Comú de Lleida: 2 años de aprendizaje e intenso trabajo por la transparencia, la participación y el bien común
El Comú de Lleida en la Paeria: valoraciones a mitad de mandato
Llegados al ecuador del mandato 2015-2019, la agrupación de electores del Comú de Lleida presenta la memoria, recogiendo el trabajo realizado dentro y fuera del Ayuntamiento, así como una valoración del grado de cumplimiento del nuestro programa electoral. Es evidente que, con sólo dos concejales de un total de 27, nuestra incidencia en la acción de gobierno, la que tiene más efectos sobre la ciudadanía, no ha podido ser mucha, pero sí podemos presentar un balance de nuestra labor como oposición y como un nuevo actor político que también ha hecho propuestas y ha influido en la marcha del ayuntamiento y de la ciudad.
En estas próximas líneas, intentamos resumir cuáles han sido nuestras aportaciones, qué es lo que hemos conseguido, teniendo en cuenta que todo ha sido fruto de un trabajo colectivo: de las personas que están en el grupo municipal, concejales y personal de apoyo; de las que colaboran más activamente en la agrupación de electores; de las que nos han apoyado puntualmente, en las redes, en la calle o con aportaciones concretas; los otros grupos políticos, con los que hemos colaborado en muchas propuestas conjuntas o cercanas; y de toda la gente que se moviliza y actúa para cambiar las formas de hacer política en nuestra ciudad. Vaya por delante nuestro reconocimiento y agradecimiento a todas.
¿Qué hemos logrado en estos dos años?
Aprendizaje
Ciudadanos, electoras y electores recién llegados a la política institucional, seguramente el primer elemento a destacar es todo lo que hemos aprendido sobre el funcionamiento interno y las dinámicas del ayuntamiento, sobre la legislación, sobre lo que implica la gestión diaria, sobre los problemas que tiene nuestra ciudad y nuestra administración municipal y también sobre lo que funciona bien, sobre los límites de la autonomía municipal y sobre los límites de la política partidista. Un aprendizaje que hemos intentado compartir de forma abierta con documentación pública -como el manual de funcionamiento del ayuntamiento, entre otros- y con jornadas formativas, con especial atención a la formación sobre presupuestos y ordenanzas municipales.
Especialmente enriquecedoras han sido las numerosas reuniones que hemos podido mantener con entidades diversas de la ciudad (sindicales, empresariales, vecindario…). Encuentros que seguimos impulsando y que nos permiten conocer de primera mano múltiples visiones y propuestas sobre el funcionamiento de la ciudad.
Transparencia
De nuestros tres ejes programáticos, bien común, transparencia y participación, el de transparencia quizás sea en el que más hemos avanzado. Por convicción, ya que la transparencia es un requisito previo para la participación, para que las formas de gobierno sean más eficientes y reviertan en el bien común. Y porque es un ámbito donde se puede incidir aunque sea sin capacidad de gobierno. Junto con otros grupos conseguimos que el equipo de gobierno contemplara una nueva comisión de transparencia, aunque ha tenido unos resultados limitados. Más útil ha sido la Comisión de Garantías de la Información Pública (GAIP), organismo de la Generalitat al que hemos tenido que recurrir en múltiples ocasiones para conseguir información que el ayuntamiento era reticente a facilitar. Y se ha hecho también mucho trabajo de revisión de decretos municipales, contratos públicos y documentación diversa, que nos ha permitido hacer pública información que consideramos muy relevante: ¿cuál es la contratación pública que hace el ayuntamiento y con quién; el gasto en anticipos de caja; la composición del endeudamiento de la Paeria; detalles de los contratos de servicios públicos como el de radares y su seguimiento, entre los principales. En este ámbito también vale la pena recordar el informe que hicimos sobre el grado de cumplimiento por parte de la Paeria de las obligaciones que fija la Ley de Transparencia y que, al menos, ha servido para que el propio equipo de gobierno haya puesto en marcha una revisión de qué es lo que falta en la web de la Paeria y cómo se podría mejorar.
