El PCE-EPK denuncia la actuación de brutalidad policial hacia una militante de Gazte Komunistak durante el pasado sábado en Bilbao
El PCE-EPK denuncia la actuación de brutalidad policial hacia una militante de Gazte Komunistak durante el pasado sábado en Bilbao.
Los hechos sucedieron la madrugada del pasado sábado durante la celebración de la Aste Nagusia en Bilbao, donde una militante de la organización juvenil Gazte Komunistak presenció y posteriormente sufrió una actuación de brutalidad policial en plena calle.
Según relato de la organización juvenil, la madrugada del sábado 27 de agosto, una militante de Gazte Komunistak volvía de estas fiestas. Al llegar a la Plaza Nueva, ve a un joven de nacionalidad extranjera entrar corriendo en la plaza seguido de 4 ó 5 hombres de paisano que lo inmovilizan contra una fachada y comienzan a «proferir insultos racistas diciéndole que devuelva el móvil que presuntamente habría hurtado», mientras extraen todas las pertenencias a la fuerza. Tras ver cómo lo tumban boca abajo en el suelo a pesar de que no estaba oponiendo resistencia, la chica les increpa que no es necesario ese trato. Según los jóvenes comunistas vascos, «los hombres comienzan a golpear al joven en la cara mientras lo mantienen inmovilizado por los brazos», y uno de ellos responde que ellos son la policía. En ese momento, el joven tenía tres hombres encima, uno de ellos presionando su cuello con fuerza con el antebrazo mientras él pide ayuda a nuestra militante. Ella pide que se identifiquen en dos ocasiones, y el agente se niega hasta finamente mostrar en su cartera su identificación como policía, pero no su número de placa.
La policía pide a la chica identificarse y responde que accede pero que, por su seguridad, grabaría toda la conversación; y les indica que es trabajadora de una institución que vela por los derechos fundamentales. Según la joven, insiste en que no es necesaria esa desproporcionalidad y la mandan callar.
En el momento en el que saca el móvil para grabar, el mismo agente la agarra violentamente del brazo estampándola abruptamente contra la pared, golpeándole la cabeza y la espalda en el proceso, y lanza su móvil al suelo. Simultáneamente, llegan alrededor de 5 ó 6 personas más a la plaza, también policías (probablemente de la Policía Municipal de Bilbao, ya que en ningún momento ninguno se identifica y todos van de paisano). Vuelven a pedirle la identificación, reitera que no se niega pero que quiere grabar todo, y el agente le arranca violentamente el bolso, provocándole el hematoma y la rozadura consiguientes. Tras identificarla, la informan de que está denunciada por «obstrucción a la justicia» y por supuestamente llamarlos «hijos de la gran puta», algo que «en ningún momento pasó», denuncia la organización juvenil. Le devuelven sus pertenencias y va al hospital para solicitar un parte de lesiones.
El PCE-EPK denuncia «públicamente una actuación desmedida de los cuerpos policiales en Bilbao. En primer lugar por motivos raciales, excediéndose en las formas con un joven por ser de origen magrebí, y a continuación hacia nuestra militante, única testigo presencial, por intentar detener esta brutalidad.»