Europa Laica pone en marcha su campaña para proponer que no se marque ninguna de las dos casillas del IRPF
Defender lo público es garantía de atención y solidaridad, más aun ante situaciones de crisis. La sanidad pública necesita más recursos.
Europa laica propone a la ciudadanía no marcar la casilla de la Iglesia Católica ni la de fines de interés social.
Todos los impuestos deben quedar en la hucha común para cubrir gastos generales, no para subvencionar a organizaciones particulares.
La Iglesia Católica debe autofinanciarse y pagar impuestos.
Coincidiendo con el periodo oficial de la Agencia Tributaria para la Declaración de la Renta-IRPF, Europa Laica pone en marcha su campaña para proponer que no se marque ninguna de las dos casillas del IRPF, ni a la iglesia católica ni a fines de interés social.
Estamos en un momento excepcional para la sociedad, haciendo frente a una epidemia que, además de la crisis sanitaria que ha generado, también abre una crisis social y económica de dimensiones muy profundas. Europa Laica reclama al Gobierno y al poder legislativo que impulse unos presupuestos y una política fiscal que tengan como objetivo los derechos sociales, el reforzamiento de Servicios Públicos universales, bien financiados y de calidad, la ayuda a las personas y el apoyo al tejido productivo, como garantía de la solidaridad social. Nos oponemos a planteamientos asistenciales caritativos o marcados por el beneficio privado. No se pueden desviar impuestos y recursos públicos a organizaciones particulares.
Quien marca alguna de estas casillas detrae de los Presupuestos Generales del Estado el 0,7% de sus impuestos (el 1,4% si marca las dos) que subvencionan directamente a organizaciones privadas como son la Iglesia católica y ONGs, por lo que la hucha del Estado queda con menos dinero para atender gastos comunes tan necesarios en Sanidad, Educación, Asistencia social, Pensiones, Infraestructuras, etc.
En 2018, el 34% de los contribuyentes NO marcaron ninguna de las dos casillas. Los que marcaron a la Iglesia (32%) resultaron en 285 millones que los emplea casi en su totalidad para los salarios y seguridad social del clero, con una parte para financiar a TRECE TV y las campañas de publicidad engañosa de afirmar que marcando esta casilla se ayuda a la labor asistencial de la Iglesia cuando tan solo unos 6 millones dedica a Cáritas. Por su parte, las ONGs obtuvieron 330 millones a través de su casilla, de los cuales unos 115 subvencionaron a ONGs relacionadas con la Iglesia. Es decir, 615 millones salieron en total de las arcas públicas para organizaciones privadas, con 400 de ellos fueron por una u otra vía a engrosar las arcas de la Iglesia católica.
No hay razón para este trato de favor, menos aún con las carencias en Servicios Públicos, como en Sanidad por el coronavirus. Reforzar y garantizar los servicios públicos, lo común, es condición inexcusable.
Quien quiera aportar a la Iglesia católica o a Fines Sociales que lo haga de su propio bolsillo, adicional a los impuestos que le corresponda pagar, pero sin sacarlo de la hucha común de todos.
Europa Laica exige al Gobierno la denuncia y derogación de los Acuerdos del Estado con la Santa Sede de 1979, que son la causa principal de que se mantenga esta situación de privilegio.