La Xunta declaró de especial interés el parque eólico Mouriños obviando informes que alertaban del impacto negativo sobre la actividad turística de la Costa da Morte
En diciembre de 2012 el jefe de servicio de Investimentos y Supervisión Técnica Turística de la Administración gallega emitió un informe acerca del proyecto, que entonces proyectaba la instalación de un total de 11 aerogeneradores de menor potencia en la Serra do Gontón, en Cabana de Bergantiños, frente a los cuatro de grandes dimensiones propuestos ahora por Gas Natural Fenosa.
El texto reconocía que «la zona posee mucha importancia turística» que se podría ver afectada por la instalación, produciendo además «una afección sobre los valores paisajísticos, por lo que el impacto de la actuación es también de competencia medioambiental», concluyendo además que el proyecto tendría «una influencia destacable en el turismo específico de la zona», por lo que recomendaba la realización de un estudio de impacto turístico, «por la proximidad de áreas de gran importancia turística de la comunidad».
Haciéndose eco de esta situación el diputado de En Marea Marcos Cal ya advirtió en el Parlamento de Galicia a finales de febrero que aunque el proyecto eólico Mouriños haya sido modificado, de once aerogeneradores de menor dimensión se ha pasado a cuatro aerogeneradores que triplican el volumen de los anteriores, «lo que parece que no mejora mucho la afectación paisajística», pues «en vez de once pequeños tenemos cuatro gigantes», por lo que la valoración del informe sigue plenamente vigente.
Cal recordó entonces que la instalación de parques eólicos se puede hacer «pensando en el interés general, el retorno social y la protección paisajística, patrimonial y medioambiental» o puede hacerse como quiere el PP con el proyecto eólico Mouriños en Cabana o el Pena Forcada-Catasol II en Laxe, que suponen «agresión paisajística, migajas de retorno social y negocio redondo para las multinacionales eléctricas». Así, quienes ganan son las grandes corporaciones y los facilitadores mientras «pierde la ciudadanía», pues «es evidente que la instalación de estos gigantescos aerogeneradores conllevan más perjuicios que beneficios para Galicia».