El Ayuntamiento no tiene ningún plan para nuestros barrios de Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala (y la situación empeora)
Como venimos denunciando ya desde hace demasiado tiempo, el Ayuntamiento coloca sus prioridades en el centro económico y urbanístico de la ciudad y se olvida de los barrios donde vive la mayoría de la población bilbaína y margina a aquellos que, como los nuestros, concentran exclusión social, pobreza y desesperanza.
Comunicado Coordinadora de Grupos de Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala
En mayo de 2016, el Ayuntamiento de Bilbao presentó públicamente un proceso por el que se comprometía a diseñar un plan de intervención especial en nuestra zona. Tras varios años sin una acción planificada, integral y efectiva en unos barrios que siguen soportando las mayores cotas de pobreza de la ciudad y concentrando diversas problemáticas sociales, económicas y urbanísticas, se preveía la identificación de una “Agenda de actuaciones BLV 2016-2019” que hiciera frente a dicha situación.
Este proceso fue presentado tanto al vecindario como al tejido organizativo social, vecinal y económico de los tres barrios a los que, en un proceso de enormes carencias desde el punto de vista de la participación ciudadana, se les dio la posibilidad de participar en una serie de encuestas para identificar las acciones a desarrollar en dicha agenda. Dicho proceso concluyó con una jornada que se celebró en la Plaza de la Cantera el 4 de noviembre de 2016 y donde se dio una última oportunidad para realizar aportaciones y/o priorizar intervenciones.
Un año después, en noviembre de 2017, no contamos con un documento que recoja la propuesta de intervención de la “Agenda de actuaciones BLV 2016-2019”, habiéndose perdido ya casi dos años del periodo propuesto para su desarrollo. Y no tenemos ninguna noticia a pesar de que antes de verano obtuvimos el compromiso tanto del Alcalde Juan María Aburto, como del Concejal encargado de la intervención en nuestra zona, Xabier Ochandiano, de que tras el periodo estival contaríamos con el documento definitivo para su contraste y posterior presentación pública.
Este hecho, nos indica, una vez más y como viene siendo habitual en los últimos años, que el Ayuntamiento no tiene voluntad política para hacerse cargo de las problemáticas que nuestros barrios sufren, que no está en su agenda de prioridades y que no ha puesto los recursos técnicos y económicos necesarios para impulsar un plan especial de intervención que la zona urgentemente necesita. Un plan que tenga un carácter integral (para hacer frente a las múltiples problemáticas existentes), interinstitucional (que coordine realmente las acciones que debieran acometer Gobierno Vasco, Diputación Foral de Bizkaia y el propio Ayuntamiento) y participativo (contando con el vecindario y con las diversas organizaciones que componen el tejido asociativo de la zona). Un Plan de estas características debiera tener su reflejo en una acción coordinada por parte de las diferentes áreas del Ayuntamiento, contar con instrumentos propios y también con presupuesto específico. Ninguna de estas condiciones consideramos que se estén teniendo en cuenta, al menos tal y como lo reflejan los presupuestos municipales presentados recientemente.
Por desgracia, y como venimos denunciando ya desde hace demasiado tiempo, el Ayuntamiento coloca sus prioridades en el centro económico y urbanístico de la ciudad y se olvida de los barrios donde vive la mayoría de la población bilbaína y margina a aquellos que, como los nuestros, concentran exclusión social, pobreza y desesperanza. Mientras el Ayuntamiento planifica grandes actuaciones para equipamientos pensados para el turismo, la atracción de inversiones extranjeras para empresas de alta cualificación y negocios de lujo, la concentración de eventos internacionales de impacto más que cuestionable en el bienestar local… nuestros barrios se sumen en procesos de deterioro y degradación de difícil recuperación. Es la ciudad de postal, frente a la ciudad real, la de sus habitantes, que en muchos casos están excluidos del supuesto desarrollo y bienestar aparente que el Ayuntamiento preconiza.
