Abren expediente y amenazan con multa por “faltas de respeto a la policía» en el lema de una concentración en el Barrio San Francisco, Bilbao

Comunicado

Nuestra intención es firme y es visibilizar y cuestionar la cantidad desmedida de agentes de la Ertzaintza y de la Policía Municipal que están todos los días en el Barrio de San Francisco en Bilbao. Asimismo, denunciar los cacheos, las paradas por perfil étnico, las intimidaciones, el hostigamiento, los desalojos ilegales, la retención y la detención de personas en situación administrativa irregular.

Ayer nos concentramos por segunda vez en la Plaza Fleming como parte de nuestra campaña “Fuera Racismo de Nuestros Barrios” en la que denunciamos la discriminación y la persecución por parte de los cuerpos policiales a las personas racializadas, en particular de los jóvenes migrados y racializados.

Antes de la hora acordada para la concentración ya esperaban dos furgonetas, dos coches, y cerca de 24 agentes (y algunos de paisano) de ambos cuerpos policiales desplegados por el área. Cuestionamos la necesidad de que se pierdan tantos recursos en una actividad donde había cerca de 40 personas ejerciendo el derecho a la manifestación, cuando esos recursos podrían estar destinados a propuestas para una convivencia sana e intercultural, a reforzar los programas de acogida, a invertir en salud pública, a no cerrar ambulatorios y a implementar programas de viviendas dignas para las personas en situación de calle.

Es paradójico que justo cuando denunciamos la militarización del barrio haya tal magnitud de despliegue policial que no hace otra cosa que darnos la razón. Transcurridos unos 15 minutos, una pareja de agentes de la Ertzaintza se acercó para comunicar que nuestra organización incumplía con lo establecido en el permiso de concentración, debido a que la actividad solo podía mencionar el racismo institucional. Además de comunicar que nos abrían un expediente, nos refirieron que las consignas “la policía discrimina” y “la policía es racista” faltaban al respeto, porque eran consideradas un insulto hacia los cuerpos policiales y que si continuábamos, lo iban a tener en cuenta en la sanción administrativa.

La policía y los cuerpos de seguridad del Estado son instituciones públicas. El racismo institucional no es una metáfora, no es una opinión y mucho menos es un insulto. Es un sistema de dominación bien documentado y que sustenta las desigualdades que oprimen a las personas migradas, racializadas, afrodescendientes y gitanas. Las prácticas policiales racistas son parte de una política discriminatoria. El racismo policial queda evidenciado en el casi 70 por ciento de todas las denuncias por racismo institucional que recibimos en la Oficina de SOS Racismo Bizkaia. Además, desde Europa ya se ha reconocido que las prácticas racistas -como son las paradas por perfil étnico- son generalizadas dentro de los cuerpos policiales de los estados europeos.

¿Cómo es posible que decir “la policía es racista” pueda ser penalizado y multado, pero en cambio cuando la policía dice abiertamente insultos racistas quede totalmente impune? Entonces, cuerpos de seguridad del Estado, reconózcanse en la realidad de ser una institución opresora, en su racismo y en su fragilidad blanca. El primer paso es reconocer que son partícipes de un sistema racista y a partir de ahí, fomentar unas sociedades que avancen, aprendan y convivan mejor.

Desde SOS Racismo Bizkaia reiteramos que es excesiva la presencia de los cuerpos policiales en el Barrio de San Francisco. Denunciamos la criminalización que se ejerce contra las personas racializadas que viven allí, y defendemos el derecho a la libre manifestación. Decir que son racistas no es un insulto, es una realidad.

Euskera