcas afectadas que han tenido que trasladarse a Valencia por el cierre de esta unidad. “Esto supone aumentar el tiempo desde que se produce la urgencia y hasta que se puede realizar la intervención, aumentando evidentemente los riesgos”.
Esta situación confirma lo que Compromís viene denunciando desde hace meses, «la Unidad de Cirugía Cardíaca de La Ribera tiene una situación estratégica que, además de facilitar el cumplimiento de las recomendaciones técnicas planteadas por la Conselleria, reduce el tiempo de traslado para una población potencial de casi un millón de personas».
«Cerrar esta unidad es una decisión que ya ha demostrado que pone en riesgo la vida de personas, exigimos al conseller Marciano Gómez que dé marcha atrás. No se puede jugar con la vida de la gente. Las decisiones en materia de sanidad deben basarse en criterios médicos y de seguridad para los pacientes, no en caprichos o en intereses difíciles de explicar.»
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