Francia y China rompen con 20 años de colaboración científica
El 26 de julio, en Shanghai, una placa de piedra con la inscripción “Instituto Pasteur” fue reemplazada por una nueva placa que decía “Instituto de Inmunología e Infecciones”. La modificación estuvo acompañada de una actualización del sitio web del centro de investigaciones científicas.
Señala el final de una asociación científica de 19 años entre China y Francia o, si se quiere, entre el Instituto Pasteur de Shanghai y la Academia de Ciencias de China (CAS).
Las dos instituciones habían establecido su colaboración en 2004, pero en marzo del año en curso, el Instituto Pasteur anunció la suspensión del acuerdo. El nombre de la organización también había que cambiarlo.
Desde 2021 el Instituto Pasteur de Shanghai ya no es miembro de la Red Pasteur, una alianza internacional compuesta por 33 instituciones de 25 países y regiones. La medida ha provocado especulaciones sobre su alcance. Es otra señal de la expulsión de China de los países occidentales en ciencia y tecnología.
El Instituto Pasteur de Shanghai ha desempeñado un papel importante en la cooperación científica entre China y Francia, que se formalizó mediante un acuerdo gubernamental hace 40 años. Se estableció justo después del brote de SARS en 2004 y tenía la misión de fortalecer la capacidad científica de China en enfermedades infecciosas emergentes.
A pesar de su modesto tamaño dentro del CAS, el Instituto Pasteur se puso a la cabeza en áreas como virología, desarrollo de vacunas e inmunología. Ha realizado importantes contribuciones a la investigación de virus como el de la hepatitis C, el ébola, el VIH y el zika, así como al desarrollo de fármacos y vacunas.
Sin embargo, a pesar de estos logros, el Instituto Pasteur no salió a la luz pública durante la reciente pandemia. La ruptura de la asociación plantea interrogantes sobre su impacto en la investigación científica y la cooperación entre China y Francia. El campo de la salud y las enfermedades infecciosas requiere una fuerte colaboración internacional, y el final de esta alianza histórica plantea preocupaciones sobre el futuro de esta cooperación esencial para abordar algunos desafíos científicos.