Adelante Andalucía pide al Gobierno que incluya en el currículum escolar «el Guernica andaluz»
La portavoz de la confluencia en la Comisión de Cultura y Patrimonio Histórico, Ana Naranjo, registra una iniciativa que reclama la "reivindicación de la memoria de las víctimas de la carretera de Málaga a Almería".
Adelante pide al Gobierno andaluz que incluya en el currículum escolar el genocidio franquista de La Desbandá.
Adelante Andalucía ha reclamado al Gobierno andaluz que introduzca en el currículum escolar andaluz el estudio del genocidio franquista conocido como «La Desbandá» y considerado como «el Guernica andaluz». Se trata del bombardeo por mar y aire que tuvo lugar hace ahora 83 años y que concluyó con alrededor de 5.000 víctimas que trataban de huir de las tropas de Franco por la carretera Málaga-Almería.
En una PNL registrada por la portavoz de Adelante en la Comisión de Cultura y Patrimonio, Ana Naranjo, el grupo insta al Consejo de Gobierno a reivindicar la memoria de estas víctimas para avanzar en valores democráticos. Para ello, Adelante considera imprescindible «la creación de un censo oficial de víctimas y desaparecidos del crimen de la carretera de Málaga-Almería conforme a la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía».
Así mismo, Adelante Andalucía reclama al Gobierno de PP y C’s que reconozca oficialmente que la persecución y los múltiples asesinatos ejecutados durante la huida de la población civil desde Málaga a Almería, entre el 7 y el 12 de febrero de 1937 son constitutivos de delitos de lesa humanidad.
La Proposición No de Ley recuerda que durante cinco días «columnas de hombres y mujeres inermes, niños y niñas, y personas mayores fueron bombardeados y ametrallados por mar y aire, matando a miles de personas en su marcha hasta Almería». De hecho, en su memoria y en defensa de la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas, tiene lugar la IV Marchá de las Desbandá.
En última instancia, Adelante reclama la creación de un centro memorial de la huida de Málaga a Almería, con proyección social y educativa, del mismo modo que se ha hecho en otros territorios europeos en los que la población civil ha sufrido violaciones masivas de derechos. Esto supondría, para Naranjo, «un importante paso para que las nuevas generaciones tomen conciencia de lo que supuso la violencia y el militarismo antidemocrático, con el fin de evitar la repetición de hechos similares».