El Estado aplica la Ley Mordaza tras el pasado 8M
El pasado 8 de marzo España vivió una jornada frenética donde las calles se llenaron al grito de “No a este sistema patriarcal”. La convocatoria de la huelga general durante el día de la mujer trabajadora, secundada por CNT y CGT, consiguió centrar todas las miradas en las reivindicaciones que exigían acabar con la discriminación que sufre la mujer en varios ámbitos como el laboral, estudiantil y de cuidados
Al igual que en el resto de España, en Almería se vivió un día lleno de movilizaciones. La primera concentración se produjo por la mañana, a la que nadie quiso faltar y donde se superaron con creces las expectativas.
Lo que comenzó como una concentración acabó en una gran marcha que cortó la principal avenida de la ciudad y donde cientos de personas pusieron en jaque tanto a la policía, como a las grandes superficies que no permitieron ir a la huelga a sus trabajadoras.
Durante el resto del día se realizaron actividades de información y de ocio por toda la ciudad culminando en una inmensa manifestación al atardecer. Tras una jornada sin incidentes la policía irrumpió al finalizar, identificando a dos participantes. Una de ellas ha sido acusada de alterar el orden público y tras aplicarle la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza, le han impuesto una sanción de 1000€.
Según cuenta la persona afectada: “Dos agentes vinieron directamente hacia mi mientras una compañera daba un discurso, y otras de nosotras portábamos botes de humo para hacer más visible el discurso, al ser de colores los mismo y dar vistosidad.
Cuando la policía nacional se acerca me exige que tire el bote al suelo, a lo que yo respondo que no, que esperen a que baje y lo tire al agua, para no causar malestar en la gente de mi alrededor con el humo, seguidamente, en un tono bastante brusco y hostil, me piden la identificación varias veces sin apenas darme ni tiempo de reacción, ni a entender que les hacía comportarse así, aun así les doy el DNI rápidamente, tras lo que proceden a apuntar mis datos. Durante este periodo las personas que estaban alrededor nuestra comenzaron a rodearnos pensado que me iban a llevar detenida por la actitud que estaba teniendo la policía hacia mi persona. Les pido que me dejen ver que escriben, ya que tardan bastante en apuntar mis datos, pero no me dejan ver nada. La gente sigue exigiendo que me dejen, que no he hecho nada, pero ellos siguen adelante y nos dicen que solo están cogiendo mis datos, que no hay nada más y proceden a irse.
Tras esto, la gente que había a mi alrededor comenzó a abrazarme y a darme su apoyo, lo que vino a confirmarme la solidaridad que existe entre compañeras”.
“Recibir la sanción de mil euros por desobediencia civil al principio fue un jarro de agua fría, ya que aunque me pidieron la identificación, nunca pensé que me sancionarían, ya que a mi entender no hice nada sancionable. Aunque es absurdo de lo que se me acusa, no es este el único motivo que me ha impulsado alegar, y pedir que se retire la sanción. El sentir tanta fuerza y apoyo a mi alrededor, ante esta situación injusta, a la cual no soy la única persona a la que este Estado esta sancionando, juzgando y encarcelando, me hace creer en mi lucha, la que comparto con muchas compañeras, y que tenemos que seguir luchando unidas”.
Tras esto numerosas organizaciones se han unido decidiendo responder y convocar movilizaciones por la sanción impuesta. El día 1 de junio se realizará una concentración en la capital donde se dará apoyo a todas aquellas personas que están sufriendo esta represión.
Esta actuación no es algo aislado y en diferentes puntos de España otras personas están sufriendo la aplicación de la Ley Mordaza por su participación en la huelga del 8M, por ello se ha lanzado el hashtag #YoTambiénFuiPiquetera donde cualquiera puede informarse de todas las personas que se han visto afectadas.