La industria 4.0: cómo entender la cuarta revolución industrial
Estamos viviendo momentos muy interesantes desde el punto de vista de la tecnología. Desde la década de los ‘90, cuando internet se fue abriendo paso entre los consumidores como una herramienta de uso cotidiano, la revolución digital ha sido tal que ha transformado completamente nuestras vidas, el modo en que nos relacionamos, el modo en el que consumimos.
La industria 4.0 es una verdadera revolución o como leemos en este artículo de Geinfor, la cuarta revolución industrial. ¿De qué estamos hablando? De esta incesante y creciente capacidad de almacenar, procesar y compartir datos. Esta tendencia se basa en tres pilares: Internet de las Cosas, Sistemas Cibernéticos Físicos y la Nube.
La industria 4.0 encierra un concepto que aúna dos momentos históricos fundamentales: el que viene de la tercera revolución industrial con sus procesos de automatización crecientes, con las nuevas tecnologías propias de la era de la información. La industria 4.0 da lugar a la “fábrica inteligente” que es aquella que permite la comunicación entre los sistemas ciberfisicos, el internet de las cosas y los datos almacenados en la nube con el fin de ejecutar tareas de modo tal que todos los procesos (fabricación, producción, entrega) sean más sencillos, ágiles y rentables. La industria inteligente 4.0 producirá cambios revolucionarios. Es la industria del futuro, que ya está aquí.
En estos últimos tiempos hemos visto abrirse paso a las nuevas tecnologías. Algunas de ellas no han hecho más que comenzar lo que será una larga andadura, pues han llegado para quedarse y evolucionar. Ejemplo de esto es la robótica, que servirá para automatizar cada vez más todo tipo de procesos, los drones, la impresión 3D (que cada vez cobra más fuerza dejando de ser de uso exclusivo para científicos investigadores o profesionales y pasando en breve a ser de uso cotidiano), el internet de las cosas, el Big Data (que ya está imperando pues necesitamos mover cada vez más cantidad de información) y la realidad aumentada.
Todo esto no hace más que establecer un cambio de paradigma, pues no se trata simplemente de un aumento de la automatización, sino que es un cambio total de coordenadas, un salto hacia un nuevo modo de producir, conectarnos, y vivir.
¿Cuáles son las características de esta cuarta revolución industrial? El concepto principal que está a la base es que es una industria conectada. Ahora, gracias al Cloud Computing (la nube), al Internet of Things (internet de las cosas) y a los Sistemas Ciberfísicos, todos los datos relativos, sin importante cantidad, se relacionan y conectan con todas las personas, ya sean trabajadores, directivos o clientes. Es el mundo de la total interconectividad.
Pero ¿qué es un sistema ciberfísico? El artículo nos explica que es aquél que tiene como objetivo “integrar la computación con los procesos físicos comunes en una fábrica”. Este sistema es el que permite que las máquinas intercambien información. ¿Y de qué hablamos cuando decimos El Internet de las Cosas? Del sistema que permite la comunicación directa entre máquina y objetos, permitiendo que la máquina pueda identificar un problemas y encontrar y aplicar la solución, de modo independiente.
El artículo nos plantea el modo en que las empresas se irán transformando. Por un lado, con la revolución IT, las empresas serán capaces de integrar la información a través de sensores, sistemas de control, redes de comunicación y de aplicaciones de negocios. La gran cantidad de datos generados por esta nueva industria conectada, el famoso Big Data, se podrá analizar y procesar con velocidad y eficiencia, ayudando en la toma de decisiones y creando importantes ventajas competitivas. Y la nube seguirá ofreciendo cada día soluciones mejores y más efectivas, permitiendo el acceso a toda la información en cualquier momento y desde cualquier lugar, facilitando por lo tanto toda la cadena de producción, de principio a fin.
Estamos viviendo una era de importantes cambios, y seremos testigos de una transformación de la industria no sólo en sentido vertical, sino también horizontal, que dará lugar a un novedoso modelo de negocio, a nuevos modelos de cooperación y lógicamente, al replanteo de los aspectos legales, de manejo y propiedad de la información y de protección de la propiedad intelectual.
Esta completa transformación digital del sector industria es la que dará lugar a las nuevas fábricas inteligentes, cuyos beneficios serán importantes. Tendrán bajos costes de mantenimiento y verán una importante reducción en los costes operacionales ya que gracias al Internet de las cosas todas las máquinas estarán conectadas entre sí. Habrá una mejora cualitativa en la toma de decisiones, gracias al veloz y eficiente accesos a las métricas y a la comunicación fluida y en tiempo real entre proveedores, fabricantes y clientes. Y por supuesto que estos, a su vez, estarán más satisfechos: