Investigada la Residencia de Ancianos «Les Boqueres» por presunta negligencia: Nueve trabajadores bajo investigación judicial
Se cumplen dos años del trágico fallecimiento de María Agnes Fischer, quien murió en circunstancias devastadoras en la Residencia de Ancianos «Les Boqueres» en Altea.
Altea, 27 de agosto de 2024 – Los hijos de la fallecida, Bernd, Karen y Raphaela, han denunciado públicamente la negligencia y el abandono que sufrieron su madre y otros ancianos en este centro, subrayando la urgente necesidad de mejorar los protocolos de cuidado en residencias de ancianos.
María Agnes Fischer, quien padecía demencia y tenía el máximo grado de dependencia, ingresó en la residencia el 12 de agosto de 2022. Tan solo cinco días después, el 17 de agosto, salió del edificio sin acompañamiento ni supervisión alguna, y cayó en el jardín, golpeándose fuertemente la cabeza. A pesar de sus gritos de auxilio bajo el sol abrasador de agosto, con temperaturas de 33ºC, permaneció desatendida durante casi media hora hasta que unos vecinos alertaron al personal de la residencia. Solo entonces se le prestó ayuda, pero no se le proporcionó atención médica hasta el día siguiente, cuando fue trasladada al Hospital de Villajoyosa, donde falleció el 25 de agosto debido al traumatismo cráneo encefálico derivado de la caída.
La familia Fischer presentó una denuncia en septiembre de 2022 contra la residencia por un presunto delito de homicidio, atribuyendo la muerte de su madre a cuatro factores críticos de negligencia:
- Duplicación de dosis anticoagulante sin control: El médico del centro duplicó la dosis de sintrón (anticoagulante) sin haber examinado a la paciente, aumentando así el riesgo de hemorragia en caso de caída.
- Falta de vigilancia y de control: María, diagnosticada con demencia y dependencia máxima, salió del edificio con su andador sin ningún tipo de supervisión, accediendo a una zona ajardinada con desniveles peligrosos y sin cámaras de seguridad. Según declaraciones de los propios trabajadores, en dicha residencia no existen controles ni supervisión a los internos en el jardín.
- Omisión de sus obligaciones “in vigilando”: La anciana permaneció en el suelo casi media hora, pidiendo ayuda sin que el personal de la residencia respondiera, hasta que los vecinos intervinieron.
- Ausencia de protocolos en caso de caídas: La residencia no ordenó su traslado inmediato al hospital, y el médico del centro no la evaluó tras la caída. Solo al día siguiente fue enviada al hospital, demasiado tarde para salvar su vida.
Además, la familia Fischer ha presentado declaraciones de otras dos familias que han sufrido experiencias similares, también con resultado de muerte en la misma residencia.
«Exigimos justicia no solo para nuestra madre, sino para todos los ancianos que residen en este centro y que merecen un trato digno y un cuidado adecuado,» declaró Bernd Fischer en nombre de sus hermanos. «Las residencias de ancianos, especialmente las privadas que operan con ánimo de lucro, deben garantizar que nuestros seres queridos reciban la atención que necesitan y merecen como seres humanos.»
La investigación judicial continúa, con nueve trabajadores de la residencia bajo investigación. Este caso pone de relieve la necesidad urgente de revisar y mejorar los estándares de cuidado en las residencias de ancianos, donde la vida y la dignidad de los más vulnerables deben ser protegidas con la máxima prioridad.