Consulta popular en la URSS con motivo del borrador de la II Constitución (Breve introducción y noticia del día 11 de junio de 1936)

El 21 de enero de 1924 murió en Gorki, cerca de Moscu, el jefe y fundador del  partido bolchevique, Lenin.

 

El 26 de enero, se abrió la sesión de duelo del II Congreso de los Soviets de la URSS. Stalin, pronunció en el, en nombre del partido, este solemne juramento:

 

«Al dejarnos, el camarada Lenin nos legó el deber de mantener en alto y conservar en toda su pureza el gran titulo de afiliado al Partido. ¡Te juramos camarada Lenin, que ejecutaremos con honor este mandato!……al dejarnos, el camarada Lenin nos legó el deber de conservar y fortalecer la dictadura del proletariado. ¡Te juramos camarada Lenin, que no escatimaremos esfuerzo para ejecutar con honor también este mandato!……»

 

En enero de 1924 se reunió la XIII Conferencia del Partido. En ella, Stalin hizo el balance de la discusión. La Conferencia condenó resueltamente a los trotskistas. Los acuerdos de la Conferencia fueron aprobados por el XIII Congreso del Partido, mayo de 1924, y por el V Congreso de la Internacional Comunista, verano de 1924.

 

«En el momento presente, decía Stalin, después del triunfo de Octubre, en las presentes condiciones de la NEP, hay que considerar el trotskismo como el mayor peligro, puesto que trata de inculcar la falta de fé en las fuerzas de nuestra revolución, la falta de fé en la causa de la alianza entre los obreros y los campesinos, la falta de fé en la causa de la transformación de la Rusia de la NEP en una Rusia socialista».

 

En la batalla contra el trotskismo, Stalin apretó las filas del Partido en torno a su Comité Central y lo movilizó para seguir combatiendo por el triunfo del socialismo. 

 

La industrialización, en plazos económicamente cortos, de un país tan inmenso y, al mismo tiempo, económicamente atrasado como lo era la Union Sovietica presentaba enormes dificultades. Había necesidad de construir una serie de ramas industriales, desconocidas en la Rusia zarista. Era necesario crear una nueva industria de la defensa. Era preciso construir fábricas de maquinaria agrícola moderna ignorada en la antigua aldea. Esto exigía recursos colosales. Los estados capitalistas los obtenían mediante la explotación del pueblo, la sangrienta expoliación de las colonias y países dependientes y por medio de los empréstitos extranjeros. Para la URSS no quedaba más remedio que obtener los medios, los empréstitos extranjeros estaban cerrados, en el interior del país soviético.

 

Pertrechados con un programa claro y preciso, los trabajadores de la Union Sovietica emprendieron la difícil industrialización de su país.

 

Asustados por los éxitos de la edificación socialista, los imperialistas intentaron frustrar o por lo menos amortiguar esta, mediante la ruptura de relaciones (Gran Bretaña), mediante el asesinato de los representantes diplomáticos soviéticos (Polonia) y mediante la labor de espionaje y de diversión.

 

En el XV Congreso, Stalin señaló el retraso de la agricultura respecto a la industria. «La solución, decía Stalin, está en el paso de las pequeñas explotaciones campesinas, desperdigadas, a las grandes explotaciones unificadas sobre la base del cultivo en común de la tierra, sobre la  base del cultivo cooperativo, mediante el empleo de maquinaria agrícola y de tractores»

 

Al pasar el Partido a la ofensiva contra los kulaks, el puesto de los aplastados, Trotsky y Zinoviev, fue ocupado por Bujarin, Rikov y Tomski, que asimismo, resultaron aniquilados.

 

El cumplimiento del Primer Plan Quinquenal exigió la reconstrucción de todas las ramas de la economía nacional sobre la base de la nueva técnica moderna. Asimismo, esta nueva estructuración industrial-agraria, produjo cambios radicales en la correlación de clases en el país. Esto hacia necesario introducir modificaciones en la Constitucion aprobada en 1924.

 

Una comisión especial, presidida por Stalin, elaboró el proyecto de una nueva Constitucion. Y a partir de hoy, será sometida a la discusión de todo el pueblo soviético durante un plazo de cinco meses y medio. Todos los pueblos de la URSS recibieron y aplaudieron, con inmenso orgullo y alegría, dicho proyecto.

 

Fuente: Federico Rubio Herrero («Cronologia mundial durante el Gobierno del Frente Popular, febrero-julio 1936») pag. 99 y 100.