Colectivos de Trabajadoras Sexuales se reúnen con Junts per Catalunya

Como ya hicieron con otros partidos políticos, las activistas les advirtieron de las consecuencias de la Ley de sólo sí es sí para las trabajadoras del sexo: desahucios, problemas de acceso a la vivienda, aumento de presencia policial -con las consecuencias que esto comporta para las compañeras migrantes-, clandestinidad -y, por lo tanto, de inseguridad y agresiones impunes.

Pilar Calvo mostró su desconcierto, al no entender cómo, desde un Ministerio que se autodenomina feminista, se propone una ley que ataca directamente a otras mujeres. Entiende que la prostitución no va a dejar de existir y que, por eso, es necesario dotar a las trabajadoras sexuales de derechos laborales, siempre y cuando se ejerza en condiciones de libre elección y seguridad. Añade que no se puede consentir el aumento de inseguridad que va a comportar esta nueva ley. La diputada también preguntó acerca de cómo esta ley afectaría a la negociación con los clientes. Las trabajadoras sexuales respondieron que, efectivamente, podría disminuir el margen de negociación e incluso facilitar que el cliente chantajease a la trabajadora e impusiera sus condiciones, bajo la amenaza de denunciarla. Calvo también se mostró sorprendida porque la prostitución forme parte del PIB pero, al mismo tiempo, las trabajadoras sexuales no tengan ningún derecho.

Para terminar, las activistas informaron a la diputada de que el modelo que persiguen es el neozelandés más conocido como el de despenalización.