Este miércoles arrancó la II Marcha Senderista La Desbandá en recuerdo y homenaje a todas las personas que huyeron el 7 de febrero de 1937 por la carretera de Málaga hacia Almería, un éxodo que se cobró miles de víctimas. Han pasado ya 81 años desde la mayor masacre que ha conocido Málaga en tiempos modernos, cuando hasta 300.000 personas según algunas investigaciones se lanzaron con lo puesto a la carretera (conocida desde entonces como la «carretera de la muerte») para huir de una muerte que presuponían segura. Fueron 250 kilómetros de terror que ahora se recuerdan en busca de la «verdad, justicia y reparación de daños» a las personas que consiguieron sobrevivir y a las familias de las víctimas, tal y como recordaron ayer los promotores de la iniciativa.
Al acto de salida, celebrado en calle Molina Lario de la capital malagueña, acudieron el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, y la portavoz de Málaga para la Gente, Remedio Ramos, junto al coordinador de la marcha y presidente del club senderista La Desbandá, Rafael Morales. El recorrido se completará en once etapas. La fecha de llegada es el 17 de febrero. Más de 400 personas se han inscrito para participar en esta segunda marcha senderista y que recorrerán las distintas etapas con el objetivo, según Morales, de «sacar del olvido» a las víctimas «de la mayor masacre de la Guerra Civil». «Queremos recorrer el camino que en aquellas condiciones tan trágicas hicieron más de 150.000 andaluces, la mayoría malagueños, huyendo de las tropas franquistas que iban a ocupar Málaga», sostuvo. Ancianos, mujeres y niños que vivieron un «horror» que, a su juicio, «continúa oculto y en el más grande olvido».
Morales afirmó que otro de los objetivos es que se señalice y homologue el sendero de La Desbandá como Lugar de Memoria Histórica para lo cual se está en conversaciones con la Junta de Andalucía. En este punto, Ruiz Espejo consideró que la petición es una «buena iniciativa» y recordó que ya se han declarado muchos lugares de la memoria a lo largo de la carretera de Málaga a Almería, como el Peñón del Cuervo o distintos tramos por lo que no cree que haya inconveniente. «Habría que verlo y si hay posibilidades, porque hay infraestructuras que han alterado aquella primera carretera, sería bueno», dijo.
El delegado de la Junta alabó la iniciativa y recordó a los protagonistas en la tragedia. «Se identificaban con los ideales de justicia, libertad y democracia. Valores que hoy disfrutamos y que hay que reconocer que en muchos casos es por el trabajo que hicieron en aquél momento todas aquellas víctimas y por lo que hemos venido trabajando en años posteriores», dijo. Por ello, aseguró que «esto no puede quedar en el silencio ni en el olvido. Hay que avanzar y reparar a la víctima y buscar la justicia».
Remedios Ramos quiso hacer un pequeño recorrido por el inicio de esta tragedia. «Estamos conmemorando la huida de miles de malagueños y malagueñas que iban hacia Almería huyendo del fascismo y del terror, huyendo de los mensajes que escuchaban de Queipo de Llano por la radio en los que se decía que ya estaban cerca y vendrían arrasando. Vendrían a violar a las mujeres, a las niñas, y avisaban que tendrían que tener mucho cuidado porque se iban a dar cuenta de lo que era un hombre de verdad, y no los maricones que tenían por pareja». apuntó.
La Desbandá Málaga Almería
En febrero de 1937, se cometió el mayor genocidio conocido durante el levantamiento de generales golpistas, fascistas; a la cabeza el general Franco y Queipo de Llano.
Tras los asesinatos en masa que los golpistas iban cometiendo sobre la población civil de las ciudades andaluzas ocupadas, la población de Cádiz, Sevilla, Córdoba, Granada…se fue refugiando en zona republicana.
En 1937, aún resistía la heroica ciudad de Málaga, el acoso de las tropas del genocida general Gonzalo Queipo de Llano.
