Es conocido el dicho de que la historia la suelen escribir los vencedores. El propio título de esta historia, “Guerra Civil Española” ya por si mismo carga un contenido ideológico partidista, para nada es objetivo, pues pretende ocultar su auténtica naturaleza, que no fue otra que una manifestación radical de la LUCHA DE CLASES. Una lucha de intereses económico – políticos entre la clase burguesa y la clase trabajadora, entre la burguesía mas recalcitrante y el pueblo llano trabajador.
Los vencedores, serán quienes escriban la historia. Es decir que la historia será escrita en función de sus intereses económicos- políticos. Aquella guerra desencadenada por Franco fue, simplificando, una confrontación o guerra de intereses económicos entre dos clases sociales. Fue, una típica manifestación de una omnipresente lucha de clases latente permanentemente a lo largo de toda la historia de la humanidad. Donde el factor determinante siempre ha sido el vil metal. El ridículo termino de “Cruzada” fue una de las muchas estupideces ideológicas que el bando fascista empleo para justificar su intervención y sus atrocidades criminales. Pero si queremos ser objetivos en el conocimiento de la historia, debemos desechar la perversa intencionalidad manipuladora de aquella versión escrita por los franquistas, con la única intención de JUSTIFICAR lo injustificable. Pues aquello fue un gran genocidio contra una población sin apenas medios para defenderse. Todo por un solo motivo, no permitir que las clases populares gobernasen, con su propio gobierno popular, elegido democráticamente, y a favor de un pueblo trabajador terriblemente depauperado y ninguneado por unas burguesías ambiciosas y canallas. No lo podían permitir porque las tasas de ganancia y de poder político iban a ser drásticamente sentidas por aquellas burguesías ya muy acostumbradas a mantenerse en el poder.
No olvidemos nunca que la matriz que suelen motivar históricamente todas las guerras siempre ha tenido detrás y como motivación dominante, la económica, siempre vestida, decorada, más bien de “sublimes “y puras intenciones, porque históricamente el factor económico precede siempre al factor ideológico, es más, el primero suele condicionar todos los demás factores.
Y no es de Perogrullo insistir en que el concepto de “verdad histórica” suele ser relativo a la clase social que tiene el poder. Y con esto no estoy afirmando que la “verdad histórica” no existe, existe si pero es relativa a la clase se social que la promueve. La verdad histórica existe, ciertamente y la veremos cuando la narración histórica es objetiva y positiva. Y la conoceremos cuando dicho concepto, aplicado políticamente beneficia a la inmensa mayoría de la población en perjuicio de una minoría, porque el factor mayoritario, el que conforma la mayoría de la población, es el factor determinante de la democracia. Es ahí cuando estaremos hablando en términos políticos sobre la verdad y la justicia y no sobre otra cosa.
Es fácil posicionarse con una realidad “justa “situándonos ideológicamente en cualquier escenario velico, cosa que, aunque todas las contiendas tienen un componente ideológico además del inevitable factor económico, sus narradores cuando son perversos, con frecuencia lo ocultan intencionadamente. Pues les desenmascara cuando su intencionalidad es canalla.
Todos felices y contentos, la «izquierda» la derecha, incluso la «zurda», todos felices habían conseguido engañar al pueblo tras cuarenta años de franquismo que Franco había muerto, y que había llegado la hora de la democracia. En un rincón, no visible, las siniestras manos americanas, se las frotaba satisfecho por su labor de «democratizar» el franquismo. El estratégico territorio español seguiría siendo controlado por las bases americanas de los EUA.
