Izquierda Unida de Castilla y León propone un amplio debate social sobre los cuidados en la vida de las personas
Izquierda Unida de Castilla y León trasladará a las Cortes Autonómicas una propuesta sobre cuidados con la intención de abrir el necesario debate social sobre el papel de los cuidados en la vida de las personas.
(Valladolid, 29 de junio de 2020). Los cuidados, se definen como aquellas actividades cotidianas que tienen como objetivo proporcionar bienestar físico, psíquico y emocional a las personas, una actividad que hay que desarrollar si o si y que provoca que se esté disponible de forma ininterrumpida. Es un trabajo que se desarrolla invisiblemente y que ha estado asociado a las mujeres, y que se dirige a sostener la vida. Los cuidados implican a su vez tareas de gran importancia social, considerable valor económico e implicaciones políticas notables.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en España se emplearon 130 millones de horas diarias en 2018 en trabajos de cuidados no remunerados, una cifra que equivale a 16 millones de personas trabajando ocho horas al día sin percibir remuneración alguna y al 14,90% del Producto Interior Bruto (PIB).
Izquierda Unida de Castilla y León quiere señalar que el feminismo lleva años denunciando que nuestro modelo de organización social del cuidado está invisibilizado, feminizado, privatizado y desvalorizado; recayendo en las familias y fundamentalmente en las mujeres resolverlos. Las administraciones y las empresas han quedado muy al margen de la corresponsabilidad y la pandemia sanitaria ha sacado a la luz el colapso vivido, tanto en el sistema de salud como en el de cuidados.
Los cuidados han sido el motor invisible de la economía capitalista y patriarcal, sistema que ha dependido y depende, del trabajo invisible y gratuito impuesto a las mujeres por el modelo tradicional; la esfera de los cuidados es imprescindible para garantizar la supervivencia.
Izquierda Unida de Castilla y León cree necesario incorporar al sistema económico los cuidados y visibilizarlos como paso fundamental para que se dé la corresponsabilidad de empresas y administraciones públicas.
La incorporación de las mujeres al empleo, como vía para conseguir autonomía económica y posibilitar su desarrollo personal, genero una crisis de cuidados en la sociedad. Las mujeres ya no estaban dispuestas a realizar sólo el trabajo de cuidados impuesto, y la doble jornada no resolvía el trabajo de cuidados. La solución que se da viene de la mano del mercado; se produce poca oferta pública y poco gasto público, lo que impulsa la mercantilización, se apuesta por facilitar la conciliación a través de la externalización y abaratando costes.
Izquierda Unida de Castilla y León ve imprescindible abrir un debate social que resuelva de manera justa y sostenible la organización de los cuidados. Las propuestas existentes sobre conciliación no están resolviendo el problema, es un paraguas muy estrecho que sigue adjetivándose en femenino, los datos corroboran que la conciliación es “cosa de mujeres”, en Castilla y León concretamente las excedencias por cuidado de hijo e hija por parte de la madre rondan el 88,81%, y para el cuidado de familiares las mujeres ocupan el 83,33% de las mismas. El ejercicio de derecho de conciliación ha acabado reforzando el papel de las mujeres como “cuidadoras”, la realidad muestra como nos alejamos de los fines que vinculaban los derechos de conciliación con la igualdad y el avance de la corresponsabilidad, objetivos marcados por la normativa europea y la ley de igualdad de 2007.
La brecha salarial de género en Castilla y León es de más de un 20%, las mujeres cobran por término medio un 20% menos que los hombres, por lo que el salario promedio anual femenino es un 79,5% del masculino.
Esta situación de precariedad se ha visto acentuada con las medidas a tomar para frenar la pandemia del coronavirus. El 11 de marzo se cerraban los centros escolares y desde entonces niños y niñas están en casa, esta situación acentuó la complejidad de la conciliación al no poder hacer uso de los mecanismos que se utilizaban previamente: escuela, abuelos y abuelas. Se generalizo en el mejor de los casos el teletrabajo mientras se cuidaba de hijos e hijas en casa, como si ambas cosas fueran compatibles.
Esta crisis ha señalado la necesidad de debatir que cuidados queremos para las personas mayores, para nosotras y nosotros cuando seamos mayores, lo sucedido en las residencias de mayores debe de abrir un debate social para responder de forma colectiva a los cuidados.
Izquierda Unida de Castilla y León señala el papel fundamental de las administraciones públicas para garantizar cuidados dignos a lo largo de la vida y por ello creemos necesario impulsar un plan para la implementación de recursos públicos de cuidados a partir del resultado del estudio y el debate social. Una red de servicios públicos que genere empleo de calidad respondiendo a la necesidad del cuidado de las personas.
Las instituciones deberán ser las garantes de la corresponsabilidad, propiciando leyes, servicios específicos que respondan a las necesidades reales, convirtiéndose en aliadas del feminismo y los hogares para facilitar entre todas y todos la satisfacción de esta necesidad social.