«Espionaje sin escrúpulos, solidaridad sin límites»: convocada manifestación en los Jardines de Gracia el 4 de febrero

Desde La Cinètika convocan una nueva movilización contra el Ministerio del Interior y la policía por sus prácticas desveladas por el medio independiente catalán ‘La Directa’: un policía se infiltró en movimientos sociales de Barcelona llegando al extremo de utilizar relaciones afectivas y sexuales en estos círculos para conseguir información.

Según publicó el lunes ‘La Directa’, el presunto policía infiltrado «se ganó la confianza de la gente» del distrito de Sant Andreu, y consiguió el acceso a viviendas o centros sociales a raíz de relaciones sexoafectivas que estableció en entornos festivos y a través de aplicaciones de citas, llegándose a hacer tatuajes con simbología afín para ganar credibilidad. Cinco mujeres vinculadas al movimiento okupa, anarquista y anticapitalista han presentado este martes una querella contra el policía nacional porque las utilizó para obtener información entre los años 2020 y 2022, a través de la abogada Laia Serra, que forma parte del grupo jurídico que las asesora. Se le atribuyen los delitos de abusos sexuales continuados, tortura y contra la integridad moral, descubrimiento y revelación de secretos e impedimento del ejercicio de derechos cívicos.

Asimismo, la CUP, Unidas Podemos y ERC han solicitado formalmente la comparecencia del ministro Fernando Grande-Marlaska. Consideran que esta vulneración de los derechos tiene como objetivo la represión y persecución ideológica sobre quien practica la disidencia política , «exigimos que el gobierno español explique los motivos del espionaje a los movimientos sociales de los Països Catalans». También piden la comparecencia en la cámara catalana del conseller de Interior de la Generalitat, Joan Ignasi Elena.

Jaume Asens informó del registro por parte de que Unidas Podemos de una serie de preguntas dirigidas a Marlaska;

La Cinètika es el colectivo donde militaba una de las chicas engañadas con las que el infiltrado tuvo relaciones íntimas y ahora, ha denunciado «abuso y arbitrariedad» por parte de la policía española. En un comunicado publicado el pasado lunes, las activistas recordaron «solo casos muy concretos y graves de sospecha de delito o delante del mismo -y siempre con autorización judicial- sostienen la justificación de policía infiltrada». «No siendo el caso, nos encontramos ante el abuso y arbitrariedad que, con plena conciencia, la capacidad misma de pensar y cada pensamiento puedan ser considerados de potencial delito», añadieron.

Antes de la comparecencia de Marlaska, Interior premia al agente infiltrado trasladándolo a una embajada

El Ministerio de Interior español ha premiado el agente de la policía española que durante tres años se infiltró en movimientos sociales de Barcelona, especialmente el centro la Cinètika al barrio de San Andreu. El agente actuaba con el nombre de Daniel Hernández Pons y ha sido trasladado fuera de Cataluña para trabajar en una embajada.

Las embajadas suelen ser los más demandados por los agentes de la policía y de la Guardia Civil porque comportan sueldos realmente jugosos. El mínimo suele rondar los 10.000 euros mensuales, pero puede aumentar si es una ciudad muy importante, muy lejana o muy peligrosa. Con estos pluses, los sueldos se pueden duplicar y llegar a los 20.000 euros mensuales.

Se trata de una medida para proteger el infiltrado, pero también para premiarlo por sus servicios, según confiesan fuentes policiales. En las embajadas, los agentes suelen hacer de enlace con las autoridades locales y también tareas de protección de la delegación diplomática.