Por qué se producen tantos terremotos en Granada
Durante los últimos días el área metropolitana de Granada ha sufrido una serie de seísmos, producto de un movimiento recurrente de cinco milímetros entre las placas de Eurasia y África. Estos temblores se caracterizan por ser de magnitudes pequeñas, aunque se han percibido con bastante intensidad porque se han producido a una profundidad de solo entre 3 y 12 kilómetros.
Granada ha amanecido de nuevo sobresaltada tras sufrir varios temblores con magnitudes superiores a 4 en la escala de Richter durante esta madrugada. En concreto, tres terremotos consecutivos con epicentro en Santa Fe se sucedieron desde las 22h36 de este martes. El primero de 4,2 en la escala de Richter, otro de 4,2 (a las 22h44) y otro de 4,5 (a las 22h54).
A lo largo de toda la madrugada y hasta esta mañana, se han sucedido una treintena de réplicas menores, algunas de ellas superando la magnitud de 3,2. La mayoría de ellos ha tenido su epicentro también en Santa Fe o en municipios cercanos como Pinos Puente, Vegas del Genil y Atarfe.
Mapa de sismicidad de la zona epicentral desde el 1 de diciembre de 2020 (IGN)
Todos estos seísmos se suman al que se percibió en la provincia este mismo sábado, con epicentro al noroeste de Santa Fe, con una magnitud de 4,4.
Según expertos del departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada (UGR) y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT), la reciente sismicidad que afecta a la Vega de Granada se caracteriza por terremotos de magnitudes pequeñas o moderadas que ocurren durante periodos discontinuos y recurrentes.
“Los periodos de mayor actividad sísmica como el actual corresponden a enjambres, con numerosos terremotos de diferentes magnitudes en localizaciones próximas. [Los enjambres sísmicos] se desencadenan cuando la actividad de una falla produce un efecto dominó y dispara la actividad de otras fallas próximas”, apunta el investigador de la UGR Jesús Galindo-Zaldívar.
Temblores perceptibles en la superficie
La causa principal de esta actividad sísmica se encuentra, según los investigadores, en la aproximación continua de cuatro a cinco milímetros al año entre las placas eurasiática y africana. Como explican desde la UGR, esta zona de deformación se prolonga por el sureste de la Vega de Granada hacia Padul y Dúrcal, alcanza el Mar de Alborán y se extiende hasta Alhucemas (Marruecos).
“Los terremotos de la Vega de Granada en las últimas horas se producen como consecuencia de la liberación brusca de la energía acumulada en las fallas debido a este movimiento entre placas. Los eventos sísmicos recientes están relacionados con la actividad de fallas normales de dirección noroeste-sureste localizadas en el entorno de Santa Fe”, explica Galindo-Zaldívar.
A pesar de que las magnitudes comprendidas no son demasiado elevadas, los temblores se han percibido con intensidad en la superficie. Esto se debe a que “la sismicidad de mayor magnitud se ha producido entre 3 y 12 kilómetros de profundidad”, detallan los investigadores.
Esquema de las fallas de la Vega de Granada realizado por los científicos de la UGR
Desde el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG) recuerdan que el hecho de que se produzcan pequeños terremotos evita que la energía acumulada en la falla desemboque en un terremoto mayor.
Su presidente, Manuel Regueiro, añade que “no es inusual” que se produzcan seísmos en la provincia, y señala que “hay registros documentales de terremotos en la zona desde la época anterior a los Reyes Católicos”.
En relación a la prevención, Regueiro señala que en la actualidad no se pueden predecir los sismos. “Los geólogos sabemos dónde se van a producir gracias a los mapas de riesgo, los estudios de peligrosidad y la serie histórica, pero no sabemos cuándo se van a producir”, revela.
Según el último Mapa de Peligrosidad Sísmica de España, elaborado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en 2012 y actualizado recientemente, la zona de Atarfe-Santa Fe presenta uno de los índices de peligrosidad más altos de todo el país.
Mapa de peligrosidad sísmica de la región sur peninsular (IGN, 2015)
Desde diciembre de 2020 y hasta este 26 de enero se han registrado en la zona 281 movimientos sísmicos en la zona, según el IGN. Aunque todos ellos han sido de magnitud baja o moderada, los expertos advierten de que no se puede descartar que se produzca uno de una magnitud mayor.
En este tríptico ofrecen recomendaciones a la población sobre qué hacer en caso de que vuelva a ocurrir otro terremoto.