El 9 de agosto de 1942 se estrenaba la séptima sinfonía de Shostakovich en Leningrado, con la ciudad sitiada por los nazis
El sitio de Leningrado duró casi 900 días, desde septiembre de 1941 hasta enero de 1944. La población local sitiada fue sometida a una intensa lucha por la supervivencia. Adolf Hitler instó a que se asediara y se dejara morir a la población por el hambre y el frío.
EN MEMORIA
El 9 de agosto de 1975 murió en Moscu el célebre compositor soviético, Dmitri Shostakovich. Había nacido en San Petersburgo en 1906. Estudio con Colazunov, en el Conservatorio de Leningrado y fue discípulo de Rimski-Korsakov y Sokolov. Posteriormente fue profesor, de dicho Conservatorio en los años 1940, 1941 y 1942. Estaba en posesión del premio Stalin y de la Orden de Lenin desde 1946.
Shostakovich vivía en Leningrado, cuando el 22 de junio de 1941 los alemanes y sus aliados atacaron sorpresivamente la URSS, y llegaron a los aledaños de la ciudad. Fue entonces cuando comenzó a trabajar en su séptima sinfonía coincidiendo con el primer mes del salvaje asedio a la misma. Posteriormente, Stalin ordenó su evacuación a Kuibyshed, pero cuando terminó de componer su sinfonía, Shostakovich se la dedicó a su ciudad natal.
El estreno en Leningrado de la séptima sinfonía fue el 9 de agosto de 1942. Los alemanes se habían pactado de que capturaran la ciudad ese día y de que celebrarían la Victoria en el hotel Astoria (el más lujoso de la ciudad). La fecha para el estreno fue, por tanto, escogida deliberadamente.
El director de orquesta Karl Eliasberg solo había podido celebrar el primer ensayo completo tres días antes. Pero a las seis de la tarde habló por la radio.
«Camaradas, esta a punto de tener lugar un gran acontecimiento en la historia cultural de nuestra ciudad. Dentro de unos minutos oiréis, por primera vez, la séptima sinfonía de nuestro conciudadano Dmitri Shostakovich. Comenzó esta soberbia composición en Leningrado cuando el enemigo, loco de odio, intentó entrar en nuestra ciudad por primera vez. Cuando los cerdos fascistas nos bombardean con cañones y aviones, todos creyeron que los tiempos de Leningrado tocaban a su fin. Pero su composición es una prueba de nuestro espíritu, nuestra valentía y nuestra determinación por continuar existiendo».
[Vídeos: Sinfonías 7 y 10. Cuarteto para cuerdas nº8]
Veamos cómo describe Michael Jones, en su libro «El sitio de Leningrado» (pag. 290) el concierto.
«Cuando Eliasberg salió al escenario y se volvió hacia la orquesta se hizo un extraño y profundo silencio en la sala. El director levantó la batuta y la sinfonía comenzó. En los apartamentos de la ciudad y en las trincheras (donde se habían instalado gigantescos altavoces), civiles y soldados se reunieron para oír la retransmisión del concierto. Un artillero recordó que en el momento en que el primer movimiento entraba en un poderoso crescendo » mi unidad estaba escuchando con los ojos cerrados. Parecía que el cielo sin nubes se hubiera convertido en una tormenta de música que estallaba ante nosotros».
Distintas oleadas de emoción recorrieron la sala de conciertos. Durante el primer movimiento fue furia; durante el segundo tristeza. Al final hubo una ovación atronadora. Subió al escenario una niña que le entregó un ramo de flores a Eliasberg. «La gente estaba de pie llorando», recordó el director. «Sabian que aquello no era un episodio más, sino el principio de algo. Lo oímos en la música los presentes en la sala, la gente en sus casas y los soldados en el frente. Toda la ciudad reencontró su humanidad. Y en aquel momento triunfamos sobre la desalmada máquina de guerra nazi».
Otras composiciones de Shostakovich son: «La nariz», óperas como «La joven guardia», ballet como » La edad de oro». Además, música de escena y conciertos para piano y orquesta.
Federico Rubio Herrero (Cronologia mundial durante el tardofranquismo y la transicion 1973-1979) pag. 125 y 126.