Arranca en España el primer programa de patrocinio comunitario con seis familias refugiadas sirias
Seis familias refugiadas sirias llegaron esta semana a suelo español desde Jordania, reasentadas bajo el primer programa de acogida mediante patrocinio comunitario que se pone en marcha en España, el cual tendrá lugar en el País Vasco.
El grupo con el que se inicia este proyecto piloto está integrado por 29 personas (entre ellas 17 niños y niñas) que han vivido durante los últimos cinco años en Jordania en condiciones difíciles. Identificadas como casos especialmente vulnerables por los equipos de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se sometió a consideración del Gobierno español su reasentamiento, que fue aprobado.
Este proyecto ha sido impulsado por ACNUR, en estrecha coordinación con el Gobierno de España y el Gobierno Vasco. La acogida de las familias sirias en distintos municipios vascos se ha fraguado mediante un convenio de colaboración con Cáritas Diocesana de Bilbao, Cáritas Diocesana de San Sebastián, Cáritas Diocesana de Vitoria y la Fundación Social Ignacio Ellacuría.
“Estamos muy satisfechos con la puesta en marcha de este proyecto piloto y agradecemos la buena disposición de todas las partes involucradas”, indicó la Representante de ACNUR en España, Francesca Friz-Prguda. “Confiamos en que un futuro pueda replicarse en otras comunidades autónomas españolas, con la colaboración de las distintas administraciones públicas y de toda la sociedad: particulares, asociaciones ciudadanas, comunidades religiosas, ámbitos empresariales y académicos, etc.”, añadió.
ACNUR estima que en 2019 más de un millón de refugiados en situación vulnerable de todo el mundo necesitan ser reasentados en otros países; sin embargo, las plazas que ofrecen los Estados rondan las 80.000.
Los programas de patrocinio comunitario complementan los programas estatales de reasentamiento de refugiados y refuerzan la inclusión y cohesión social mediante el acompañamiento y la implicación de autoridades y sociedad civil.
Asimismo, combinan la necesidad de incrementar las vías legales de acogida, para evitar que las personas refugiadas arriesguen la vida en su viaje hacia la seguridad, con la demanda solidaria de la sociedad civil de ayudar a rehacer las vidas de personas que se han visto obligadas a huir de sus países por causa de la guerra y la persecución.
El patrocinio comunitario es un mecanismo de protección y una solución duradera acorde con los compromisos adoptados por los Estados en el Pacto Mundial sobre Refugiados, aprobado en diciembre de 2018 por la Asamblea General de la ONU.