La sonda rusa Luna-25 se estrella contra la superficie lunar
Este lunes estaba previsto el aterrizaje del módulo robótico que Rusia pretendía colocar en el polo sur de la Luna, pero la nave se ha desviado de su trayectoria y ha impactado. Ahora la sonda Chandrayaan-3 de la India tiene todas las papeletas para ser la primera en alunizar en esa región inexplorada de nuestro satélite.
La sonda rusa Luna-25, cuya misión era ser la primera nave espacial en alunizar en el polo Sur del satélite terrestre, se ha estrellado contra la superficie lunar, según ha informado este domingo la agencia espacial rusa, Roscosmos.
«La Luna-25 asumió una órbita no prevista y dejó de existir como resultado de la colisión contra la superficie lunar», señala un comunicado oficial.
Según los resultados del análisis preliminar, el motivo del accidente fue «la desviación de los parámetros reales de impulso» calculados con anterioridad.
Roscosmos reconoció que había perdido contacto con la nave el sábado a las 13.57 h (hora peninsular española) y los intentos de reanudar ese día y el domingo las comunicaciones habían fracasado.
La agencia, que el sábado informó sobre «una situación de emergencia» cuando los motores impulsaron a la Luna-25 hacia la órbita previa al alunizaje, adelantó que creará una comisión especial para esclarecer las causas del siniestro.
Inminente alunizaje de la sonda india
Con la tragedia de la estación automática rusa, ahora la sonda india Chandrayaan-3 tiene todas las papeletas para ser la primera en alunizar este miércoles 23 de agosto en el polo Sur.
La sonda rusa debía posarse en la superficie de la Luna este lunes 21 de agosto, es decir, dos días antes que la sonda india, que fue lanzada el 14 de julio.
La sonda rusa, que partió el 11 de agosto desde el cosmódromo Vostochni, en el Lejano Oriente ruso, entró en órbita el pasado miércoles, tras cinco días y casi diez horas de travesía.
Llegó a enviar imágenes de la Luna
En todo momento Roscosmos informó de que los sistemas de la nave funcionaban con normalidad y, de hecho, envió a la Tierra imágenes de la superficie lunar y detectó el impacto de un micrometeorito, entre otros fenómenos.
La sonda Luna-25, heredera de la soviética Luna-24, la tercera nave espacial en recabar muestras de la superficie lunar en agosto de 1976, esperaba encontrar en el satélite terrestre agua en forma de hielo, pero su colisión acaba con esta misión. Entre los objetivos del proyecto indio figura también investigar la presencia de agua en el polo sur de la Luna.
Una nave soviética, la Luna-2, ya fue la primera en posarse sobre nuestro satélite en 1959, proeza que EEUU emuló años después con su programa Ranger. Ahora los rusos no lo han conseguido.
El director general de Roscosmos, Yuri Borisov, ya explicó el pasado junio que este tipo de misiones «siempre conllevan un riesgo» y advirtió de que la probabilidad de éxito suele situarse en torno al 70 %. En esta ocasión se ha cumplido el 30 % restante.