Los recortes sanitarios impuestos por Alberto Núñez Feijóo en la última década dejan a Galicia desprotegida ante el coronavirus
El líder del PP gallego tira de propaganda y anuncia tras el Consello de la Xunta del viernes una aportación urgente de 51,5 millones de euros para intentar atajar la crisis provocada por el COVID-19 después de más de diez años de recortes y privatización en los servicios públicos esenciales y la precarización de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras del ámbito sanitario.
En plena crisis global provocada por la pandemia, el presidente del la Xunta ha anunciado que Galicia contará con 274 nuevas plazas de cuidados intensivos y que reforzará los equipos de detección, los recursos humanos en los hospitales y en el 061 y los profesionales en el área de salud pública.
La reacción de la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública ha sido inmediata y contundente considerando el hecho como «burla» y «provocación» por la supuesta preocupación de un presidente que dice ahora «que va a realizar justo lo contrario de lo que ha venido haciendo en los últimos diez años» al recortar el presupuesto y el personal del sistema sanitario público, desmantelando la atención primaria y los hospitales comarcales, derivando miles de pacientes a centros privados concertados y marginando los servicios de salud pública y de salud mental y poniendo en manos de grandes multinacionales los recursos necesarios para planificar, informar e investigar los recursos sanitarios y poder hacer frente a situaciones de emergencia como la actual.
Desde el colectivo, recuerdan que el Servicio Galego de Saúde (SERGAS) recortó el presupuesto en más de 1.000 millones de euros, suprimiendo 513 plazas de personal médico, 184 de enfermería (hasta un total de 1.121 en todas las categorías) y 450 camas hospitalarias incrementando el concierto con hospitales privados que ya presan el 25% de la atención sanitaria que le correspondería a la pública.
Para la asociación «sólo los recursos de la sanidad pública que no tienen la finalidad de hacer negocio empresarial privado son los que pueden garantizar y proteger la salud de la población y hacer frente a emergencias sanitarias como la actual» y recuerdan que «aunque son momentos de cerrar filas» es momento de exigir una rectificación real de la política sanitaria de la Xunta «para poder dar una respuesta adecuada a esta crisis y a cualquiera de las que puedan presentarse en el futuro».