Una rara señal proveniente de una estrella a 95 años luz será investigada por el SETI
Un equipo internacional de investigadores ha anunciado que han detectado “una fuerte señal” en la dirección de la estrella HD164595 a través del radiotelescopio RATAN-600 en Zelenchukskaya (Rusia) ubicada en la constelación de Hércules y que -según los informes preliminares- podría haberse generado por un fenómeno natural conocido como "microlente gravitacional" mencionado en la teoría de la relatividad de Einstein. Según el mismo, estas señales se forman cuando la luz procedente de objetos distantes y brillantes se curva alrededor de un objeto masivo situado entre el objeto emisor y el receptor.
La señal fue recibida el 15 de mayo en una longitud de onda de 2,7 centímetros. Los científicos aseguran que merece la pena su estudio más detallado como un posible candidato SETI (hogar de inteligencia extraterrestre), aunque tampoco descartan de que las emisiones puedan proceder de otro tipo de fuente. Observaciones posteriores con el el RATAN-600 no observaron ninguna anomalía. El programa SETI enfocará ahora el Allen Telescope Array, situado en el norte de California, para ver si capta la misma señal.
En cualquier caso, la señal es lo suficientemente llamativa como para que los investigadores de RATAN-600 hayan solicitado la monitorización permanente de este objetivo. La investigación se va a debatir en una reunión del Comité Permanente de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, durante el 67° Congreso Internacional de Astronáutica (IAC) de Guadalajara (México), que tendrá lugar el 27 de de septiembre.
Lo que se sabe de HD 164595 es que es una estrella de 0,99 masas solares a una distancia de aproximadamente 95 años luz en la constelación de Hércules, con una edad estimada de 6.300 millones de años. Su metalicidad (concepto astrofísico que se utiliza para describir la abundancia relativa de elementos más pesados que el helio en una estrella) es casi idéntica a la del Sol. Un planeta conocido en este sistema, HD 164595 b, tiene 0,05 masas de Júpiter, o 16 veces la masa de la Tierra, con un periodo de 40 días, sin condiciones para la vida, aunque no se descarta que pueda haber más planetas, incluso rocosos, como dice Shostak, de SETI.
«Si se tratara de una señal centrada en nuestro sistema solar, sería de una potencia equivalente a una civilización de Tipo I Kardashev«, indica el SETI, que también señala que por el momento «nadie está diciendo que se trata de una civilización extraterrestre, aunque es ciertamente digno de un estudio más».
La escala de Kardashev es una forma de medir el avance tecnológico de una sociedad en base a la cantidad de energía que tiene a su disposición. En términos generales, una civilización de Tipo I ha logrado el dominio de los recursos de su planeta de origen, Tipo II de su sistema planetario y Tipo III de su galaxia.
La señal, que será discutida en el Congreso Internacional de Astronáutica del próximo mes en México, nos recuerda a otros fenómenos aún desconcertantes para la ciencia, como la señal «WOW!» de 1977 y una estrella ubicada a 1.480 años luz de la Tierra, que parece estar siendo «tapada» por una serie de objetos aún no descubiertos.
* Con información de agencias, Centauri Dreams y Geekwire.