Se cumplen 80 años del asesinato de las 13 Rosas y los 43 Claveles por el ejército Franquista sublevado
Esta mañana, acto homenaje en el cementerio del Este, Puerta O´donnell, a partir de las 11 horas.
Se cumplen 80 años desde que se produjo uno de los más crueles episodios de la dictadura franquista. Trece mujeres fueron fusiladas ante las tapias del Cementerio de la Almudena, en Madrid. Junto al mismo paredón, minutos antes, fueron fusilados también 43 militantes y compañeros de las Juventudes Socialistas Unificadas (en adelante, JSU).
Mujeres, aún niñas, y menores de edad más de la mitad de ellas pues recordemos que la mayoría de edad por aquél entonces estaba establecida en los 21 años de edad.
La madrugada del 5 de agosto de 1939, las trece rosas eran acompañadas por la funcionaria María Teresa Igual ante el paredón para cumplir la condena que se les imponía por ser rojas, militantes del Partido Comunista Español (PCE) y de las JSU y por defender la legalidad republicana frente a la rebelión militar franquista de 1936. Así se deja leer en la sentencia de la causa 30.426 del Consejo de Guerra Permanente número 9 de Madrid en el que eran condenadas a la pena de muerte.
El ambiente que se palpaba en la posguerra era tan inestable como durante la guerra civil, edificios en ruinas, pobreza, denuncias, procesos de depuración en las administraciones, espías infiltrados, detenciones y ejecuciones en cascada, en las que sometían a interrogatorios y torturas a los detenidos para que confesaran nombres de más compañeros pertenecientes a los partidos afines a la república para así acabar de raíz con todas las organizaciones.
Franco se había propuesto no solo ganar una guerra, sino exterminar hasta la simiente de los rojos en España, es decir, se proponía liquidar a todo aquél que fuese demócrata y borrar cualquier recuerdo de los tiempos en los que España había sido un país libre.
Aunque el régimen franquista adoptaba un tono paternalista para con las mujeres, no era así para las vencidas. Para los fascistas estas mujeres eran la antítesis de lo que consideraban por mujer, que se resumía en ser madres y reposo del guerrero.
Pese a las consecuencias y destino -que muy conscientemente ellas conocían- se aferraron a la idea de luchar por un ideal en el que reinaba la libertad, la construcción de un mundo mejor, porque el trabajador pudiera vivir en condiciones dignas y por la república de 1931, que había sido elegida por el pueblo.
Julia Conesa, escribía una carta a su familia en la que se despedía de su familia con las siguientes palabras:
Madre, hermanos, con todo el cariño y entusiasmo os pido que no me lloréis nadie. Salgo sin llorar. Me matan inocente, pero muero como debe morir una inocente. Madre, madrecita, me voy a reunir con mi hermana y papá al otro mundo, pero ten presente que muero por persona honrada. Adiós, madre querida, adiós para siempre. Tu hija que ya jamás te podrá besar ni abrazar… Que no me lloréis. Que mi nombre no se borre de la historia.
Vuestro nombre no se borrará de la historia, compañeras.
- Carmen Barrero Aguado, 20 años, modista, militante del PCE.
- Martina Barroso García, 24 años, modista, miembro de las JSU de Chamartín (Madrid).
- Blanca Brisac Vázquez, 29 años, pianista, detenida por relacionarse con un músico perteneciente al PCE.
- Pilar Bueno Ibáñez, 27 años, modista, militante del PCE.
- Julia Conesa Conesa, 19 años, modista, militante de las JSU.
- Adelina García Casillas, 19 años, activista, militante de las JSU.
- Elena Gil Olaya, 20 años, activista. militante de las JSU.
- Virtudes González García, 18 años, modista, militante de las JSU.
- Ana López Gallego, 21 años, modista, militante de las JSU.
- Joaquina López Laffite, 23 años, secretaria, militante de las JSU.
- Dionisia Manzanero Salas, 20 años. modista, militante del PCE.
- Victoria Muñoz García, 18 años, activista, militante de las JSU.
- Luisa Rodríguez de la Fuente, 18 años, sastre, Militante de las JSU.