La Memoria buena
Vilela de Baixo, San Tirso de Abres, municipio frontera Galego-Astur, 29 de octubre 2016.
Alcaldes galegos, presidente del parlamento asturiano, poetisas y poetas galegos, poetas astures, alcaldes asturianos, incluida la alcaldesa de San Tirso de la derecha, asociaciones de la Memoria, diputados de Podemos, excoordinador de IU, vecinas y vecinos de San Tirso, familiares directos de Clemente Amago, nietos de otros alcaldes eliminados.. y hasta una congruente delegación Pachakuti.. participaron en el homenaje al alcalde republicado desaparecido por el franquismo.
Hablaron, recitaron, recordaron, exigieron, propusieron, honraron.
Incluso el representante vecinal, quienes protagonizaron organizativamente esta jornada, pidió perdón a la familia. Perdón porque Clemente era vecino y era alcalde, lo mismo que los otros ediles perseguidos. Pero fueron también vecinos de San Tirso quienes delataron, y esa mancha persiste hasta el presente, y merece, según el representante vecinal, esa petición pública de perdón.
Al final de todos, Manuel , profesor en Siero, nieto del alcalde desaparecido, habló a nombre de la familia. (*)
San Tiso d’Abres : homenaxe a Clemente Amago, alcalde del Conceyo nel ano 1936, que foi secuestrao y asesinao por falanxistas sin qu’a súa familia chegase a saber nunca únde ta enterrao.
Oitenta anos despóis da súa desaparición, vecíos del conceyo y el Asociación prá Recuperación da Memoria Histórica fain úa convocatoria pra qu’amigos, vecíos, políticos, familiares d’outros alcaldes, poetas, músicos y quen quira achegarse participe nun acto pr’amostrar a súa solidariedá á familia. Na casa familiar dos Amago en Vilela de Baixo, intervencióis d’autoridades, representantes institucionales y amigos y vai inaugurarse úa placa conmemorativa. Diplomas d’honra ás familias d’asesinaos y perseguidos del conceyo en 1936: Clemente Amago López-Villar (alcalde, desaparecido), Miguel Piñeiro García (conceyal, fuxido), Jesús Pérez Aenlle (conceyal, fuxido), Ramón Llenderrozos Pérez (conceyal, asesinao), José García Miranda (asesinao), Jesús Cigarrán Campos (asesinao).
Úa represión sistemática que sigue impune
Desque chegaron al estremo occidental asturiano as tropas golpistas procedentes de Galicia nos primeiros días d’agosto de 1936, desatóuse úa persecución a todos os que participaran nos conceyos del Frente Popular ou nos comités d’abastos ou de defensa que s’amañaran na zona despóis da noticia del golpe d’Estao de Franco. Naquelos primeiros meses, grupos de falanxistas apoyaos polas autoridades militares y municipales rebeldes perseguiron nas súas casas ou sacaron das cárceles a docías de personas pr’asesinalas impunemente.
Posteriormente, desque cayéu el frente d’Asturias en outubre de 1937, centos de combatentes del occidente asturiano que volveron ás súas casas ou tentaron de fuxir por mar acabaron nas cárceles franquistas. A represión amazcaróuse de legalidá con xuicios militares sumarísimos en Lugo, Castripol, L.luarca, Uvieo ou Xixón sin ningúa garantía xurídica. Nelos fusilóuse a ben xente y outra acabóu muitos anos en prisión pol único delito de permanecer fieles al Goberno da República. Docías y docías d’asesinaos y executaos naquelos anos einda son recordaos en muitas casas del occidente asturiano polos sous familiares y vecíos, como pasa en todo el Estao español. Ben d’elos nin saben únde tán enterraos.
El trabayo das asociacióis pola recuperación da memoria histórica leva fendo un gran labor pra reivindicar el sou recordo. Dende entoncias, a Xusticia española negóuse a xuzgar ou reconocer esos crimes y namáis en Arxentina ta aberta úa causa xudicial, a conocida como Querella Arxentina. Precisamente, el caso de Clemente Amago ta incluído na Querella despóis da denuncia presentada polos sous netos ante el Consulao d’Arxentina en Madrid.
Una paliza de agonía
Lo del alcalde fue muy duro. “Desde el mismo día del cese de los cargos públicos la casa del alcalde Clemente Amago sufrió constantes registros por parte de la guardia civil”. El 20 de septiembre cuando llegaron las fuerzas del orden se encontraba en casa y consiguió escapar. Desesperado fue a ocultarse dentro de un viejo castaño hueco sin darse cuenta de que algunos vecinos le habían visto.
