Descubierta una nueva especie de dinosaurio iguanodontiano en la Isla de Wight
La diversidad fósil en la Isla de Wight, en Reino Unido, es mucho más amplia de lo que se pensaba hasta ahora. El análisis de unos restos fósiles hallados en los años 70 permite identificar a un nuevo género y especie de dinosaurio, perteneciente al grupo de los iguanodontianos, que hasta ahora se creía que era un Iguanodon o un pariente más pequeño.
Científicos del Museo de Historia Natural de Reino Unido y de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) han descrito un nuevo género y especie de dinosaurio a partir de un ejemplar encontrado en su país, en concreto en la Isla de Wight. Este hallazgo ha sido publicado en la revista Journal of Systematic Palaeontology.
La nueva especie ha sido bautizada como Brighstoneus simmondsi, en honor al pueblo de Brighstone, cercano al lugar de la excavación; y al coleccionista Keith Simmonds, quien realizó el descubrimiento del espécimen en 1978.
Brighstoneus pertenece a los iguanodontianos, un gran grupo de dinosaurios que existió desde el Jurásico medio, hace unos 170 millones de años, hasta el final del Cretácico, hace 66 millones de años. Dentro de este colectivo, “se incluye a los emblemáticos Iguanodon –un gran herbívoro que presentaba pulgares en forma de pico– y los hadrosaurios, o dinosaurios con pico de pato de Norteamérica”, explica a SINC Jeremy Lockwood, médico jubilado y ahora estudiante de doctorado en paleontología en ambas instituciones y autor principal de estudio.
“Durante los últimos 100 años se ha considerado que todos los huesos que se han ido encontrando en la Isla de Wight pertenecían al gran y robusto Iguanodon o a su pariente más pequeño y grácil, Mantellisaurus atherfieldensis”, añade el experto. Sin embargo, cuando Lockwood analizó el espécimen hallado en los años 70, encontró varios rasgos únicos que lo distinguían de estos otros dinosaurios.
Identificar las diferencias entre especies
“Brighstoneus tenía una nariz bulbosa. Esto lo hace muy diferente del Mantellisaurus y del iguanodon, que tienen narices planas y rectas. Además, presentaba unas mandíbulas largas con más dientes que los otros dos. Los de la mandíbula superior tenían crestas en ambos lados, mientras que en las otras dos especies solo se dan en la superficie exterior del diente”, destaca a SINC el investigador.
La nariz y la ornamentación de los dientes son caracteres únicos de Brighstoneus y no se encuentran en ningún otro iguanodontiano. El descubrimiento de este dinosaurio herbívoro, que medía unos ocho metros de largo y pesaba aproximadamente 1.000 kilogramos, sugiere que hubo muchos más dinosaurios iguanodontianos del Cretácico inferior en Reino Unido de lo que se pensaba, y que la asignación de especímenes de este periodo al género Iguanodon o Mantellisaurus debe cambiar.
“Estamos ante seis, tal vez siete millones de años de yacimientos, y creo que la longitud de los géneros se ha sobreestimado en el pasado. Si este es el caso de la isla, podríamos ver muchas más especies nuevas. Parece muy improbable que dos animales sean exactamente iguales durante millones de años sin cambiar”, dice Lockwood.
Además, “ha habido una fuerte tendencia a asignar huesos aislados a Iguanodon o Mantellisaurus basándose en su tamaño y en su grado de robustez más que en las autapomorfías (rasgos únicos de especies). Esto también significa que, especialmente en el caso de Mantellisaurus, se ha montado un hipodigma –material fósil que se conoce de una especie– basado en un material que podría ser de diferentes taxones”, subraya el científico.
De la misma opinión es Susannah Maidment, coautora del trabajo: “La descripción de esta nueva especie muestra que el paradigma centenario por el cual los huesos de aspecto grácil son clasificados como Mantellisaurus y los de mayor tamaño como Iguanodon ya no puede ser corroborado”.
Por eso, los autores concluyen que la descripción de Brighstoneus simmondsi como una nueva especie exige una reevaluación del material encontrado en la Isla de Wight.
Historia del descubrimiento
Los huesos de Brighstoneus simmondsi fueron descubiertos inicialmente en 1978 por un coleccionista aficionado llamado Keith Simmonds. Junto a ellos, también se hallaron los huesos de un gran terópodo o dinosaurio carnívoro llamado Neovenator salerii.
Este último fue uno de los ejemplares más espectaculares encontrados en el país en aquella época y eclipsó el descubrimiento de los huesos de Brighstoneus, que se guardaron en cajas y en el almacén del Museo de la Isla de los Dinosaurios (Reino Unido), según explica a SINC Lockwood.
“Más de 40 años después, se examinaron detenidamente en un estudio sobre la diversidad de los dinosaurios iguanodontianos y se comprobó que se trataba de un espécimen nuevo para la ciencia. Hoy en día, es bastante común descubrir nuevos dinosaurios en los sótanos de los museos y no en el campo”, afirma el investigador.