Carta abierta por la preocupante gestión de la sardina ibérica
- Coincidiendo con el fin de la temporada de pesca de la sardina ibérica atlántica, 14 organizaciones ambientales de España y Portugal han enviado una carta abierta a la Comisión Europea y a los gobiernos de España y Portugal.
- La mala gestión de la sardina ibérica ha propiciado que lleve varios años en mínimos históricos y las medidas tomadas hasta ahora han sido muy poco ambiciosas.
- Los gobiernos de España y Portugal conocen la preocupación de las organizaciones ambientales de primera mano, puesto que estas han solicitado en repetidas ocasiones reuniones para tratar la crisis de la sardina.
- Hasta la fecha ninguno de los dos gobiernos ha atendido sus peticiones.
La temporada de pesca de sardina ibérica (Sardina pilchardus) ha concluido para la mayoría de la flota española. Solo el xeito (un arte artesanal de Galicia) mantiene sin agotar su pequeña cuota. A pesar de ello, la comunidad científica había recomendado no abrir este año la pesquería de la sardina debido a su mal estado.
Los datos científicos no dan lugar a dudas, la abundancia de adultos de sardina se mantiene en mínimos históricos desde 2012 y los nuevos juveniles que deberían aportar más individuos no llegan, en estos últimos años no se ha conseguido un buen año de reproducción, lo que se denomina un buen reclutamiento. Por eso, los científicos aconsejan una y otra vez que no se pesque sardina desde Cádiz hasta el Cantábrico occidental. Las organizaciones ambientales han pedido que se tengan en cuenta estas recomendaciones en reiteradas ocasiones. No solo se trata de un importante recurso pesquero que debemos mantener en el tiempo por razones socioeconómicas, sino también de una importante pieza del ecosistema marino, ya que la sardina es presa por excelencia de diversas especies de depredadores marinos que se encuentran en situación desfavorable.
A pesar de ello, los gobiernos de España y Portugal acordaron, con el visto bueno de la Comisión Europea, una exigua pesca de 10.000 toneladas (hace 20-30 años era habitual pescar más de 100.000 toneladas anuales) con el objetivo de conseguir una supuesta recuperación que lleve a la sardina a estar al 80 % del mínimo saludable en 2023. Es decir, plantean un objetivo de recuperación para la sardina del 80 % en 2023.
Las organizaciones ambientales, al tener conocimiento de estos objetivos, se reunieron con la Comisión Europea y solicitaron una reunión con los gobiernos de España y Portugal. A pesar de solicitarlo de forma reiterada, esta reunión todavía no se ha producido.
Es por ello que han decidido enviar esta carta abierta a las tres instituciones para hacerles llegar su preocupación y la principal demanda de las organizaciones, que es la de tener un plan de recuperación para esta población como ocurre con otras especies que se encuentran en una situación similar. Las ONG señalan que “el plan debe tener unos objetivos en línea con los marcados en la Política Pesquera Común, que obliga a alcanzar la sostenibilidad pesquera en 2020, además de estar aprobado por el mejor asesoramiento científico”.
Las organizaciones ecologistas remarcan que “en septiembre comienza un nuevo curso y estamos dispuestos a reunirnos con tiempo antes de que en primavera se vuelva a plantear la nueva apertura de la pesquería de la sardina ibérica, tenemos tiempo para acordar los objetivos de un plan que persiga la plena recuperación de la especie que es lo que deseamos todos para un futuro próximo”.