Apoyan las movilizaciones de Barcelona contra megainfraestructuras contaminantes
- La Plataforma Contra la Ampliación de Barajas, de la que forma parte Ecologistas en Acción Madrid, se solidariza con la manifestación convocada este sábado en Barcelona y hace un llamamiento a la movilización contra los megaproyectos de infraestructuras e inmobiliarios acordados por el PSC y ERC.
Cabe recordar, además, que la Comisión Europea tiene abierto un procedimiento contra el Estado español por la negligencia en la protección del Delta, y ha pedido explicaciones tanto al Gobierno como a la Generalitat sobre las acciones que están desarrollando para preservar la zona. A día de hoy, AENA todavía no ha cumplido con las acciones de compensación ambiental comprometidas en la anterior ampliación del aeropuerto fijadas en la declaración de impacto ambiental de 1998.
En lo que se refiere a Barajas,quinto aeropuerto más emisor de la UEen 2018, el MITMA contempla la ejecución de diversas intervenciones para que aumentar de la capacidad operativa del aeropuerto de Barajas, tanto en lo que se refiere a transporte de personas (el objetivo es pasar de 70 a 80 millones de pasajeros al año) como a operaciones de carga asociadas a grandes empresas de comercio electrónico. Esto supondría unaumento exponencial de las emisionesde la contaminación atmosférica y del ruido para decenas de miles de personas de la zona del aeropuerto.
De la misma manera, Aena tiene prevista una operación inmobiliaria dirigida a urbanizar y construir 323 hectáreas de terrenos adyacentes al aeropuerto con fines logísticos, de oficinas y servicios. Algo totalmente incompatible con los compromisos europeos y con la legislación ambiental de ámbito tanto estatal como autonómica.
“Independientemente de su ubicación, todos estos proyectos responden únicamente a los intereses de los grandes capitales y no del conjunto de la ciudadanía y del territorio en el que vivimos”, asegura Pablo Muñoz, portavoz de Ecologistas en Acción. “Representan un modelo que está en el origen del aumento de desigualdades, la expulsión habitacional, la destrucción del comercio de proximidad de los barrios, la precarización y explotación laboral, la contaminación del aire y sonora, el aumento exponencial en las emisiones de CO2 y la pérdida de espacios agrarios y naturales”, concluye Muñoz.