«Condenamos las presiones mediáticas y políticas que recibe el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid para impedir la retirada de la simbología franquista»
"No reconocemos al llamado Comisionado de la Memoria creado por el Ayuntamiento de Madrid, ni sus resoluciones, por ser un organismo ajeno a la memoria democrática."
Comunicado
Diversas asociaciones de memoria histórica y de víctimas del franquismo, colectivos antifascistas y organizaciones ciudadanas nos hemos convocado este domingo 20 de noviembre (coincidiendo con el 41 aniversario de la muerte física del dictador) en Madrid, con el fin de continuar exigiendo la retirada completa de la simbología franquista, así como nombres en el callejero madrileño, a golpistas de 1936, criminales de guerra y cargos políticos del régimen de Franco.
Los movimientos memorialista y antifascista llevan años reivindicando el cambio de toda calle, en cualquier lugar del Estado español, que rinda homenaje a los militares perjuros; a los torturadores y criminales de guerra; y a los jerarcas de la dictadura. Una retirada que debería extenderse a toda la simbología franquista y a los honores concedidos por las instituciones: alcaldes honorarios, hijos predilectos, hijos adoptivos…
Las Víctimas del Franquismo, como el conjunto de la ciudadanía, seguimos soportando el insulto y la humillación de ver calles y plazas de nuestro país dedicadas a los asesinos de nuestros padres y abuelos; a quienes encarcelaron y torturaron a estudiantes, trabajadores, demócratas en general.
Condenamos las presiones mediáticas y políticas que recibe el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid para impedir la retirada de la simbología franquista, así como la respuesta conciliadora y las concesiones otorgadas por responsables municipales. No debería ser necesario recordar al equipo de gobierno y a las fuerzas políticas que lo sustentan, que la obligación del Ayuntamiento de Madrid es cumplir con el mandato popular y democrático, cumplir con la legislación internacional que prohíbe la glorificación del nazismo y del fascismo y la ley vigente por muy insuficiente que sea. Además, existe un claro compromiso programático adquirido con las ciudadanas y ciudadanos de Madrid en las elecciones de mayo de 2015.
No reconocemos al llamado Comisionado de la Memoria creado por el Ayuntamiento de Madrid, ni sus resoluciones, por ser un organismo ajeno a la memoria democrática.
Hemos solicitado por escrito al Ayuntamiento de Madrid que en el próximo Pleno de diciembre se apruebe la retirada y eliminación de la ciudad de Madrid de todas las calles, monumentos, placas o cualquier otro vestigio de significación franquista que sean de competencia municipal. Hemos acompañado dicha solicitud con listados consensuados que recogen las propuestas del movimiento memorialista sobre callejero a retirar y por cuál debe ser sustituido. De igual modo, hemos solicitado reunirnos con la Alcaldesa de Madrid y Grupos Municipales para hacerles llegar personalmente nuestras demandas y reivindicaciones.
Creemos que esta es una buena, aunque tardía oportunidad, de rendir homenaje a quienes defendieron la legalidad democrática, los derechos y las libertades, contra el franquismo y los otros fascismos europeos. Máxime cuando han sido intencionadamente marginados y olvidados por el Estado español, negándoles primero el reconocimiento jurídico, y después el derecho a la Verdad, a la Justicia y a la Reparación.
Tanto la sociedad como las instituciones, y concretamente el Ayuntamiento de Madrid, tienen una deuda impagable con los madrileños y madrileñas fusilados, torturados, encarcelados, exiliados, represaliados en múltiples formas, por defender la democracia y los derechos civiles y sociales. El homenaje a algunas y algunos de ellos en representación del resto, impidiendo que sus nombres, sus muertes y sus vidas se borren de la historia (que es el objetivo final de los enemigos de la libertad), es una forma modesta de reparar mínimamente la deuda que como sociedad tenemos contraída con ellas y con ellos. No significaría simplemente otorgar un honor a esas personas; sería ante todo un privilegio y un honor para la ciudad y para los ciudadanos madrileños que espacios públicos llevasen el nombre de defensores de la libertad, la democracia y la justicia, quienes en muchos casos fueron despojados de la vida por su compromiso con un futuro mejor.
Hacemos un llamamiento a todos los que se reclaman como demócratas para que apoyen esta reivindicación.
Después de la dictadura y de 41 años desde la muerte de Franco no estamos dispuestos a aceptar imposiciones antidemoc
En Madrid, a 20 de Noviembre de 2016.