Y alguien se puede preguntar ¿Por qué, a lo que fue una evidente lucha de clases, los republicanos no la denominaron tal lucha de clases? Pues personalmente no lo sé, quizás porque perdieron la guerra y ese sería un trabajo posterior al final de la contienda que sería efectuado por los historiadores titulados, que una vez en una situación de paz podrían escribir la historia desde una perspectiva más sosegada y equilibrada. O quizás porque en el bando republicano la ideología dominante nunca fue el marxismo. Esta fue una realidad que los franquistas tergiversaron descaradamente atribuyendo al marxismo como la ideología dominante en dicho bando. La ideología dominante en el bando republicano siempre fue la defensa de lo que se entendía como una República puramente democrática desde una perspectiva de la democracia burguesa y que aunque que parezca contradictorio – que lo fue – fue la propia democracia burguesa y sus libertades el ideario que defendían los republicanos, es decir se luchaba por el ideario republicano, y no por el ideario comunista, tal y como lo aseguraban los franquistas. Se reconocía y aceptaba la Republica burguesa y sus libertades, su ordenamiento jurídico, incluido su sistema electoral, y lo principal, la aceptación de todas sus normas legales . Es cierto que en el bando republicano , una vez que se dio rebelión de Franco ,se dieron una amalgama de ejércitos batallones, compañías etc. bastante diferenciados ideológicamente unos de otros , tales como anarquistas , tronquistas, nacionalistas, vascos y catalanes etc. y las formaciones militares típicamente republicanas del ejército español que permaneció fiel a la Republica, y que en algún momento crearon problemas de disciplina derivados de las ideologías diferenciadas, pero fueron todas ellas solucionadas .Este no fue el motivo de la derrota republicana, lo fue la enorme superioridad en tecnología militar de la que el bando fascista tenia ,y fue constantemente suministrada no solo por los gobiernos fascistas de Alemania e Italia , sino por otros muchos comerciantes burgueses simpatizantes del fascismo.
Porque, al contrario de la verborrea franquista, Los que lucharon por la democracia y la libertad, conceptos que solo son reales cuando su aplicación abarca y es aplicables a la inmensa mayoría de la población, fue el bando republicano. La historia de aquella guerra que escribieron los fascistas ha sido además de infantil y rocambolesca, propia de mentes retorcidas y atrasadas, situadas en un mundo de otra época. Su prepotencia fascista parece que les estimulaba a escribir lo que les venía en gana. Y me estoy refiriendo a la narrativa que hacían recién terminada la contienda, desde la prensa hasta en los catones de las escuelas para niños. En realidad, todos éramos niños, menores de edad, a los niños para educar y a los adultos reeducar. Y así nos “educaron” a todas las generaciones sometidas en aquella España de pesadilla, donde ser libre era prohibido.
Aquella guerra podemos simplificarla situando a cada bando en su lado correcto. Por un lado, los defensores de la legalidad republicana sus valores democráticos y los propios derechos del pueblo trabajador conquistados a través de las urnas, y en frente, los intereses de las burguesías oligárquicas, terratenientes y demás sectores de la burguesía radical descontentas con el resultado democrático de las urnas, que beneficiaba al pueblo llano en su prejuicio. Porque es sabido que en la economía política lo que beneficia a la burguesía, enflaquece a los trabajadores y lo que beneficia a los trabajadores perjudica a los empresarios, en esta relación nunca podrá haber equilibrio. Y ante estas realidades las burguesías hispanas emplearon sus tradicionales y peculiares “argumentos” de la fuerza bruta y fascista. La burguesía, nunca suele contar el auténtico motivo de sus guerras y no lo hace porque son indecentes, lo que hace siempre es inventarse un subliminar motivo para justificarlas, en este caso fue si ridícula “Cruzada”. Y así la sublevación de Franco fue para recuperar por las armas la pérdida del poder político de la CEDA, aquella coalición de partidos de derecha surgidos para competir a un Frente Popular izquierdista.
Es por eso por lo que se sublevaron, para recuperar el control del Estado y del gobierno. Y así el enemigo era el propio pueblo trabajador que luchaba por sus intereses, unos intereses que se traducían en conseguir unos derechos de justicia y libertad, de unos derechos conseguidos democráticamente por las urnas. Franco representaba los intereses de las burguesías y de los terratenientes que habían sido alterados tras perder las elecciones, y aunque lo perdieron democráticamente lo iban a conseguir por la fuerza bruta el dominio y el terror.
El enemigo de la burguesía y de su caudillo Franco, sería el propio pueblo descontando sus clases altas y adineradas burguesías. Sería la inmensa mayoría del pueblo que fue la beneficiada por la victoria del Frente Popular. Con este ejemplo tenemos una clase práctica sobre la “lucha de clases”. Franco no tendría el más mínimo escrúpulo de bombardear una o cien poblaciones si con ello las conseguía dominar y vencer, que es en realidad lo que hizo el muy salvaje, porque el pueblo llano nunca seria su aliado, sino su enemigo sencillamente por ser el beneficiado de las políticas del Frente Popular. ¿Porque si no Franco bombardeaba tantos pueblos y zonas pobladas? Para Franco y para todo fascista, el concepto de pueblo es sinónimo de plebe a la que se precisa domesticarla para que sea utilitaria para sus patrones y amigos los burgueses. Sería, para e Caudillo, una especie de paquete compuesto por comunistas, anarquistas, socialistas etc. la “escoria”, para entendernos. Y no tendría el más mínimo valor ante lo que Franco representaba. Y así lo predicaban en sus arengas hacia los soldados franquistas, moros, legionarios, hijos de papa, estos actuaban en la retaguardia asesinado a los civiles desarmados en aquellos pueblos ya tomados por las hordas fascistas.