Las tropas de este fascista, apoyadas por italianos y alemanes, se precipitaron sobre Málaga y dejaron una única salida a la población civil: La carretera N. 340 de Málaga, Granada, Almería. Ante la barbarie que los asesinos golpistas estaban cometiendo, la población civil de Málaga y los refugiados de otras provincias y pueblos, optaron por huir, por lo que sería una ratonera.
Los refugiados, sin apoyo militar, fueron perseguidos por tierra, mar y aire, durante día y noche. Los barcos: Canaria, Baleares y Almirante Cervera; la aviación italiana y alemana, con bombas de todo tipo, incluso incendiarias, se dedicaron a perseguir ancianos, mujeres y niños, en un juego de tiro al blanco que provocó más de siete mil muertos según algunas fuentes, y según otras, más de diez mil.
Crónica de la primera Jornada. Autor: Manolo Valiente
7 DE FEBRERO, PRIMERA JORNADA DE “LA DESBANDÁ”
Hemos iniciado la 2ª Marcha de la “Desbandá”, para recorrer la carretera de la muerte desde Málaga a Almería, aproximadamente un centenar de personas. Desde hoy 7 de Febrero hasta el 17, recorreremos los lugares que hace 81 años intentaron recorrer unas 300,000 personas, que de Cádiz, Sevilla, Córdoba, Granada, y Málaga se concentraron en la ciudad de Málaga primero y luego intentaron huir hacia Almería del terror nazi-fascista (aviones alemanes, tanques italianos, acorazados franquistas, e infantería marroquí, frente a la población civil que huía); unas 150.000 consiguieron llegar, las demás murieron en el intento o regresaron ante las dificultades de la huida. A la mayoría que volvió les esperaba la represión, la cárcel y en muchos casos también la muerte.
El recorrido de hoy ha sido Málaga capital hasta Torre de Benalgabón, pedanía perteneciente al municipio del Rincón de la Victoria. El año pasado pernoctamos en un Polideportivo cedido por el Ayuntamiento gobernado por una coalición de izquierdas, pero este año, con alcalde del PP que consiguió el gobierno a través de una moción de censura, el Polideportivo se nos ha negado, por lo que nos hemos ido a dormir, aceptando la invitación de su alcalde de Izquierda Unida a Almáchar, un pueblecito a 18 km del Rincón de la Victoria, sierra arriba, una de las cunas de la famosa uva pasa malagueña. Antes de subir a Almáchar, se ha hecho un acto en un lugar de la Memoria Histórica de la Desbandá, un orificio en la roca de los túneles que salvan los acantilados existentes entre la Cala del Moral y el Rincón de la Victoria. Este fue producido por un Obús de los que disparaban desde los cruceros acorazados para matar a la gente inocente que huía. Podría haber sido disparado por el crucero Canarias, que junto al Baleares y el Cervera, fueron hostigando a los huidos durante toda la marcha hasta Almería. El Canarias estaba mandado por Salvador Moreno, almirante que luego fue ministro de la marina de Franco y al que le pusieron su nombre a la calle donde nació Mariano Rajoy, el cual protestó recientemente porque le habían quitado el nombre a la calle porque era el nombre de un golpista, fascista y asesino. En el acto, el representante de Izquierda Unida del Rincón, casi con lágrimas en los ojos decía que sentía pena que un pueblo tan hospitalario como el Rincón nos negara el alojamiento esa noche; la exalcaldesa del PSOE, dijo que ella sentía vergüenza del sectarismo de la derecha.
