Cinco frases de Isaac Asimov en el 101 aniversario de su nacimiento

Isaac Asimov cumple 101 años. Una cifra no tan rimbombante como el centenario celebrado el pasado año pero que sin duda sirve para homenajear y recordar las enseñanzas del autor de La Fundación y Yo Robot entre otros. Desaparecido en 1992, la obra de Asimov continúa siendo clave hoy en día.

Y es que, aunque su optimismo en el progreso y su visión idealista no le convierten en el autor de anticipación más acertado, frente a otros autores como su amigo Frederik Pohl o el depresivo Philip K. Dick, Asimov cuenta con valiosímas lecciones a lo largo de su ingente obra de divulgación científica y ciencia ficción. Hemos escogido estas cinco, por su pertinente nivel de actualidad:

Frederik Pohl y Asimov en el Nycon 3 de Nueva York en 1967 / UCR

El anti-intelectualismo ha sido una amenaza constante que recorre toda nuestra vida política y cultural, alimentada por la falsa premisa de que la verdadera democracia significa que «mi ignorancia vale tanto como tu conocimiento».

Isaac Asimov manifestó su creciente inquietud en sus últimos años ante la proliferación de un discurso anti científico que tan tristemente presente está en la actualidad. Asimov rechazó la noción de la validez de todas las opiniones y apuntó a la necesidad de respaldar los planteamientos, sobre todo aquellos que afectan a nuestro entorno, en echos y datos contrastables. Un planteamiento fundamental para hacer frente a la cada vez más creciente propaganda anti científica y la proliferación de intoxicación informativa en las redes.

[Robert Heinlein] siempre se define a sí mismo como un libertario, lo que para mi significa «quiero la libertad de hacerme rico y que tú tengas la libertad de morirte de hambre». Es fácil pensar que nadie debería depender de la ayuda de la sociedad cuando piensas que tú mismo no la necesitas.

Asimov, profundamente de izquierdas, contempló con inquietud la aparición de algunas corrientes ideológicas que décadas después se encuentran en el primer plano de la actualidad. El libertarismo de Heinlein, autor de Starship Troopers y Puerta al Verano, le resultaba una caricatura profundamente caricaturesca y simplistas. Hoy esos posicionamientos son una de las columnas de la denominada alt-right y el entorno de Trump que desde Estados Unidos han ido extendiéndose a todo el planeta con preocupante éxito.

En la actualidad las únicas cuestiones reales que siguen sin respuesta son lo graves que serán las consecuencias del calentamiento global y si ya hemos empezado a ver sus primeros efectos.

Asimov fue uno de los primeros divulgadores, junto a Carl Sagan, que advirtió sobre la consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero y el proceso de cambio climático en el planeta Tierra. En su obra La Ira de la Tierra, junto a Frederik Pohl, Asimov realizó un llamamiento a organizarse políticamente para combatir contra el colapso ambiental y forzar a los representantes institucionales a tomar medidas. Tres décadas después de su publicación, sus advertencias siguen siendo trístemente actuales.

Asimov junto a Carl Sagan en Nueva York en 1989 / AP

No soy sionista, porque no creo en las naciones, y porque el sionismo simplemente ha establecido un estado más para traer problemas al mundo.

Aunque era profundamente ateo, Asimov siempre reconoció y valoró su origen judío. A pesar de todo, rechazó por completo al sionismo y la política del estado de Israel contra la población palestina. Una posición profundamente difícil de defender en aquella época en los Estados Unidos y que le valió no pocas críticas y ataques. Sobre los judíos que emigraban desde Europa y la Unión Soviética a Israel llegó a lamentar «Ellos escapan porque temen la persecución religiosa. Sin embargo, en cuanto ponen un pie en suelo israelí, se convierten en nacionalistas extremistas de Israel y no muestran piedad con los palestinos. De perseguido a perseguidores en un abrir y cerrar de ojos». Hoy, el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu anuncia la instalación de nuevos asentamientos en Cisjordania.

Nunca permitas que el sentido de la moral te impida hacer lo que está bien.

De forma jocosa, Asimov rechazaba por completo los planteamientos morales establecidos por sentidos religiosos y el conservadurismo social, contraponiéndolo a un fuerte sentido de la ética alcanzada mediante el pensamiento racional.

Bola extra: Sólo estuve en desacuerdo con Roosevelt cuando no fue lo bastante progresista, cuando por razones políticas ignoró la situación de los republicanos en España.

En sus Memoria, Asimov dejó un pequeño recuerdo para España y su apoyo durante su activismo político juvenil a la causa republicana durante la Guerra Civil. Asimov que tenía 16 años cuando comenzó el conflicto, contempló con profunda desaprobación que el gobierno estadounidense de Franklin Delano Roosevelt no hiciese nada para impedir la suerte de la República, a pesar del apoyo moral manifestado por el mandatario.