Salvemos Cabana lamenta la falta de integración con el paisaje del nuevo acceso al Castro de Borneiro
La asociación considera que la escalera de hormigón instalada en octubre de 2017 y financiada con dinero público, "ha desfigurado completamente la esencia de un paraje singular en muy buen estado de conservación".
Para el colectivo, «resulta inconcebible que de todas las posibilidades que podían haberse tenido en cuenta para mejorar la accesibilidad del yacimiento, los responsables de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de A Coruña hayan optado por la de menor integración con el entorno», criticando la pretensión de los impulsores del proyecto de que el color «gris antracita» de la obra se «difumina» con el paisaje.
Además, critica, al igual que ya han hecho constar otras entidades, el hecho de que el el alcalde del PP José Muíño haya dado el visto bueno a la obra «sin mayores problemas», lo que «una vez más vuelve a indicar cual es el actual planteamiento sobre la conservación y puesta en valor del patrimonio cultural que atesora Cabana».
Salvemos Cabana defiende que la preservación de bienes culturales como el Castro de Borneiro «supone primar la conservación y la integración en su entorno» en vez de «la fiesta permanente en la que algunos parecen haberse instalado». Por esta razón, la asociación ha solicitado a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural una reforma del acceso inferior al enclave que permita paliar los efectos de la invervención en el entorno del yacimiento arqueológico.
Salvemos Cabana ha recordado además en su petición que el Convenio Europeo para la protección del patrimonio arqueológico firmado en la Valeta (Malta) en 1992 y ratificado a nivel estatal reconoce que «la necesidad de proteger el patrimonio arqueológico debe quedar reflejada en la ordenación urbana y rural y en las políticas de desarrollo cultural» y que hay que asegurar «que la apertura al público de emplazamientos arqueológicos, especialmente cuando se requieran medidas de infraestructuras para la acogida de gran número de visitantes, no afecte negativamente al carácter arqueológico y científico de tales emplazamientos y de su entorno».