Minería y protección cultural y ambiental no son compatibles
Una fiesta minera deja una zona patrimonial catalogada y protegida llena de basura, residuos y vertidos a un río. Después de la juerga del viernes, no parece que nadie se haga cargo de la limpieza de los residuos.
En el ayuntamiento de O Pino en A Coruña, se encuentra el pueblo de Cebreiro, en esa misma localidad es donde está la conocida como “Camiño Real da feira do 20”, unha vía tradicional e histórica que une esta localidad con la vecina parroquia de Loxo en Touro.
La actividad de una mina a cielo abierto en esas localidades a finales de los años 80 deterioró parte de este Camino histórico y que se sigue usando hoy por los propietarios de los terrenos que comunican ambas localidades, era una vía de comunicación que acortaba distancias.
Esta vía está ligada a la celebración de la tradicional feria, que aún en estas fechas, se celebra todos los meses en la Carballeira de San Sadurniño cada día 20, un elemento natural patrimonial catalogado y protegido, y que no puede entenderse sin el “Camiño Real” que le da acceso desde el sur de donde venian en antaño a comerciar desde las localidades de Pontevedra y vinculado también a las vías romanas y del Camino Histórico del Camino de Francés por Quión; a partir del síglo XVI sirvió para las relaciones entre los nucleos de población de Touro y O Pino, antes de que se realizase el actual trazado de la carretera en la segunda mitad del siglo XVIII.
Esta carballeira también está bordeada por el río de Rozas que nace en la ladera este del conocido Monte das Minas y discurre hacia Touro camino del río Lañas.
En la noche del día 27 de septiembre tuvo lugar una “fiesta minera” según anunciaron en carteles, en los terrenos públicos de esta Carballeira. Al siguiente el entorno natural descrito se encuentraba en un estado lamentable, no solo en el campo de este espacio natural sino también el río das Rozas, con botellas, latas, plásticos, papeles, restos de comida y bebidas por el campo y el río con espumas blanquecinas.
Un acto más de irresponsabilidad, falta de respecto al medio y al patrimonio natural. Una vez más nos afirmamos en que minería y patrimonio no son compatibles.