La medición de las condiciones ambientales del Dolmen de Dombate confirma los problemas de humedad derivados de la masificación del monumento
El equipo de especialistas que desde finales del año pasado controla el megalito ha verificado la problemática que viene denunciando la Plataforma Salvemos Cabana en los últimos años, que ha favorecido el crecimiento de vegetación y la aparición de hongos en puntos localizados, y supone un riesgo para la conservación de las pinturas que atesora el enclave arqueológico.
El control de las mismas comenzó a efectuarse tras la queja presentada por el colectivo gallego ante la Diputación Provincial de A Coruña, en la que se pedía la inmediata suspensión del convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños por su errónea política de gestión defendida por el alcalde José Muiño (PP) y su asesor de Cultura, José María Varela, centrada en masificar el yacimiento, ya que según los datos publicados por el consistorio se habrían superado las 30.000 visitas tan sólo en 2015.
Desde la cesión de la actividad cultural del dolmen comenzaron las críticas desde el ámbito social y político a la asunción de competencias por parte del consistorio. Salvemos Cabana, entidad entre cuyos objetivos está la defensa del patrimonio sociocultural además del ambiental, advirtió entonces del riesgo de convertir este enclave arqueológico, monumento prehistórico de referencia en Galicia, en una sala multiusos para la realización de activIdades tales como conciertos y/o actos deportivos con presencia masiva de público, por la problemática que podría generar para su conservación, como al final ha terminado por suceder.
De hecho, la conservación del monumento es el eje de una propuesta parlamentaria presentada en el Parlamento de Galicia, que considera que la adquisición de Dombate en época preconstitucional por parte de la Diputación Provincial de A Coruña «no fue acompañada» de las necesarias medidas de protección del bien cultural» y que «hay evidencias de que los convenios que actualmente teje la diputación provincial con el ayuntamiento no son los más apropiados» por lo que el Gobierno gallego ha de pasar a ser el máximo responsble «de salvaguardar y preservar para el futuro este símbolo de Galicia».
UNA COMPORTAMIENTO DIFÍCIL DE EXPLICAR DESDE LA DIPUTACIÓN CORUÑESA
Desde Salvemos Cabana apuntan que «en estas circunstancias, resulta muy difícil comprender» cómo el responsable político de Contratación, Patrimonio y Equipamentos de la Diputación Provincial de A Coruña, Xesús Soto (BNG), «pudo hacer caso omiso» de los informes técnicos negativos presentados por el Servicio de Arquitectura y Patrimonio del propio organismo, «que desaconsejaban la renovación del convenio» y acceder a la firma de un nuevo acuerdo «que favorece sin ningún género de duda a los intereses del Partido Popular en la Comarca de Bergantiños y finalmente perjudica al propio enclave, pues se está usando el monumento y su entorno inmediato «como un mero salón de actos para la realización de todo tipo de actividades, muchas de las cuáles no tienen la más mínima relación con el contexto arqueológico del lugar».
Por eso -apuntan desde Salvemos Cabana-, «sólo es posible concluir que la Diputación Provincial de A Coruña no se encuentra en condiciones de controlar de manera adecuada su patrimonio«, y que la volubilidad en la gestión del dolmen sirve de precedente «para que a partir de ahora el monumento pueda ser utilizado como un mero parque temático descontextualizado de su realidad arqueológica según convenga», siendo fundamental, que la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia se haga cargo del megalito «con el objetivo de primar la conservación a la masificación, tal y como hubiese sido preceptivo desde el primer momento».