Le delataron. La guardia civil le detuvo. “Desde el primer momento fue torturado a golpes, golpes que aún resuenan en la mente de muchos vecinos que conocieron la situación”, narra la Asociación memorialista. Ni de él ni de sus restos supieron nada nunca más su esposa y su hijo de nueve años que, según ha quedado en el recuerdo del pueblo, fueron testigos angustiados de una primera paliza preludio de una agonía terrible en un camión que le condujo a Lugo.
El reloj de la desesperanza
¿Cuándo fue enterrado? Tampoco se sabe. “La familia hubo de afrontar después un último escarnio: la multa de 200 pesetas impuesta por el régimen franquista, bajo la acusación de que Amago había desatendido sus obligaciones como máxima autoridad municipal” en una especie de siniestra “broma” franquista.
Unos días después a su casa llega un reloj de bolsillo. El que Clemente llevaba en el momento en que le detuvieron. Quería decir que nunca iba a volver. Que todo se había terminado. Hace de eso ahora ochenta años.
“ En su currículum constan las actas de las sesiones plenarias que se celebraban semanalmente en el Ayuntamiento”, señala la ARMH. En ellas se reflejan los objetivos de aquel Ayuntamiento: construir escuelas, reparar caminos y crear servicios públicos.
Una placa en un castaño hueco
Este sábado, un colectivo de vecinos de San Tirso de Abres y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica homenajearon a todos, al alcalde Clemente Amago López-Villar y a los concejales represaliados.
Borrar la impunidad
Un día muy emotivo y que además de recuerdo y honra a las víctimas, sirve para que la sociedad de hoy haga un reconocimiento a la defensa de los Derechos Humanos. Pero el tema va más allá. En Argentina, una jueza de Buenos Aires, María Servini de Cubría instruye en su juzgado lo que se ha venido a llamar la Querella argentina contra los crímenes del franquismo. Los nietos del alcalde Amago incorporaron en abril de 2015 la denuncia por su muerte. Intentan borrar la impunidad.
(*) Manuel Amago dijo que..
Buenos días a todos e todas.
Queremos en primeiro lugar dar as gracias os organizadores de este homenaxe, os vecinos que o promoveron e en especial a ARMH e a Luís Miguel Cuervo e a Ángel Prieto , Carmen Rodela, en persona, por apoyar este acto dedicándolle tempo e esfuerzo personal a iniciativa.
Agradecer a presencia institucional, e por suposto dar gracias a todos os que vos acercáis hoy aquí, algunos desde ben lonxe e sin conocer siquiera a nadie de nosoutros.
Pa nosoutros e muy importante a vosa presencia hoy, porque este homenaxe nun existiría sin vosoutros, e suponéis un gran apoyo moral e emocional a familia e a memoria do noso abolo.
A vosa presencia hoy aquí recordando a Clemente, este alcalde feito desaparecer, probablemente asesinado e enterrado en calquer cuneta, faínos recordar os feitos inesperados e inxustos que ocurriron aquí mismo, o rrededor noso fai 80 anos. E vien a recordar o que ocurriu en España a partir de esa fecha, julio de 1936, e durante os 40 anos siguientes. E que dito en palabras claras e sencillas foi un auténtico exterminio e silenciamiento masivo de todo aquel que con o pensamiento, palabra ou acción que defenderá democracia e a libertá.
E eso foi o que lle pasou o noso abolo. Tuvo a gallardía de confiar na libertá e intentóu defender os intereses dos vecinos desde a cercanía, desde a institución máis próxima a eles, desde o ayuntamiento. Exactamente o mismo que fixeron o principio de esta democracia, no ano 79 tantos alcaldes e concejales, que se atreveron a formar parte das corporacios municipales, para intentar cambiar a vida da xente. E eso costoulle a vida ante os defensores da negrura, da violencia, e da sinrazón. E o mismo que lle pasou a noso abolo, pasoulles en Asturias a outros 30 e pico alcaldes e innumerables cargos públicos en ese tiempo, ademáis de varios miles de personas anónimas que simplemente eran demócratas.
Pro cousa distinta e saber cómo se viven esos feitos nunha aldea pequeña e aislada de Asturias. Vívense primeiro con medo, silencio e sumisión, e incluso como no caso de noso abolo pagando multas por responsabilidades políticas, 20 anos despois de morto.
E metras tanto a xente nova, fomos escuitando cousas entre conversación e conversación de quen era aquel señor tan elegante, que taba nun a foto no salón, casi sempre con susurros, sempre con a sana intención de nun trasmitir odio, revanchismo nin ánimo de enfrentamientos, mientras que na escuela nun era muy distinto de ahora mismo: houbo una guerra, morreu muita xente dos dous lados. E depois houbo muita e próspera paz….