Ya en Almáchar, hemos asistido a la inauguración de la plaza Adolfo España, un militar republicano de Almáchar que después de la derrota huyó a Francia y siguió la lucha contra el nazismo hasta que fue apresado y gaseado en el campo de concentración de Mauthausen, donde murió gaseado después de sufrir los trabajos forzados, el hambre y la desesperación con que los nazis trataban a los prisioneros. A los militares españoles que capturaban los nazis les ponían como identificación un triángulo azul, que indicaba su nacionalidad, que en éste caso eran apátridas ya que el régimen franquista negaba la nacionalidad española a estas personas heroicas que después de luchar contra el fascismo en España siguieron luchando en Europa. Después en la casa de la cultura, hemos asistido a la presentación de dos libros de Memoria Histórica; en uno de ellos se cuenta la muerte de Juan Muñoz, quien fue alcalde de Almáchar durante la República por el partido Republicano Radical Socialista y que después ingresó en el Partido Socialista. El huyó con la desbandá llevando a su mujer y a sus cinco hijos; sin embargo, como otras muchas personas se volvió atrás cuando llegó a Motril; hizo caso de la propaganda de que quien no tuviera las manos manchadas de sangre no debía temer nada. Al volver al pueblo fue apresado inmediatamente y encarcelado y varios días después murió a causa de los golpes y las palizas continuas a las que fue sometido; en el acta de defunción certificaron que había muerto por paro cardiaco, cosa que se negó a firmar el médico forense, que también era falangista. En otro libro se habla de la magnitud de la “Desbandá” de en torno a las 300.000 personas.
Si huyeron tanta gente desde Málaga hacia Almería, se debe a que previamente Málaga capital había recibido a miles de personas huidas de las zonas que iban ocupando las tropas fascistas y que además tenían noticias del salvajismo y la barbarie con la que se comportaban. Como cuentan muy bien Lucía Prieto y Encarnación Barranquero en su libro, “Población y Guerra Civil en Málaga” las primeras personas refugiadas fueron acogidas en casas particulares de personas de izquierdas dispuestas a ayudar y compartir con quienes huían del fascismo. Pronto no quedaron sitio y se ocuparon toda clase de albergues, después todos los conventos, y finalmente, todas las iglesias o cualquier sitio que pudiera acogerlas como los sótanos de la fábrica de Tabacalera; tamaña acumulación de población desbordó las posibilidades de acogida y las condiciones de vida durante meses se tornó inhumana. La falta de comida, de agua, de aseo, pronto desencadenó numerosas epidemias que se cebaron sobre las personas más débiles, las recién nacidas y de corta edad. En el libro citado están documentados 1.190 fallecimientos solo de niños y niñas entre Julio de 1936 y febrero de 1937, cuando se produce “la Desbandá”. Bronconeumonía, Gastroenteritis, Sarampión, Difteria, Tifus, Tuberculosis, Raquitismo… provocadas por las condiciones insalubres, el hacinamiento, el desbordamiento de hospitales… Pero cuando las tropas fascistas ocuparon Málaga, criticaron la ocupación de las iglesias y de la catedral como refugios y contaron otra versión de las desgracias de las personas huidas; el ABC de Sevilla en su edición del 11 de febrero decía “…allí han muerto los proletarios de viruela negra, del tifus, de lo que sea, como si el cielo les hubiese enviado el castigo que se merecían por sus profanaciones y sacrilegios…” Luis Bolin, miembro de la burguesía malagueña, que jugó un papel importante en el alquiler del avión Dragon Rapide que trasladó el 18 de julio de 1936 al general Francisco Franco desde las islas Canarias a Tetuán y que había sido corresponsal de ABC, también escribió el 8 de Febrero, al visitar la catedral y cuando la mayoría de la población huía hacia Almería: “…El espacio interior estaba ocupado en su casi totalidad, por una horda repugnante hacinada en la mugre y la porquería, con las capillas laterales infectadas y los míseros petates tirados por el suelo. Un niño muerto yacía al pie de una columna; un hedor insoportable –el clásico olor a rojo- se extendía por las naves…”.
Mañana nos bajan otra vez a torre de Benagalbón desde donde continuaremos la marcha hasta Torre del Mar, perteneciente al municipio de Vélez-Málaga.
* Con información de La Opinión de Málaga.