La computista que ayudó a llevar el Apolo 11 a la Luna
Katherine Johnson, la mujer responsable de los cálculos que permitieron desarrollar el programa espacial estadounidense, cumple 100 años. Ocultada por la primera plana mediática durante prácticamente toda su carrera profesional por su doble condición de mujer y afroamericana, la científica no ha vivido un reconocimiento adecuado hasta los últimos años.
Justo hace un siglo, el 26 de agosto de 1918, nació en Virginia Occidental (EE UU) la matemática afroamericana Katherine Coleman G. Johnson. Hija de una maestra, que le inculcó el interés y el amor por las matemáticas y la ciencia, Johnson fue una de las primeras mujeres afroamericanas en laurearse en la Universidad Estatal de Virginia Occidental, muy poco después de que terminase la segregación racial en el sistema de estudios superiores de ese estado.
En 1953, mientras ejercía de profesora de secundaria, se incorporó a un pequeño equipo de estudio sobre guía y navegación aérea en la entonces conocida como NACA, que unos años después serviría como base para instaurar la agencia espacial estadounidense. Desde entonces y durante décadas, fue la principal responsable de los cálculos que hicieron posibles los vuelos orbitales de la carrera espacial estadounidense.
Siempre entre bambalinas, Katherine Johnson fue la responsable de calcular y optimizar el vuelo orbital de Alan Shepard, el primer astronauta norteamericano en salir al espacio. En 1962, cuando la NASA incorporó computadoras en los cálculos de los vuelos espaciales, Johnson fue la responsable de coordinar y verificar los cálculos computerizados, convirtiéndose en una de las primeras personas especializadas en esta rama tecnológica en unos complejos.
Su mayor contribución al programa espacial, sin embargo –según ha reconocido ella misma– fue su trabajo en la misión Apolo 11, la primera que logró llevar a un ser humano a la Luna. En este proyecto calculó el momento preciso en el que la sonda debía abandonar la superficie lunar para que alcanzara justo a tiempo y se pudiera enganchar al módulo de servicio. No sería el último episodio en el que tendría un papel protagónico, siendo la principal responsable con sus cálculos de traer de vuelta con vida a la tripulación de la malograda misión Apolo XIII en 1970.
En el ámbito de la investigación, Katherine Johnson ha publicado 26 artículos de investigación, muchos de ellos pioneros en el ámbito de la computación y la ciencia espacial.
A pesar de todas sus aportaciones y de su importancia fundamental para el desarrollo de la carrera espacial, Johnson no comenzó a ser reconocida por el público general hasta su jubilación. En 1979 publicó su biografía, que se convirtió en un referente para las aspiraciones de las mujeres y la población afroamericana en los Estados Unidos.
Como reconocimiento a sus trabajos, Katherine Johnson ha recibido numerosos proemios, entre ellos la Medalla Presidencial de la Libertad de manos del presidente Barack Obama en el año 2015.
Hoy, centenaria, la científica vive en Hampton en su Virginia natal, donde continúa atenta a los desarrollos y avances de la investigación aeroespacial.