Pro co tempo vamos enterándanos dos detalles de que pasara realmente de que había muitos casos parecidos e muchísimo peores. Vamos conociendo outras personas que tuveron anos presas sin xuicio, que foron sistemáticamente torturadas e encarceladas cada pouco tempo, outros que sufriron deportación, familias que tuveron presos esclavos traballando para empresas que hoy son grandes imperios constructores, personas que están buscando os seus hermáns ou familiares que foron roubados das suas máis, etc.
Poñemoslle números a todo eso, e van salindo centos de miles de cada ún. E salen datos tan espeluznantes, como que España sería merecedora de una medalla de plata en desapareciois forzosas no mundo (unas 120.000), solamente detrás da Camboya de Pol Pot.
O mismo tempo, vamos vendo qué pasa con nosos compatriotas e contemporáneos dos nosos abolos nos países extraneiros, e vemos que en gran parte de Europa son héroes os que ten por ejemplo de dignidá e son tratados con todos os honores e respetuosamente, como defensores da libertá. Vemos que por ahí fora nun e cousa de dereita ou esquerda, xa que se chega o punto de que algún jefe de estado, como por ejemplo en Francia ou Alemania piden perdón públicamente, en nombre do estado, a todos os ciudadanos que poideran haber sufrido algún tipo de represión durante a barbarie nazi ou fascista, hermá do franquismo.
Fixámonos tamén como tratan este asunto alguna desas democracias que consideramos más débiles que a nosa, por exemplo Argentina, Chile, Guatemala e vemos que alí simplemente tan enjuiciando os delincuentes, e dictando as sentencias correspondientes con bastante normalidá.
Pero además dámonos cuenta de que as familias temos algo más en común que una inxisticia e un dolor sin resolver: todos pensamos que éramos muitos menos, e en muitos casos tamén asomóu en algún momento a duda de si habería realmente algún motivo justificado para que pasase aquello. Dánmonos conta de que o medo e a criminalización chegou o punto de que a muitos fíxolles dudar de si realmente seus padres ou abolos serían víctimas ou tamén algo cumpables. Eso que se conoce como “culpabilización das víctimas”, e a consecuencia da mentira institucionalizada..
Pero por encima de todo esto, o que sí aparecía en común era a necesidá de saber, de buscar respostas a esas preguntas imposibles de contestar, e de conocer realmente o que pasou, e en definitiva de que se fixera xusticia na medida do posible.
Entonces e cando recurrindo as nosas tan democráticas institucinos encontramos con todas as trabas inimaginables por parte de nosas autoridades: archivos inaccesibles, solicitudes sin respuesta, recorrer despachos buscando papeles e expedientes, o “nun se pode” como respuesta habitual. E por encima de todo muito desinterés por parte das autoridades, e tamén muita desinformación e desconocimiento de todo ese periodo da reciente historia de España.
E mientras tanto, cando pedimos a imprescindible implicación política na solución de este asunto tamón nos encontramos con algunos que nun merecen siquiera ser mencionados polo nombre que nun ejemplo de indignidá e falta de respeto absoluto dicen que solamente nos acordamos dos abuelitos cando hay cartos polo medio; mientras que outros nos dan palmadas na espalda o mesmo tempo que se poin de lado cando lles pedimos apoyo ou adhesión. Es decir, salvo honrosísimas excepciois en que todo son facilidades, vemos e sentimos a diario muito desamparo e calculado desinterés por parte de nosos representantes nas instituciois públicas e muy poucas facilidades administrativas.
Todo esta situación de falta de respostas aquí, ta tarendo como consecuencia, que na búsqueda de esa XUSTICIA , verdá e reparación, despois de que as nosas institucións xudiciales botaran máis terra sobre as tumbas anónimas dos nosos desaparecidos, algunos teñamos que recurrir a un país extranxeiro, aun país desos con una democracia supuestamente inferior a nosa, neste caso Arxentina, dónde además de ser escuitados con gran respeto e humanidá puxeron una maquinaria institucional a funcionar, intentando busar una xusticia que organismos internacionales como a ONU, Amnistía Internacional ou o Consejo de Europa, vein recomendando e pedindo repetidamente.
Pro esa xusticia e verdá, esas respostas que buscamos, que nadie se engañe, un pretende reescribir ninguna historia, nin ten ánimo vengativo ningún. De feito, en muitos casos e demasiado tarde para que se poida ejercer una Xusticia completa.
