El asteroide de los 10.000 cuatrillones de dólares: La NASA viajará a ese lugar en 2022
El 16 Psyche se encuentra en el cinturón de asteroides situado entre Marte y Júpiter y está compuesto por una aleación de diferentes metales.
Para 2022, la NASA prepara una misión rumbo al asteroide 16 Psyche, rico en minerales y con una composición muy similar al núcleo de la Tierra, ya que está compuesto por una aleación de hierro y níquel y, probablemente, metales como el oro, el platino, el cobre y el cobalto.
El objetivo principal de la misión Psyche, dirigida por la Universidad Estatal de Arizona (Estados Unidos) con el apoyo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, es aprender más sobre ese cuerpo celeste de unos 250 kilómetros de diámetro que se encuentra en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, es decir, tres veces más lejos que el Sol.
La NASA planeaba efectuar ese lanzamiento en 2026, pero adelantó la fecha tras encontrar una vía para llegar a 16 Psyche «el doble de rápido» y de forma más rentable.
Para lograr esa meta, la agencia aeroespacial estadounidense utilizará una nave no tripulada equipada con un chasis de propulsión solar-eléctrico, un generador de imágenes, un magnetómetro y un espectrómetro de rayos gamma.
Los científicos creen que ese astro podría ser el corazón de un planeta muerto que se habría fundido en algún momento y hoy en día aún ejerce una fuerte influencia sobre los asteroides que lo rodean, debido a su carga eléctrica.
El asteroide más caro de la historia
Lindy Elkins-Tanton, investigadora principal de la misión, asegura que si se pudiera trasportar a la Tierra todo el hierro que posee 16 Psyche valdría unos 10.000 cuatrillones de dólares.
Esto provocaría que el valor de los metales preciosos cayera en picado, desvalorizaría por completo todas las tenencias de esos materiales —incluidas las almacenadas por los gobiernos— y arruinaría a las empresas de minería, distribución y comercialización de esos productos.
Por lo tanto, supondría un colapso económico sin precedentes: en 2015, el producto bruto mundial rondó los 73.700 millones de dólares. En cualquier caso, Elkins-Tanton asegura que se trata de «una especulación salvaje».