Bien común: la gestión de los bienes comunes y la garantía de una vida digna
La actividad del Comú de Lleida en este eje ha sido central, aunque seguramente podamos presentar pocos resultados concretos como la gestión de los bienes comunes y la acción municipal para garantizar el acceso a vida digna de los vecinos y vecinas de Lleida requiere una capacidad de gobierno que no tenemos. En este ámbito, por lo tanto, nuestra acción se ha dirigido a poner en la agenda pública estas cuestiones, a insistir en comisiones informativas, plenos, pasillos, jornadas, calle … en propuestas para mejorar y en críticas a lo nos parecía que no se hace bastante bien. En cuanto a gestión de bienes comunes, quizás destaca el trabajo en cuatro ámbitos: la Horta, la movilidad, la gestión de servicios públicos y el modelo comercial.
- Hemos trabajado intensamente en el tema de la Horta, que entendemos como un bien común particular de nuestra ciudad, que debemos cuidar y revitalizar. La propuesta de reglamento de usos de la Horta, en proceso; la creación de un banco municipal de tierras, aprobado a propuesta nuestra; las propuestas para mejorar el trato fiscal que sufren los residentes en la Horta con el IBI, que se topó con la inacción del equipo de gobierno, son algunos de los temas más importantes trabajados en esta línea.
- Respecto la movilidad en la ciudad, valoramos muy positivamente la colaboración con trabajadores del servicio de autobuses, con quienes trabajamos una propuesta para mejorar las rutas y ampliar el uso del autobús, sin encarecer su precio. La presentamos a la comisión de Urbanismo, aunque desgraciadamente el equipo de gobierno no la ha tenido en cuenta, como tan a menudo ocurre con las propuestas de la oposición. También se han hecho propuestas para impulsar el carril bici y conseguimos que se aprobara la inclusión de Lleida a la red de Ciudades que Caminan. Todo ello para incentivar el transposrt público y el no contaminante, y reducir el uso del vehículo privado, para conseguir una ciudad más limpia y más amable.
- En cuanto a los servicios públicos, nuestra acción ha ido encaminada al control y denuncia de un modelo de prestación privada de los servicios públicos, que ha sido característica de los gobiernos del PSC y que hemos visto que resulta cara e ineficiente para la ciudadanía. El análisis de los contratos de gestión de los radares y del agua nos han permitido denunciar los incumplimientos de contrato, en un caso, y el perjuicio económico para la ciudadanía, en el segundo. Y, junto con ERC y la CRIDA, hemos puesto sobre la mesa el debate de la remunicipalización de los servicios públicos, como una alternativa a una gestión privada que ha sido beneficiosa para unos pocos, cara para el vecindario, y que a menudo se hace con deficiencias en el control público y la transparencia de los gastos e inversiones.
- Sobre el modelo comercial que mejor puede satisfacer las necesidades de la ciudadanía, hemos defendido un modelo de proximidad, que no desprecie el pequeño y mediano comercio y que sea fruto de un debate abierto donde el sector pueda expresarse y ser escuchado.
El bien común se refiere también al bienestar común de la ciudad, de la mayoría de sus vecinos y vecinas. Y en esta línea, aunque el equipo de gobierno (PSC + C’s + PP) haya tumbado la mayor parte de nuestras propuestas para avanzar en la reducción de las desigualdades y la atención a las personas en situaciones más vulnerables, pensamos que nuestra acción ha sido útil para poner más presión al gobierno en este ámbito, para denunciar las limitaciones en su acción, y para poner en la agenda pública los graves problemas de pobreza que también afectan a nuestra ciudad. Propuestas sobre pobreza energética, sobre atención a temporeros, sobre bonificaciones fiscales, sobre programas de ayuda, sobre becas comedor, sobre atención a mujeres maltratadas, sobre políticas de igualdad… Acción en los barrios para dar a conocer los derechos sociales básicos, acción de denuncia de los incumplimientos en políticas de vivienda y sanción a pisos vacíos, de la segregación escolar y el maltrato de la escuela pública… no podemos estar satisfechas en cuanto que no hemos conseguido un cambio real en las políticas sociales de la equipo de gobierno en un tema tan importante y de justicia como este, pero sí es un ámbito al que hemos dedicado y dedicaremos muchos esfuerzos y donde intentaremos sumar a la acción, imprescindible, que se hace desde la sociedad civil y también desde otros grupos políticos para avanzar en esta línea.