Simplemente preténdese en primeiro lugar que as institucións judiciales escuiten as víctimas, Como mínimo non xa legalmente, se non humanamente tein dereito a ser escuitadas, e que seu testimonio figure registrado igual que o están registradas as ilegales condenas dos tribunales franquistas. E que mediante a investigación se conozcan os feitos que ocurriron realmente, e en base a eso se establezan responsabilidades e se pidan disculpas por parte dos institucións representativas do estado, que foron as responsables en gran parte dos casos de que se cometerán estos crímenes.
Solamente así, con reconocemento de toda a verdá, e sobre todo con XUSTICIA poderemos pasar esta negra páxina da nosa historia.
Darío Rivas:
“Nun se trata de desenterrar os mortos de un lado botando terra sobre os mortos do outro, se non de dar o merecido descanso a todos os difuntos a quienes a norte igualou por encima de títulos honoríficos e de ideologías enfrentadas, sólo así poderá desenraizarse para sempre u odio que sigue envenenando algunos corazois e cerrar definitivamente as heridas da alma.
Solamente despóis de restablecida a XUSTICIA e asumidas as culpas cabe o perdón, pero sin arrepentimento nin reparación, o perdón pode ser algo sobrehumano ou simple e equívoca apariencia”.
De novo GRACIAS a todos por acompañarnos hoy recordando a noso abolo.
Aunque el otoño de la historia
Cubra vuestras tumbas con el
Aparente polvo del olvido,
Jamás renunciaremos ni
Al más viejo de nuestros sueños.
Miguel Hernández.
Memorial dos foxos de Lugo
Teñen que se encher aínda
as cunetas
c
(
O poeta ergueuse unha mañán
e non a viu.
Saíu á rúa
e non a viu.
Fuxiu ao monte
e non o viu.
Volveu á casa
e non a viu.
E non tivo por onde camiñar
que non fosen cunetas e cunetas.
Mirou o caderno dos poemas
e non había ringleiras
senón soamente cunetas.
Abriu os libros de poesía
e non había verso ningún
que non fose escrito entre cunetas.
«Por iso fun tantos homes
como mulleres tiven»:
Cunetas.
«Tantos monstros sós por sempre nosos»:
Cunetas.
«Cal brazos que te abracen
como tigres de tenrura»:
Cunetas. Cunetas. Cunetas.
Cada verso era a beira dun suco
ao que tan só lle compría outro verso
para converterse en cuneta.
«Morderás esta lingua como o crótalo
e son o amor o amante e mais o amado»:
Cunetas.
«A túa boca violeta boreal e venérea»:
Cunetas.
«O destino quizais tracexará no tempo
unha historia de amor ocorrida en Lituania…»
Cunetas. Cunetas. Cunetas.
Antes dos poemas de amor sen morte:
Cunetas.
Antes dos tigres de tenrura:
Cunetas.
Antes do celuloide en cinepoemas:
Cunetas.
Antes de todas as historias da lúa:
Cunetas.
Antes da túa boca violeta:
Cunetas.
Antes do son de Lugo Blues:
Cunetas. Cunetas. Cunetas.
Porque onde estivo un corpo
estivo a vida
e onde estivo a vida
están os versos
para sempre
convertidos en cunetas.
Acaso non se fixo a cuneta para a auga
senón a auga para a cuneta.
Acaso non se fixo a cuneta para o home
senón o home para a cuneta.
Acaso non se fixo a cuneta para a muller
senón a muller para a cuneta.
Acaso non se fixo a cuneta para o silencio
senón o silencio para a cuneta.
Acaso non se fixo a cuneta para a morte
senón a morte para a cuneta.
No lugar onde medran as silveiras
e discorre a auga pola estrada
houbo antes un suco de sangue
inzando de nomes as cunetas:
A cuneta Camilo Díaz Baliño
segundo se vén de Santiago.
A cuneta Juana Capdevielle
segundo se vén dende A Coruña.
A cuneta do paseado anónimo
saíndo de Lugo a todas partes.
Así se fixo o Plan Nacional de Estradas
de mil novecentos trinta e seis:
Onde a silva medraba con máis arte,
metralla.
Onde o amor era libre polas curvas,
metralla.
Onde a verba se elevaba na rasante,
metralla, metralla, metralla.
Deixando a vida polos sucos
sementastes tramo a tramo toda gabia
ata encher de esperanza cada foxo.
Que queimen o meu corpo cando morra:
que esparexen as cinzas por todas as cunetas:
que volvamos á vida todos xuntos:
aínda que sexa en verso compañeiros:
que volva pacer a dignidade en Lugo.
Que volva pacer a dignidade ao mundo.