Los nazis del «Hogar Social Madrid» consiguen que se les considere en «indefensión» ante el juez, lo que no consiguió Julio Rodríguez, presidente de la Asociación «Paz Ahora»
Son muchos los factores que alejan de la neutralidad sus decisiones: la mayor o menor proximidad ideológica, como se ha visto en el caso del desalojo anulado de la Asociación NAZI “Hogar Social Madrid”, todavía hoy ocupante de la antigua sede del Banco de Madrid, en presencia de tres furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) con un número de efectivos suficientes para llevar a cabo la misión de la Comisión Judicial.
El caso del desalojo de la ocupante Asociación “Hogar Social Madrid»
Los representantes del Juzgado fueron sensibles al argumento de su representación letrada de que la notificación del desalojo no se ha realizado en tiempo y forma. La autoridad judicial tendrá que explicar esos miramientos que sin duda revelan una preferencia hacia esta asociación, que como es lógico, carece de contrato de arrendamiento del local ocupado y además no ocupaba una vivienda habitual.
El caso del desahucio del inquilino Julio Rodriguez Bueno.
En el caso del inquilino con contrato de arrendamiento Julio Rodríguez Bueno – cuya idiosincrasia está en las antípodas de la Asociación aludida más arriba – la Comisión Judicial se personó el pasado martes día 6 de febrero en su domicilio para llevar a cabo el lanzamiento de su vivienda habitual – ojo! vivienda habitual! que es más grave que un local de una asociación! , cuando aún no había sido notificada a su procuradora la Providencia que contestaba al Incidente de Nulidad de Actuaciones planteado por su representación letrada.
Ello dejó a Julio Rodríguez en total indefensión y sin poder acogerse a su derecho constitucional de la tutela judicial efectiva.
Con la lamentable consecuencia de que no ha podido enervar el desahucio en tiempo y forma y el contrato ha decaído.
También es preciso decir que Julio Rodríguez está al día en el pago de las rentas del alquiler a la propiedad hasta el 6 de febrero, ya que consignó las últimas rentas pendientes en la c/c del Juzgado, lo cual acreditó con los debidos justificantes junto con el Incidente de Nulidad presentado.
Desde dicha fecha ahora es la Propiedad – propietaria de más viviendas en Madrid – la que es deudora ante el inquilino por una mensualidad de la Fianza que está pendiente de devolver. Y ello para el caso de que Su Señoría mantenga la decisión de que por el momento el contrato de arrendamiento está decaído, lo que ha causado una clara IndefensiónProcesal a Julio al provenir de una citación con defectos sustanciales de forma.
Y en justa equidad entre las partes, el contrato de arrendamiento debería estar en vigor hasta que se devuelva la Fianza.
EN TODO CASO, LO RELEVANTE ES QUE EN ES MISMO PORTAL ESTÁN FIRMANDO LOS NUEVOS CONTRATOS DE ALQUILER A 1300 EUROS (UNA SUBIDA DEL 44’44%).
CONCLUSIONES.
El panorama actual de las circunstancias socio-económicas de este país, revela que la crisis que arrastramos desde 2008 ha abocado a la ciudadanía a una gran inseguridad jurídica derivada de una sensible pérdida de derechos adquiridos, a unos niveles de desigualdad inaceptables, contratos de trabajo precarios y un desmantelamiento de los servicios públicos y de la protección de la dependencia.
El acceso a una vivienda digna, que es un derecho de tod@s protegido por la Constitución, brilla por su ausencia.
Los inversores se han lanzado a comprar pisos en masa, para alquilar en las zonas céntricas y turísticas de las ciudades.
Esta avalancha inversora provoca día a día un fuerte aumento de los precios de venta, y al mismo tiempo un importante aumento de los alquileres en zonas tradicionales; en Madrid: Malasaña, Chueca, Retiro …
Nunca fue tan caro alquilar en Madrid, mientras que la renta media de los madrileños ha descendido notablemente.
O sea, los alquileres cada vez son más caros y los inquilinos cada vez son más pobres.
Se está gestando en España una nueva burbuja inmobiliaria, y se observa que el boom del alquiler de vivienda resucita viejas prácticas de los propietarios para desalojar a los inquilinos, con el fin de beneficiarse de unas rentas más altas que ofrece ya el mercado. La más habitual es alegar la necesidad de la vivienda para un hijo o familiar allegado, que está previsto en la ley, para luego volver a arrendarlo por una renta superior.
La acumulación de varias viviendas en una sola mano, no hace más que empeorar el panorama. Sus propietarios en muchos casos retienen las viviendas sin sacarlas al mercado, hasta que encuentran un inquilino modélico.
Y la peor noticia es que en el futuro próximo sólo se prevén subidas.
REPRESENTACIÓN LETRADA DE
LA ASOCIACIÓN PAZ AHORA.