Que sería de este Régimen sino fuese por sus siniestros poderes mediáticos y sus personajes de ideologías basadas en el odio a la verdad y a la justicia que se nutren de carroña ideológica, bien pagada claro, para ir repartiendo veneno ideológico entre sus adictos y entre papanatas y estúpidos creyentes de lo increíble.
Esas barbaridades serían las mayores de sus diferencias entre los dos bandos. Para los republicanos, los que luchaban por la legalidad republicana, compuesto mayoritariamente por el pueblo llano trabajador y algunos sectores de la clase media democrática, el propio pueblo y sus libertades sería el objetivo de la lucha. Para los fascistas, el objetivo de su lucha era la victoria y el dominio de sus castas adineradas sobre el pueblo trabajador, el sometimiento máximo al pueblo trabajador, sin derechos ni libertades para explotándoles al máximo. Es decir, hacer tal cual lo hicieron con la dictadura impuesta tras su victoria.
La finalidad de la lucha de Franco se cumplió a rajatabla, entregar el poder a las castas dominantes y adinerada para crear más ganancias ahora sin restricciones de ningún tipo y a la vez cumplirse sus sueños de dictadorzuelo prepotente y criminal. Ellos, los fascistas serian el PODER Seria la casta dominante, la burguesía adinerada, las castas terratenientes, las oligarquías, los banqueros etc. etc. con o sin camisa azul pero todos ellos serían fascistas hasta la medula. Serían los máximos representantes de “don dinero portentoso y caballero”. Ahora eso si, había que vestirse de subliminares “destinos en lo universal” y similares estupideces para papanatas. El caso sería hacerse los sublimes y diferentes. Los demás, la “plebe”, que no tenía ni donde caerse muerta, no valía nada. Y no acabaron con ellos porque los necesitaban para trabajar, producir y exprimirlos. Y con este bagaje ideológico no le importo bombardear y destruir pueblos enteros si con ello conseguía derrotarlos, tal y como lo hicieron. Y el terror sería una de sus armas favoritas. Esta es la diferencia esencial entre los dos bandos Los republicanos nunca bombardearían a una población civil para ganar una batalla, porque ellos luchaban por el pueblo mientras que para los franquistas su objetivo siempre fue defender los intereses de las clases altas, para seguir explotándolos más y más. Es decir, no debemos olvidar nunca que aquella guerra nunca fue una «guerra civil», en abstracto, sin sus eternos y clásicos motivos de todas sus guerras. Los motivos subliminares siempre fueron la disculpa para engañar a la carne de cañón. Pues nunca les podrían decir – Chicos tenéis que jugaros la vida para que ganemos esta guerra y así si las ganancias de nuestros patronos podrán ser bien grandes y puede que algunas migajas nos caigan a la tropa.
Llamarle «Cruzada», a una lucha de clases, suena a tomadura de pelo. Pero esa fue la definición que le dieron los vencedores franquistas, tal y como suelen ser habitual que lo hagan los vencedores que siempre escriben la historia a favor de sus intereses. Aunque esta vez la creatividad franquista brillo por su ausencia, pues se limitaron a copiar una definición que ya la dieron, siglos atrás, aquellos “Cruzados” en sus guerras comerciales por el dominio del Mediterráneo, con la disculpa de que iban a recuperar el “Santo Grial”. Que como es lógico cuando reclutaban la tropa, no les podían decir que en la guerra que iban a combatir al musulmán era por una guerra para controlar el mediterráneo en beneficio de los comerciantes y de los patronos de los barcos cristianos había que contarles un cuento de una recuperación de un “Santo Grial” en manos del infiel, que históricamente no hay constancia de su existencia . Toda una proeza para aquellos “Cruzados” que de caer en combate irían derechitos al cielo. Es de suponer que las tropas de Franco también serían arengadas con similares argumentos de combatir al comunismo ateo.