CGT denuncia la modificación de las condiciones de trabajo en Ubisoft Barcelona
- La central anarcosindicalista valora que la imposición unilateral por parte de la dirección de la compañía de videojuegos de una nueva política de trabajo remoto para empeorando activamente las condiciones de trabajo y forzar despidos voluntarios.
Las secciones sindicales de CGT en los estudios de Ubisoft afincados en Barcelona han manifestado su oposición frontal a los cambios en el sistema de trabajo remoto, que han valorado como injustos e ilegales. De hecho, la central anarcosindicalista considera que la medida persigue generar despidos encubiertos como parte de la campaña de reducción de costes que Ubisoft está implementando.
Según CGT, los trabajadores de Ubisoft están mayoritariamente en contra del reciente cambio en el trabajo remoto. Este obliga a volver a la oficina 3 días a la semana. Una nueva política de trabajo remoto impuesta por la empresa que sustituye el anterior sistema, que contemplaba el 60% de días del mes de trabajo remoto, a elegir por el trabajador, y que ha estado vigente durante casi 5 años.
Ubisoft Mobile también ha cambiado sin consenso la política de trabajo remoto, reduciéndolo un 33% a nivel anual y forzando a volver a la oficina a los trabajadores que estuvieran trabajando totalmente en remoto.
Aparte del empeoramiento que esto supone para la conciliación vida-trabajo de mucha gente, según el sindicato, esta decisión ha sido tomada súbitamente y sin transparencia. Además, apunta que la decisión genera importantes problemas logísticos, ya que las oficinas no están preparadas para admitir semejante volumen de personas al mismo tiempo, especialmente las zonas comunes.
Todos estos factores hacen pensar a CGT que la empresa está empeorando activamente las condiciones de trabajo para forzar despidos voluntarios.
Para la representación sindical, Ubisoft ha usado la “creatividad” del equipo y una “mejor comunicación” para justificar el cambio, pero la dirección ha sido incapaz de justificar ningún beneficio tangible para respaldar la medida.
CGT ha interpuesto una demanda en la que exige que se detenga la aplicación de este cambio en la política de trabajo remoto planeado para enero de 2025, y que se blinden las opciones de teletrabajo mediante acuerdo colectivo.
A pesar de que ambas partes implicadas han expresado su deseo de negociar, la dirección no ha iniciado ningún intento real ni ofrecido propuesta alguna desde que CGT comunicó el litigio.