Acción de protesta por la deficiente gestión del Parque Nacional de Picos de Europa
- Activistas de Ecologistas en Acción de Asturies, Cantabria y Castilla y León han realizado una acción de denuncia bajo el lema “Picos de Europa: 100 años de Parque Nacional, poco que celebrar”. La acción se ha desarrollado durante la apertura del seminario ‘100 años de Parques Nacionales’, en la Escolanía de Covadonga.
- En el seminario estaba prevista la participación de numerosas autoridades con responsabilidad sobre la gestión de los Parques Nacionales españoles, aunque excluía a las organizaciones sociales más críticas e incluso a las personas que representan a estas organizaciones en el patronato dentro el programa.
Pese a las muchas ausencias y una escasa participación de público en el seminario ‘100 años de Parques Nacionales’, Ecologistas en Acción ha realizado una acción para expresar la preocupación global y algunos de los problemas centrales de la situación y gestión del primer Parque Nacional del Estado español, el Parque Nacional de Picos de Europa. Compartiendo el espíritu de la celebración del centenario, activistas de Ecologistas en Acción han repartido a la entrada de la Escolanía algunos folletos con propuestas entre las personas asistentes, ofreciendo tarta y bizcocho caseros pero amargos, trasladando así una visión diferente sobre la realidad del Parque a la que plantea el centenario oficial.
Asimismo se ha aprovechado una pausa en los debates para entregar al representante del Ministerio para la Transición Ecológica un regalo vacío, con el que recordar que, muchos años y gobiernos después, se sigue sin contar con el Plan Rector de Uso y Gestión PRUG, instrumento clave no solo para la preservación ambiental que Ecologistas en Acción reclama sino también para impulsar las actividades socioeconómicas acordes con la misma.
Por su parte, los responsables políticos de las tres comunidades autónomas implicadas han recibido una calabaza cada uno. La calabazas pretendían expresar el suspenso general que la organización ecologista considera que se merecen por la gestión de estos años, especialmente en lo que se refiere a su voluntad de coordinación y colaboración en un espacio natural que, al margen de las fronteras administrativas y competenciales, es una unidad y exige criterios y actuaciones coherentes y compartidas.
En esta acción se ha aprovechado para volver a poner de manifiesto lo ilógico y peligroso que supone que, en un Parque Nacional, las administraciones fomenten el conflicto social entre el lobo y la ganadería extensiva, autorizando la caza de lobos en lugar de fomentar la coexistencia entre lobo y ganadería, y asegurar su conservación. Para ello se han entregado diversos recortes de prensa que muestran las barbaridades cometidas por cazadores furtivos con la pasividad de las administraciones autonómicas y del propio Parque Nacional.