La Asociación Vecinal Leganés Norte se queda finalmente sin local
- Ayer entregó las llaves del espacio que ha usado en los últimos 18 años, que pertenece a una comunidad de propietarios que amablemente se lo había cedido
- El pasado 17 de octubre el pleno del Ayuntamiento aprobó la entrega de un local público a la entidad. ¡Era la tercera vez que lo hacía!
- El colectivo vecinal pide al Gobierno local que “no les engañe” y en esta ocasión “cumpla lo aprobado en el pleno”
Ayer miércoles, 30 de octubre, la Asociación Vecinal Leganés Norte hizo entrega de las llaves del local que durante 18 años ha usado gracias a la solidaridad de la comunidad de vecinos propietaria. Se trata de un espacio situado en la calle Isadora Duncan, frente a la residencia de mayores Vitalia. Apenas 18 metros cuadrados sin baño, calefacción o salas de trabajo, una sede modesta entre las sedes modestas, pero siempre mejor que la calle, que es donde actualmente está la entidad ciudadana.
“El martes fue un día muy duro. Me llevé un chasco tremendo al ver todas las cosas de la asociación en el trastero que hemos tenido que alquilar, y comprobar que se habían cumplido nuestros peores temores de quedarnos sin local. Y ayer por fin entregamos las llaves a la comunidad que nos ha acogido todos estos años, a la que estamos agradecidísimos”, indica Susana Roales, portavoz de la asociación vecinal. Este verano, la comunidad de propietarios trasladó a la entidad su deseo y necesidad de utilizar el local, marcando el 30 de octubre como fecha límite para la entrega de llaves.
En 2016, el alcalde de Leganés, Santiago Llorente, prometió a la asociación vecinal su reubicación en un inmueble público, por lo que esta pidió a la comunidad de propietarios permiso para seguir usando el habitáculo de la calle Isadora Duncan hasta ver cristalizada esa promesa. Nadie esperaba que, casi tres años después, las cosas no hubieran avanzado un ápice y que hoy el colectivo ciudadano se iba a encontrar sin sede. Sobre todo, después de que el pleno del Ayuntamiento de la localidad haya aprobado hasta en ¡tres ocasiones! la entrega de un local a la asociación vecinal. La última, y por unanimidad, fue en la sesión plenaria del pasado 17 de octubre, con el compromiso de que la entrega se produzca antes de que acabe 2019.
En un comunicado que hizo público tras el pleno, la entidad agradece “a todos los grupos políticos del Ayuntamiento su predisposición, comprensión y apoyo a nuestro barrio con la entrega de un nuevo local. Ya es la tercera vez que se aprueba algo parecido en los plenos municipales y seguimos esperando que el alcalde y su equipo de gobierno tengan la responsabilidad suficiente y cumplan lo aprobado y su palabra. Más de 10.000 vecinos y vecinas del barrio de Leganés Norte esperan que no les engañen y cumplan lo aprobado en el pleno”, remacha.
En Leganés Norte hay dos locales de la Comunidad de Madrid que se encuentran vacíos. Uno de ellos, el antiguo centro del Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS) que se halla situado en la plaza de la Música, fue cedido por el gobierno regional en 2017, pero “el equipo de gobierno de entonces no lo entregó por diferentes motivos”, sostiene la asociación vecinal.
“Ahora nos encontramos en una inmejorable ocasión -continúa en su nota- y aprovechar la oportunidad para retomar el tema y abrir este local que va a dinamizar sin duda al barrio. Contamos con que el Ayuntamiento participe y dote también de recursos este espacio de convivencia, cultura, ocio y de atención a los ciudadanos, de manera que la cooperación sea el eje principal, y poder atender entre todos las necesidades y problemas de los vecinos y vecinas de Leganés Norte”, indica la entidad.
La asociación organiza multitud de actividades y “para no paralizar los proyectos y trabajos sería de gran utilidad realizar el traslado a la nueva ubicación lo antes posible”, asegura.
Para ello, demandan agilidad en el equipo de gobierno actual, al que acusan de “ningunearles”. “Estamos a la espera de que por parte del Ayuntamiento alguien se ponga en contacto con nosotros, seguimos intentando conocer alternativas o respuestas para poder realizar el traslado adecuadamente”, insiste la asociación. “Ahora estamos en la calle y parece que el local no va a llegar nunca, pero el Ayuntamiento tiene que dar a las asociaciones vecinales facilidades para que puedan realizar su trabajo por el barrio; nosotros no ganamos nada, no cobramos nada, todo es voluntario, lo que hacemos solo lo hacemos por el bien del barrio”, concluye Susana Rosales.