Desde 2017 GREFA ha marcado con emisores GPS a más de cuarenta buitres negros en la Sierra de la Demanda
Con los doce ejemplares marcados hoy con emisores GPS/GSM suman 43 los buitres negros (Aegypius monachus) que han sido dotados de esta tecnología desde que se iniciasen las liberaciones de ejemplares de la especie en la Sierra de la Demanda en 2017. Esta acción se desarrolla por tercer año consecutivo dentro del Proyecto Monachus, que la asociación conservacionista GREFA lleva a cabo desde el término municipal de Huerta de Arriba (Burgos) en colaboración con varios organismos públicos y entidades.
Numerosos vecinos de Huerta de Arriba y de otras localidades cercanas han podido ser testigos de la colocación de los emisores a las doce aves, puesto que este operativo se ha llevado a cabo simultáneamente a una jornada de concienciación sobre el valor de los buitres convocada por GREFA y el propio ayuntamiento de Huerta de Arriba. “A pesar su mala fama en ciertos sectores y sitios la realidad es que los buitres, por su dieta carroñera, son grandes aliados del medio rural, al actuar como agentes sanitarios en el campo, impidiendo la propagación de enfermedades”, recuerda Ernesto Álvarez, presidente de GREFA.
Esta convocatoria popular en Huerta de Arriba, en su ya cuarta edición, se ha hecho coincidir con el Día Internacional de los Buitres, que en próximas fechas se celebrará en muchos países del mundo. En un programa de actividades enfocado tanto a niños y jóvenes como a adultos no han faltado talleres, charlas, juegos (las llamadas “olimpiadas carroñeras”) y una charanga musical. Los asistentes han podido incluso elegir el nombre con el que han sido bautizados algunos los buitres negros marcados con GPS.
Liberación definitiva en las próximas semanas
El marcaje con emisores de los doce buitres negros (siete hembras y cinco machos) es el último paso previo a la liberación definitiva de estas aves, que en pocas semanas verán abrirse las puertas del jaulón de aclimatación construido en el término municipal de Huerta de Arriba donde fueron introducidas hace un año. Este tiempo es el que los expertos consideran necesario para que los buitres negros se vinculen al territorio en el que van a ser liberados.
El objetivo es crear en la Sierra de la Demanda una colonia de esta rapaz carroñera, que no se reproduce en el Sistema Ibérico desde hace más de medio siglo, y de esta manera contribuir al reto que GREFA se ha propuesto alcanzar con el Proyecto Monachus: conectar las grandes poblaciones tradicionales de buitre negro existentes en el centro y el sur de la Península Ibérica con otras más recientes que se han creado ya, gracias a actuaciones similares, en el Pirineo catalán y en varias zonas de Francia.
Las aves marcadas han sido cedidas por cuatro comunidades autónomas diferentes. Son animales adultos y subadultos que proceden en su mayoría de centros de recuperación de fauna silvestre de Castilla y León, donde ingresaron en su día para ser tratados de diversos problemas o patologías que sufrieron durante su vida en la naturaleza. La Comunidad de Madrid, Asturias y Castilla-La Mancha también han donado ejemplares. Tres buitres negros nacidos en cautividad en 2019 en la sede de GREFA en Majadahonda (Madrid) serán también trasladados a la Sierra de la Demanda en los próximos días.
Nueve parejas ya formadas
El marcaje con emisores GPS/GSM de última tecnología es una técnica de seguimiento científico de la fauna amenazada, esencial para comprobar la efectividad a la hora de fijar ejemplares en las colonias creadas y para detectar y prevenir las principales amenazas para las especies con las que se trabaja. Para llevarlo a cabo el Proyecto Monachus ha contado con la asistencia técnica del Ministerio para la Transición Ecológica.
En 2017 y 2018 también se dotó de estos emisores y se liberaron 31 buitres negros (15 el primer año y 16 el segundo). Tras su devolución a la naturaleza, unas veinte de esas aves han optado por permanecer en la zona de liberación y su entorno a fecha de hoy. «Además se han formado nueve parejas, compuestas tanto por aves reintroducidas como procedentes de forma natural de otras colonias, un auténtico logro en solo tres años de proyecto que nos hace albergar muy buenas expectativas», adelanta Lorena Juste, bióloga responsable del Proyecto Monachus de GREFA en la Sierra de la Demanda.
Del mismo modo, una vez que en las próximas semanas se liberen los buitres negros hoy marcados con GPS, una nueva remesa de ejemplares será introducida en el jaulón de aclimatación de Huerta de Arriba, a la espera de ser objeto un año más de una liberación conjunta durante 2020.
Existe ya el precedente de la Reserva de Boumort (Lleida), en el entorno del Pirineo catalán, donde a través de una actuación similar, en la que GREFA también participa con su Proyecto Monachus, se han liberado decenas de buitres negros desde 2007. Gracias a ello se ha creado una colonia pirenaica de más de sesenta ejemplares y veinte parejas reproductoras, de las que han nacido casi medio centenar de pollos desde el inicio del proyecto.
Poblaciones de quebrantahuesos en comunicación
Uno de los principales retos del Proyecto Monachus es la recuperación en el norte del Sistema Ibérico del quebrantahuesos, especie catalogada en España como «En peligro de extinción». «Zonas de la provincia de Burgos y de La Rioja como las Sierras de la Demanda y Urbión y la comarca del Arlanza se vislumbran como hábitat predilecto para el quebrantahuesos», indica Álvarez. «Una nueva población en territorio burgalés o riojano facilitaría mucho la comunicación de las poblaciones de quebrantahuesos entre los Pirineos, último reducto ibérico de la especie, y las zonas de Asturias, Andalucía y la Comunidad Valenciana donde hay en marcha proyectos de reintroducción», prevé el presidente de GREFA, impulsor de la recuperación de los buitres europeos a través de diversos proyectos.