Movilizaciones por todo el Estado contra una tibia reforma de la Ley de la Ciencia que mantiene la precariedad del sector
- Los investigadores se han opuesto a la nueva ley de ciencia que prepara el Ministerio esta mañana frente al Congreso de los diputados y en varias ciudades de todo el país. Exigen mejoras sustanciales de las que se incluyen hasta la fecha, para conseguir acabar con la precariedad en un sector dominado por los contratos temporales, los sueldos bajos y la inestabilidad laboral.
- Hasta 22 organizaciones respaldan las concentraciones de este lunes en toda España.
En el anteproyecto de ley de Ciencia que ha presentado el Ministerio que dirige Diana Morant (PSOE) solo se reconoce el derecho a indemnización por fin de contrato a los que lo firmen a partir del visto bueno a la norma y no a los actuales. El aumento de movilizaciones y reivindicaciones durante las últimas semanas han llevado a la ministra de Ciencia y Innovación del Gobierno de España a rectificar a través de Twitter y comprometerse a que la indemnización se aplicará «para todos los que estén vigentes».
Entre los objetivos del nuevo texto que afecta a 231 mil investigadores de todo el país, se encuentran crear una carrera investigadora «estable», impulsar la transferencia de conocimiento a la sociedad y mejorar la gestión de la I+D+i. Pero como en tantas otras iniciativas legislativas de la presente legislatura, se queda corto respecto a las expectativas de amplios sectores de la sociedad.
La nueva ley que tramita el Ministerio incluye una de las reivindicaciones históricas del sector como son las indemnizaciones por fin de contrato. En un principio el Ministerio solo preveía aplicar esta medida a los nuevos contratos pero la presión de los sindicatos ha hecho que se haga con efectos retroactivos.
«La precariedad de la ciencia en España es generalizada. Tenemos sueldos mileuristas a pesar de haber conseguido un contrato predoctoral y posdoctorales extremadamente competitivo. Las mentes más brillantes son los que consiguen estos contratos y son retribuidos con salarios muy bajos», señala Dario Badules, doctorando de cuarto año de Derecho Laboral. A pesar de la rectificación de la ministra, los investigadores aseguran que no saber «si va a haber algún tipo de matiz» que les deje «fuera de la indemnización».
Este #7F seguimos gritando: ¡NO PODEMOS HACER CIENCIA DE PRIMERA MIENTRAS SOBREVIVIMOS A LA PRECARIEDAD!
La #ciencia es un profesión, no un hobby, y los profesionales de la ciencia exigimos condiciones de trabajo dignas.#SinCienciaNoHayFuturo#SinDerechosTampocoHayCiencia pic.twitter.com/va80ngZo1E— Ciencia Con Futuro (@CienciaConFutur) February 7, 2022
#OrgulloDeCompas pic.twitter.com/LV3jy0cNuY
— FPU investiga (@FPUinvestiga) February 7, 2022
Muchos de los contratos para la investigación hoy en día son contratos de cuatro años, con salarios de mileurista que cambian cada año, y sin ninguna garantía de futuro para unos profesionales que llevan años formándose y dedican muchas horas a la investigación.
Desde el colectivo predoctoral se exige que se eliminen la subcontratación y la externalización de los servicios. Además, que se facilite apoyo mental porque aseguran, «es muy complicado conseguir la estabilización de la carrera y hay mucha incertidumbre».
Otra de sus reivindicaciones es dotar de más recursos a todo el sector de la ciencia, algo que condiciona, en última instancia, al resto de reivindicaciones. Es fundamental un presupuesto suficiente y las facilidades necesarias para poder realizar sus trabajos.
Otra de las críticas más extendidas de los manifestantes es la indefinición o escasa concreción de las cláusulas en cuanto a derechos laborales se refiere.
Créditos de la imagen: Tobias Brunner en Pixabay
Ciencia con Futuro: «El nuevo Anteproyecto de Ley de la Ciencia: se avanza, pero no es suficiente»
Esta semana nos tocó trabajar a destajo a todos los activistas de la Ciencia y la Innovación Española. El Ministerio de Ciencia e Innovación sacó, casi a traición mientras nos re-asentábamos de las navidades, el ansiado nuevo borrador de Anteproyecto de modificación de la Ley de la Ciencia y daba sólo ocho días para presentar alegaciones a un texto que se publicaba mutilado. Sólo veías las partes retocadas, no el conjunto del texto legal.
En CCF nos pilló preparados, teníamos agendada una reunión con la Secretaria General de I+D+i, Raquel Yotti, que nos atendió unos días antes del cierre del plazo y nos pasó un documento con el texto “refundido” para poder hacer mejor la evaluación.
Hemos de reconocer que el cambio del equipo ministerial ha mejorado muchísimo la comunicación, un tono más abierto y dialogante. Pero no estamos tan contentos en el fondo: la información nos llega siempre tarde, siempre de forma parcial y nunca parece que en el gobierno estén abiertos a una reflexión global sobre la ciencia y la innovación como servicio público.
Reforma laboral, Ley de la Ciencia y LOSU inciden todas en cómo se trabajará en ciencia e innovación en nuestro país en la próxima década. Y no parece que los redactores de los distintos textos se comuniquen entre ellos. Y tampoco parecen muy conscientes de las repercusiones de sus actos.
Si bien todos celebramos el fin de los contratos de “obra y servicio”, a día de hoy nadie ha aclarado cómo se entiende el fin de una “línea de investigación” y quién y cómo habrá de provisionar los fondos para los despidos (porque los indefinidos son despedibles). En la práctica, a día de hoy, las contrataciones están bloqueadas en la mayoría de los centros de investigación de nuestro país.
Tampoco se entiende la voluntad de contentar a medias en aspectos clave como las indemnizaciones a fin de contrato, que sólo se reconocen a pre y postdocs contratados a partir de la entrada en vigor de la ley y negarlo a los que hoy sufren esa lacra (y están comandando la lucha para evitar esa injusticia).
Y, en general, hay tantos recovecos y excepciones que, sinceramente, no tenemos claro que en la práctica no vayan a continuar los contratos vinculados a proyectos. Y lo que es peor, que se aproveche el nuevo contrato indefinido para no sacar las plazas estructurales en las Ofertas de Empleo Público.
Por terminar con el tema laboral, nos mostramos decepcionados porque de nuevo se aplaza la regulación de las carreras profesionales de técnicos y gestores en ciencia e innovación. Y no hay nada que ayude a pensar que el gobierno se va a abrir a reconocer que una formación doctoral es útil, y debe ser reconocida y pagada, más allá de la investigación estricta.
Una ley incluye muchas más cosas, pero es demasiado ambicioso tratar de abordarlo en un blog. Os dejamos el PDF de las alegaciones que hemos hecho para que podáis ver que no estamos contentos con cómo se abordan los temas de desigualdad y discriminación (reduciéndolos solo a cuestiones de género), que en contra de lo publicitado no se incluyen medidas de reducción de la burocracia ni se facilitan mecanismos para atajar la plaga de la endogamia.
Esperamos que el Ministerio lea nuestras alegaciones, y otras muchas, y asuma de una vez que la participación pública no puede ser un paripé. Que debe ser un proceso de co-diseño, abierto, transparente y prolongado en el tiempo.