Cargas policiales y detenciones en las protestas en Cataluña
Las protestas se extienden a lo largo de la mañana por todo el territorio catalán en protesta por la celebración del consejo de ministros del gobierno de Pedro Sánchez en Barcelona, en el aniversario de las última elecciones autonómicas que pusieron fin a la intervención de Madrid mediante la aplicación del artículo 155.
Un total de 23 tramos de carreteras permanecen cortados este viernes en Barcelona, Cataluña según las últimas estimaciones del Servicio Catalán de Tránsito (SCT, por su sigla en catalán), mientras se están produciendo los primeros cortes de circulación en las calles de la ciudad española.
Con motivo de la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona, grupos independentistas catalanes están cortando carreteras y autopistas con barricadas, neumáticos quemados, árboles cortados o concentraciones de personas.
Al mismo tiempo, se están produciendo dos concentraciones independentistas que cortan la confluencia de la avenida Diagonal con el paseo de Gràcia y la Gran Via de Barcelona, según informó la Guardia Urbana.
Un centenar de plataformas pretenden «paralizar Cataluña» para demostrar su rechazo a la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona.
El desafío de orden público es de tal envergadura que, a diferencia de lo que ocurrió durante el referéndum del 1-O, el Ministerio del Interior y la Generalidad catalana esta vez sí acordaron que todo el operativo de seguridad sea coordinado por una sala conjunta, en la que estarán presentes mandos de los Mossos, Guardia Civil y Policía Nacional.
En torno a mediodía, fuentes de los Mossos d’Esquadra comunicaban la detención de al menos siete personas en las calles aledañas a la Rambla, en Barcelona. Según las fuerzas policiales, las detenciones se produjeron tras un enfrentamiento con algunos grupos de manifestantes que estaban lanzando objetos. A pesar de los altercados, la jornada de reivindicación continúa con aparente normalidad en el resto de puntos de la capital catalana.
Una decisión controvertida
La decisión de celebrar una reunión ordinaria del gabinete ministerial en Cataluña fue anunciada el pasado 12 de noviembre por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que consideró la visita del Ejecutivo a Barcelona como un acto normal del que ya existen precedentes. En efecto, el Consejo de Ministros ya se reunió en Sevilla a finales de octubre y desde Moncloa no descartan una agenda itinerante que contenga visitas a todas las Comunidades Autónomas del país.
Sin embargo, la fecha de la visita a Cataluña es especial y ciertamente controvertida. La reunión de los ministros en Barcelona está prevista –y ha sido recientemente confirmada– para el día 21 de diciembre, cuando se cumple exactamente un año de las últimas elecciones autonómicas catalanas, convocadas por el Gobierno del expresidente Mariano Rajoy tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española, que suspendía la autonomía de Cataluña.
En un momento en el que otra intervención de la autonomía catalana se perfila como una posibilidad, esta visita del Consejo de Ministros adquiere matices perturbadores para las fuerzas independentistas que gobiernan la Generalitat. De hecho, el Ejecutivo catalán, a través de su portavoz, Elsa Artadi, declaró que percibía «un punto de provocación» en la presencia del Gobierno español precisamente en esa fecha, y se apresuró a afirmar que garantizarían la seguridad de la visita, pero también el derecho a la protesta.