Redacción •  Actualidad •  31/10/2019

Los objetivos climáticos de la aviación podrían conducir a la deforestación de más de tres millones de hectáreas de selva

  • Ecologistas en Acción publica la versión en castellano de un informe de la organización Rainforest Foundation Norway sobre los impactos que provocaría el uso de biocombustibles en la aviación.
  • El informe concluye que si, tal como pretende, el sector de la aviación sustituyese el queroseno por biocombustibles, esto acabaría con más de de 3 millones de hectáreas de selva.
Los objetivos climáticos de la aviación podrían conducir a la deforestación de más de tres millones de hectáreas de selva

La organización de las Naciones Unidas especializada en aviación, la OACI, se ha propuesto un objetivo de reducción de sus emisiones de CO2 de un 50 % para 2050 (comparadas con las de 2005), sin limitar por ello su crecimiento. Para alcanzar este objetivo proponen la sustitución de los combustible de aviación convencionales (queroseno y otras mezclas procedentes del petróleo) por combustibles de aviación alternativos. 

En la actualidad existen diferentes tecnologías disponibles para producir combustibles de aviación alternativos. Pero la única que está disponible a nivel comercial es la HEFA (Ésteres y Ácidos Grasos Hidroprocesados, en sus siglas en inglés). Se trata de combustibles producidos a partir de aceites vegetales y grasas animales. 

Según Destino deforestación, el informe de Rainforest Foundation Norway que publica en castellano Ecologistas en Acción, las materias primas más baratas y disponibles en cantidades suficientes para producir combustibles mediante HEFA para aviación son el aceite de palma y el de soja, productos que ya están provocando gravísimos  impactos climáticos, destrucción de selva y quebrantamiento de los derechos humanos. Salvo que alguna regulación lo impida, la introducción de combustibles alternativos en el sector aéreo acabarán derivando en un aumento de la demanda de estos aceites, lo que empeorará la actual situación. 

Para cuantificar la situación el informe utiliza un análisis, perfilado por la propia OACI, en el que se muestra que una sustitución progresiva de combustibles convencionales por HEFA que conduzca a la total sustitución en 2050 necesitaría producir en 2030 35 millones de toneladas de aceite de palma, 3,5 millones de toneladas de productos derivados del aceite de palma (PFAD) y 35 millones de toneladas de aceite de soja solo para producir combustibles de aviación. Para comparar, la producción global anual de aceite de palma está cifrada en alrededor de las 70 millones de toneladas. 

El informe, que forma parte de la campaña Si es palma no es bio, concluye afirmando que la propuesta de la OACI de uso de combustibles alternativos tiene un alto riesgo de de inducir a un colosal aumento de las emisiones debidas a la destrucción de la selva tropical, además de conllevar una enorme pérdida de biodiversidad y amenazar a los derechos y la vida de las comunidades dependientes de la selva. 

Por el momento no existe ninguna alternativa viable que permita reducir las emisiones de la aviación. Por eso, desde Ecologistas en Acción se apuesta por un decrecimiento de este sector como único medio de reducir sus emisiones.


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