Los científicos manifiestan sus reservas sobre el PLEMCAT, el multimillonario «mar de dudas sin resolver» con el que la Generalitat de Catalunya quiere promover la eólica marina en el Golfo de Roses
Un grupo de investigadores del CSIC y varias universidades suscribe a título particular un artículo de opinión en El Punt Avui sobre la plataforma de investigación, desarrollo e innovación en energías marinas impulsado por el Institut de Recerca en Energia de Catalunya (IREC) en el área con el apoyo del Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural del Gobierno catalán.
Si bien los expertos consideran positiva la idea de realizar proyectos piloto de eólica marina flotante para valorar la idoneidad de este tipo de proyectos industriales, valoran que existen una serie de factores muy preocupantes que demuestran que no se han tenido en cuenta las consideraciones que la Ley 41/2010, de Protección del Medio Marino establece sobre los ecosistemas.
De hecho, para los investigadores, el PLEMCAT «es un mar de dudas sin resolver» pues, en primer lugar, la zona del Golfo de Roses «no es la más indicada para realizar ninguna prueba piloto teniendo en cuenta su fragilidad ecológica» algo que la existencia de nueve áreas marinas protegidas pone de relieve.
RECOMENDACIONES DEL PROYECTO BIOPAIS
En esta línea, recuerdan que los últimos estudios científicos publicados en el marco del proyecto BIOPAIS, financiado por la Fundación Biodiversidad -vinculada al MITECO- han recomendado no desarrollar proyectos piloto de estas características en zonas ecológicamente frágiles, más existiendo posibles localizaciones alternativas como la zona degradada de la antigua plataforma Casablanca, afeando a los responsables de la Generalitat que sus autores nunca hayan sido consultados a pesar de ser los únicos investigadores que trabajan analizando los efectos de la eólica marina sobre la biodiversidad desde hace más de dos años.
AFECCIONES NEGATIVAS SOBRE EL COTO DE PESCA PRESENTE EN EL ÁREA
Los científicos explican además que el PLEMCAT «afectaría de lleno» al coto de pesca que tanto la Administración como los pescadores de la zona impulsaron en 2014 para recuperar la población de merluza de la zona y su hábitat, fruto de una decisión consensuada «en un proceso encomiable» sobre el que la Generalitat ha manifestado su satisfacción en reiteradas ocasiones. Un coto de pesca, por otra parte, que ha sido incorporado en el plan de gestión del Gobierno español para la conservación de los recursos pesqueros del mar Mediterráneo. «¿Qué sentido tiene instalar esta infraestructura sobre un coto de pesca que es una pieza importante del buen estado medioambiental de la zona?» -se preguntan-.
EL ORDEN «ILÓGICO» DEL PLEMCAT
Para los investigadores, por otro lado, «los proyectos piloto tienen sentido si se proponen antes de los parques eólicos de tipo comercial con el objetivo de determinar su viabilidad económica potencial» y no al revés, pues con el PLEMCAT ha ocurrido justo lo contrario al haberse presentado el proyecto con posterioridad a las seis propuestas de parques eólicos comerciales que pretenden instalarse en la zona en lo que supone un «orden ilógico».
FALTA DE INFORMACIÓN Y TRANSPARENCIA
Los expertos denuncian así mismo que el proyecto del PLEMCAT, más allá de la información genérica publicada en la web del IREC «ha ido acompañado de una falta de información y transparencia preocupante» pues en este contexto un buque de prospección geofísica trabajó en el Golfo de Roses sin que la Generalitat proporcionara ninguna información al respecto hasta que el barco finalizó su tarea. Por otra parte, recuerdan que en la documentación del proyecto sometido inicialmente al Ministerio, el proyecto de la Generalitat planteaba la instalación de dos aerogeneradores, mientras que ahora aparecen tres en la web de la iniciativa.
NULA PARTICIPACIÓN SOCIAL
En otro orden de cosas, los científicos recuerdan que la participación social en el proceso de consulta del PLEMCAT «ha sido nula» porque «más allá de las reuniones mantenidas por el IREC con alcaldes y alcaldesas» de los pueblos afectados, «el PLEMCAT ha empezado a navegar sin que los científicos ni la sociedad hayan podido participar con alegaciones en el Estudio de Impacto Ambiental», que debería contemplar una evaluación específica que la Comisión Europea exige para planes o proyectos que puedan tener afección sobre zonas vinculadas a la Red Natura 2000, de la que se desconoce si se ha realizado o no.
INADECUADA ENVERGADURA DEL PROYECTO
Finalmente los especialistas explican que tal como ha sido planteado, el PLEMCAT es «más un prototipo industrial y comercial» que una plataforma de investigación, y que además se trata de un proyecto sobredimensionado no sólo en cuanto a costes -80 millones de euros-, sino que pretende utilizar un cable de evacuación submarino de 75 megavatios, que resulta una capacidad muy superior a la necesaria. Para los investigadores «si se quiere probar la viabilidad de la tecnología, lo lógico es empezar por una instalación de mucha menos envergadura» y, por otra parte, no llega a entenderse la necesidad de construir una línea de evaluación cuando no están evaluados los impactos sobre el fondo marino y la biodiversidad tras su despliegue, y esto encarece innecesariamente el proyecto. «Desplegar el cable ahora puede interpretarse como que lo que realmente se quiere conseguir es comprobar cuál es el mejor trazado por el cable, ahorrando así esfuerzos y gasto por la eventual empresa promotora del futuro parque comercial», critican.
En la elaboración del escrito y sus valoraciones han colaborado a título personal los doctores Josep Lloret (ICM-CSIC), Josep Vila Subirós (UdG), Elisa Berdalet (ICM-CSIC), Josep Maria Gili (ICM-CSIC), Antonio Turiel (ICM-CSIC), Alberto Olivares (UNIR), Jordi Solé (UB) y Rafael Sardá (CEAB-CSIC).