Vandellós II: Trece años ignorando la seguridad nuclear
- El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) exige a Vandellós II a cumplir las normas de seguridad que son obligatorias desde un incidente en Ascó en 2008.
- La negligencia de la central puede ser el origen del hallazgo de materiales radiactivos en los sistemas de ventilación del edificio.
- Ecologistas en Acción y el Movimiento Ibérico Antinuclear consideran inadmisible que se ponga en peligro la salud y seguridad de los trabajadores, de la población y del medio ambiente.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) acordó el 28 de julio emitir una Instrucción Técnica Complementaria (ITC), normativa de obligado cumplimiento, a la central de Vandellós II para que incorporen sistemas de filtración de gases radiactivos en seis de los edificios de la central nuclear, ya que es la única central nuclear que carece de dichos sistemas. La falta de estas unidades de filtración representa, según el CSN, un problema de protección radiológica de los trabajadores, público y medio ambiente, por lo que se clasifican estos sistemas como «relevantes para la seguridad».
Tras el suceso de emisión de partículas radiactivas en la nuclear de Ascó en 2008, el CSN emitió una Instrucción Técnica (IT) para el resto de las centrales nucleares españolas. En ella se pidió que se analizaran las posibilidades de que el suceso se repitiera en sus instalaciones, así como la propuesta de posibles medidas derivadas. Entre las cuestiones a incluir se señaló explícitamente el análisis de los diferentes sistemas de ventilación, calefacción y aire acondicionado (HVAC por sus siglas en inglés), la identificación de potenciales vías de emisión debido a la falta de filtración en esos sistemas, y una revisión del diseño de estos sistemas HVAC.
La fecha de la instrucción dirigida a Vandellós II es de 13 de mayo de 2008. Después de las inspecciones de 2014 y 2016, la respuesta final de Vandellós II en 2017 fue que ya cumplía con la normativa sobre ese tema y que había decidido no implantar el filtrado en ninguno de los sistemas. Como excusa se argumentó la complejidad de las modificaciones de importantes elementos del diseño de la central, y que ya contaban con prácticas de trabajo adecuadas y controles de detección.
Para Ecologistas en Acción y el Movimiento Ibérico Antinuclear era sorprendente la actitud de la central, pero aún lo era más la permisividad del CSN durante estos trece años en una cuestión relevante para la seguridad. Tampoco comprendían que se permitiera a la central ignorar la autoridad del Consejo.
El pasado mes de abril, en el interior de un conducto de extracción de aire del sistema de ventilación del edificio de desechos radiactivos, se encontraron partículas radiactivas con Cobalto-60, Cesio-137 y Manganeso-54. El aumento del nivel de radiactividad en el conducto alertó del problema. Para la central, este suceso no era novedoso tal y como informaron al CSN: «No es un hecho aislado y que, en el pasado, al menos entre 2008 y 2019, se ha reportado en alguna ocasión la presencia de Cobalto-60 en la extracción de sistema de ventilación del edificio de desechos «. Un incidente que no se consideró “suceso notificable”.
A propuesta del Director Técnico de Seguridad Nuclear se ha llevado al pleno del CSN un informe de la situación y una propuesta de actuación para resolver esta insubordinación de la central. Hay que destacar el reconocimiento explícito en la documentación de deficiencias en la revisión del estado de la central que se debía realizar para la renovación del permiso de explotación por 10 años más, ya que estos problemas no han sido reflejados en el proceso de renovación. Así, según se manifiesta, «este tema no ha sido analizado en profundidad en la reciente revisión periódica de la seguridad».
Ecologistas en Acción y el Movimiento Ibérico Antinuclear consideran inadmisible que se ponga en peligro la salud y seguridad de los trabajadores de la central nuclear, así como el riesgo de repercusiones medioambientales y para el público, tal como establece el CSN en el escrito de la ITC.
Asimismo, para las organizaciones ambientales resulta incomprensible la pasividad de las anteriores direcciones y plenos del CSN ante el incumplimiento de la IT por parte de Vandellós II. Por ello, piden una depuración de responsabilidades de los miembros del organismo regulador que en su día tenían la responsabilidad de hacer el seguimiento.
Ecologistas en Acción está estudiando, a través de su área jurídica, la posibilidad de presentar una denuncia contra la empresa propietaria de la central nuclear por una desobediencia reiterada al organismo regulador, al entender que podía haber tenido graves repercusiones, tanto para la salud y seguridad de las personas como del medio ambiente.
- Propuesta de dictamen técnico en relación con la problemática de los sistemas de ventilación (HVAC) no relacionados con la seguridad que procesan aire potencialmente contaminado
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