Tal vez este Ayuntamiento considere que el hecho de que alguna de nuestras calles se haya puesto de moda con una ambiente hostelero moderno y de postín o que comience a especularse con cada vez más viviendas para el negocio del turismo, sean signos de rehabilitación de la zona. Sin embargo la realidad no engaña:
más del 40% de desempleo, que se incrementa aún más entre la población joven;
cerca de la mitad de las personas desempleadas no cobran ningún tipo de subsidios;
concentración del mayor número de prestaciones económicas como la RGI y AES (tanto de la ciudad, como de toda la CAV) que ni siquiera cubren las necesidades de toda la población que las requiere;
ausencia de recursos suficientes para hacer frente a las problemáticas sociales y al ejercicio de los derechos sociales básicos de ciudadanía;
una renta media por persona y año que es una cuarta parte de la existente en el barrio de Abando;
alrededor de 1000 viviendas y más de 600 lonjas vacías;
graves carencias en la intervención educativa tanto formal (en la escuela) como no formal en la calle;
problemas de habitabilidad y de hacinamiento en algunas viviendas;
ausencia de recursos, equipamientos y programas dirigidos al fomento del encuentro y la interculturalidad, para la juventud o para las mujeres;
existencia de un número importante de personas mayores, solas, con bajos recursos que a penas tienen conexión con la comunidad;
etc.
Así, denunciamos una vez más el estado de abandono que por parte de las instituciones nuestros barrios sufren, así como la ausencia de voluntad política real para intervenir de forma eficaz. Necesitamos una intervención planificada, de carácter especial, integral e interinstitucional, con la participación del vecindario y del tejido asociativo de los barrios. Necesitamos recursos propios, instrumentos técnicos, equipamientos y un presupuesto específico para dicha intervención. Estamos ya muy cansados y cansadas de ver como crece el deterioro de la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas, de la ineficacia de la intervención institucional, de la parálisis municipal incapaz de enfrentar esta situación.
Desde la Coordinadora de Grupos, además de denunciar esta situación, siempre hemos presentado numerosas aportaciones para impulsar la intervención que necesita nuestros barrios y, a pesar del ninguneo a que nos someten, hemos tendido la mano a la colaboración y al trabajo compartido con el Ayuntamiento. Concretamente, en octubre de 2016, presentamos más de 100 “propuestas para mejorar nuestros barrios” en 10 ámbitos: (1) la consideración especial de la zona, (2) dinamización comunitaria,
impulso de la diversidad, (4) necesidades específicas de las mujeres, (5) inclusión y derechos sociales, (6) educación, (7) desarrollo económico local, (8) equipamientos y recursos necesarios, (9) urbanismo y espacio público y (10) cultura.
Así mismo, y en nuestros encuentros recientes con representantes municipales, hemos incidido en la urgencia de intervenir en (1) la lucha contra la exclusión y la defensa de los derechos sociales a través del refuerzo de los servicios públicos responsables (Lanbide y Servicios Sociales de Base), así como a través del apoyo a la red de recursos asociativos que trabajan en ese ámbito; (2) el impulso de planes de fomento de la convivencia, la educación ciudadana y el cuidado de los espacios públicos; (3) el apoyo a la realización del proyecto de la Casa de las Mujeres de los barrios; (4) el refuerzo de los planes de intervención educativa, promoviendo un escuela pública de calidad, euskaldun e integradora, así como aumentando los recursos públicos y asociativos en el ámbito de la educación no formal en el tiempo libre; (5) el impulso de un Polo de Economía Social y Solidaria que refuerce las iniciativas de emprendizaje social e integración laboral y económica en los barrios, así como un centro de referencia en toda la Comunidad Autónoma y (6) el fomento de intervenciones, equipamientos y espacios para el encuentro, el mestizaje y el fomento de la interculturalidad.
Fue también a finales de 2016 cuando desde la Coordinadora impulsamos una acción en la que renombramos nuestros espacios urbanos y sociales colocando placas que representaban buena parte de esas propuestas. Necesitamos que el Ayuntamiento se comprometa para que dichas reivindicaciones, propuestas y sueños de unos barrios renombrados como dignos sean realidad.