Asamblea del Comú
Más participación ciudadana en la política municipal
Tercer eje de nuestro programa, pensamos que hemos contribuido desde distintos frentes a aumentar la participación ciudadana en los asuntos comunes. Desde nuestras asambleas y grupos de trabajo abiertos, donde se ha ido incorporando gente dispuesta a dedicar un poco de su tiempo a la política municipal; a las asambleas que hemos ido haciendo en todos los barrios, para recoger propuestas, apoyar el activismo del vecindario y compartir información; a la participación y difusión de otras plataformas de reivindicación política (como la Plataforma contra TTIP y el CETA, el Pacto Nacional por el referéndum, Casa nostra casa vostra, Lleida lliure de Franquisme…). Hasta acciones en el ayuntamiento más directamente dirigidas a abrir la institución a la participación ciudadana. En esta línea, junto con otros grupos políticos, conseguimos introducir el cartapacio la posibilidad de que las entidades ciudadanas pudieran presentar mociones al pleno municipal, una opción que ha sido ampliamente utilizada. Presentamos enmiendas a los presupuestos para introducir presupuestos participativos, enmiendas que fueron rechazadas pero que han contribuido a poner sobre la mesa esta opción ya que finalmente el ayuntamiento pusiera en marcha una propuesta en esta línea, aunque nos parece insuficiente y con un método que no es el nuestro. Tampoco hemos conseguido la modificación del reglamento de participación ciudadana, ya que, a pesar de ser el único grupo que ha hecho una propuesta completa en este sentido -dando cumplimiento al encargo del Pleno municipal que preveía aprobar un nuevo reglamento en el mes de enero de 2016- el equipo de gobierno no lo ha tenido en cuenta y ha paralizado todo el proceso de reforma de este reglamento.
Hemos cumplido con buena parte del programa electoral con el que nos presentamos en el 2015, y la planificación en abierto del calendario 2.017 que hoy hacemos pública debe permitirnos adentrarnos en el cumplimiento de la parte restante. La asamblea del Comú apostó por esta metodología basada en la política colaborativa para facilitar la participación en la articulación de nuestras propuestas políticas.
El fin del oasis leridano
No lo hemos hecho solas, pero sí hemos contribuido de manera importante a poner fin a nuestro particular oasis leridano, donde el PSC había conseguido acallar las críticas y hacer pasar por «el modo de siempre de hacer las cosas» unas prácticas que ahora se van revelando públicamente como ineficientes, poco transparentes, poco justas, que tienden a favorecer siempre los mismos y frenan el desarrollo innovador y justo de la ciudad. Valoramos que nuestra labor de oposición en el ayuntamiento, en la calle, en las redes sociales, ha roto muchos silencios, ha puesto luz en la opacidad de la gestión económica del ayuntamiento, ha puesto fin al dejar hacer sin control a unos gobernantes con vicios adquiridos después de tantos años en la institución y al borde de los poderes económicos. Durante estos 2 años hemos aprendido cómo funcionan las cosas y pensamos que hemos contribuido a aproximar un poco más la política a la ciudadanía. En este sentido hacemos una valoración positiva de la decisión de presentarnos como agrupación de electores. En todo caso, esperamos también sus críticas y valoraciones de nuestra labor para, entre todas, seguir aprendiendo y mejorando en el trabajo de esta agrupación de electores que, como siempre, está abierta a las aportaciones de quien desee colaborar para cambiar la manera de hacer política en nuestra ciudad.