EQUO CLM pide medidas urgentes para evitar incendios como el de la planta de residuos de Chiloeches y nuevos daños ambientales
Afirma que hasta el río Henares llegaron residuos tóxicos, como demuestran las marcas en la vegetación y el chapapote encontrados en la desembocadura del Barranco de las Parras
Ante el incendio ocurrido el pasado día 26 en la planta ilegal de reciclaje de residuos tóxicos en Chiloeches (Guadalajara) en el que han ardido decenas de miles de toneladas de material acumulado, afectando al cauce del Río Henares, la Mesa de Coordinación Regional de EQUO CastillaLa Mancha, reclama medidas urgentes al Gobierno regional, para que incendios de este tipo no se repitan y evitar nuevos daños ambientales, como los que se producirían con el regreso de las lluvias o una tormenta en la zona.
Hasta la fecha, los trabajos de extinción del incendio todavía continúan, por lo que queremos trasladar nuestro reconocimiento y agradecimiento a todos los profesionales de los cuerpos de emergencias que han trabajado y continúan trabajando, no siempre con las mejores dotaciones, para tratar de paliar las consecuencias de este desastre ambiental, así como a los trabajadores de empresas del polígono y a éstas, por poner sus medios y esfuerzo, en los primeros momentos de la emergencia, para el mismo fin.
Trasladamos también nuestra solidaridad a la ciudadanía de las poblaciones afectadas, que ha visto alterada su vida por una amenazante nube tóxica, que se desplazaba arrastrada por el viento.
Así mismo, aplaudimos la decisión del Ayuntamiento de Chiloeches, por afrontar este problema con valentía y dictar el cierre y clausura de esta planta, por carecer de licencia de apertura e incumplir la normativa ambiental y de seguridad, como explica en este comunicado, emitido el día 26 de agosto, y que, como integrantes de la coalición Ahora Guadalajara, suscribimos íntegramente. http://provincial.ahoraguadalajara.co/index.php/noticias/noticiasprovincia/103comunicadodeahorachiloechesrespectoalincendiodelaplantaderecuperacionderesiduos
Con una emergencia todavía activa, desde Equo CLM consideramos que no es momento para el debate político sobre quién hizo qué, quién dejó de hacer qué, quién consintió qué o porqué, pero llegará este momento y trasladaremos nuestras propuestas con el fin de que un suceso de este tipo no se vuelva a repetir y acabemos con la sensación de impunidad, con la que parecen operar ciertos traficantes de residuos, en un sector donde el ciudadano y el pequeño productor pagan una tasa para que se gestionen los residuos, no para acabar pagando también los gastos de una emergencia y su coste ambiental.
Aunque confiábamos en que, después del incendio del cementerio ilegal de neumáticos de Seseña, habríamos aprendido la lección, y la información ayudaría a la población afectada, la comunicación del incidente de Chiloeches y de los consejos a la población ha sido mejorable.
Tratar de minimizar la gravedad de la situación, impide que se replanteen mejoras en el futuro para evitar repeticiones. En la sociedad del riesgo en que vivimos, la ciudadanía asume que puedan darse situaciones así, pero queremos saber a qué nos enfrentamos y qué hacer. La respuesta no puede ser que todo es normal, porque la falta de información, o la desconfianza en la recibida, también genera alarma. Prueba de esa falsa idea de que aquí no pasa nada, es la comprobación de que, en la desembocadura del Barranco de las Parras, al río Henares, llegó una cantidad indeterminada de residuos tóxicos. Así lo indican el chapapote que se desbordó del arroyo e inundó parte de las parcelas agrícolas limítrofes, las marcas negras en la vegetación e infraestructuras de evacuación que señalan la altura a la que llegó, las marcas de secado en las plantas más afectadas y el propio chapapote allí presente. La construcción de los diques de contención, a tiempo, evitó daños, aún mayores.
Por todo ello, exigimos medidas que impidan nuevos sucesos de este tipo. Las consecuencias no han sido aún más graves, por la labor de los servicios de emergencia implicados. Gracias a su labor, nuestro Henares sigue siendo un río, más o menos vivo, y la tan denostada vegetación de ribera cumplió su función al frenar la velocidad del chapapote arroyo abajo y actuar de filtro verde.