La Plataforma Aramaixo Bizirik rechaza la campaña de lavado de imagen de Statkraft y Krean sobre los parques éolicos Itsaraz y Piaspe y alerta de su pernicioso impacto social y ambiental
El colectivo tacha de «pura propaganda» las actuaciones de la multinacional noruega, que ha recurrido a una empresa de ingeniería del Grupo Mondragón para «socializar» con la población de las zonas afectadas por ambos proyectos.
La plataforma vecinal, que ha presentado centenares de alegaciones contra el proyecto del parque eólico Itsaraz que evidencian la mayoritaria oposición social, instó en verano al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a no aprobar el estudio informativo del proyecto ni llegue a declararlo de interés general, emitiendo una Declaración de Impacto Ambiental Negativa.
Statkraft y Krean, por su parte, han firmado un acuerdo de colaboración para «definir y ejecutar» una «fórmula de convivencia» para que los cuestionados parques eólicos Itsaraz y Piaspe sean «comprendidos e integrados en la sociedad».
Aramaixo Bizirik, sin embargo, considera que la actuación de ambas empresas no es más que una campaña de lavado de imagen y «pura propaganda» y que proyectos como el del parque eólico Itsaraz tendrán «incuantificables afecciones» sobre la población y la biodiversidad de Aramaio y el Alto Deba, pues los 8 aerogeneradores de 200 metros previstos lo convertiría en la mayor central eólica proyectada en Euskadi «distorsionando totalmente» el paisaje de Aramaio y sus alrededores.
El colectivo denuncia, además, que más allá de la idílica realidad presentada por Statkfraft y Krean, «se industrializarán 782 hectáreas de bosques y montes«, y un tendido eléctrico de alta tensión evacuará la electricidad generada cruzando Besaide afectando gravemente al entorno.
Más allá de las promesas vendidas por la multinacional noruega y la Corporación Mondragón, la plataforma considera que ambos parques eólicos «contribuirán al empobrecimiento del medio rural y afectará gravemente a la calidad de vida de todos en favor del interés económico de unos pocos, con la excusa de una transición energética urgente que quieren pintar de verde».